A lo largo de los 10 meses de pandemia, Luis Tudanca (Burgos, 1978), ha apostado por una oposición basada en la lealtad, una de las palabras que más repite. El partido mayoritario, con 35 escaños en el Parlamento autonómico, ha mantenido un perfil conciliador, porque su secretario rehúye la política del conflicto. Hasta ahora. Tudanca señala al vicepresidente, Francisco Igea (Ciudadanos), al que considera “presidente de facto” y al presidente, Alfonso Fernández Mañueco, como los responsables de situación actual de Castilla y León, con la incidencia de COVID-19 descontrolada y echando un pulso al Gobierno con el adelanto del toque de queda, una restricción de la movilidad, y por tanto de derechos individuales, sobre la que se tiene que pronunciar el Tribunal Supremo.
En este momento, con la transmisión del virus desbocada en Castilla y León y un Gobierno autonómico desafiando al central con un toque de queda sobre el que se tiene que pronunciar el Supremo, ¿sigue pensando en mantener la lealtad institucional?
Sí. Sí porque la lealtad institucional no es a un gobierno, es a una manera de entender la política, y a mí me parece muy importante salvaguardar, precisamente en una época tan complicada, en una crisis tan importante, en la que la gente necesita también que las instituciones les den también seguridad, confianza, certezas, que nos mantengamos y también para demostrar que no somos como ellos. Es que mi lealtad no es al señor Igea o al señor Mañueco, es al Gobierno de Castilla y León me guste o no me guste. No es que no me guste a mí, es que no le gusta a la mayoría de los ciudadanos, por eso votaron lo que votaron pero me parece que contribuimos a cierta serenidad. Mi manera de entender la política no es lo que hicieron la semana pasada buscando un conflicto con el Gobierno de España y engañando al principal partido de la oposición y a los alcaldes, no.
Ahora vamos a ese engaño. El pasado 14 de enero se reunía con el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; con el vicepresidente, Francisco Igea; y con la consejera de Sanidad, Verónica Casado; en teoría para que le informasen de medidas que se iban a adoptar al día siguiente. Hubo algunos medios que adelantaron un supuesto cierre de toda actividad no esencial y de una apertura limitada del comercio esencial. ¿Se lo contaron así?
Primero, nosotros hemos demostrado desde el principio que éramos dignos de esa lealtad y de esa confianza. Hemos tenido muchas conversaciones, sobre todo los primeros meses, con la Junta. Más que para obtener información para hacer propuestas, para intentar ayudarles, para advertirles de problemas, deficiencias, alertas que nos llegaban del territorio de un partido que gobierna en muchos sitios. Tratábamos de ayudar. Nunca jamás hemos ni filtrado una conversación, ni hemos intentado sembrar la confusión utilizando conversaciones privadas, nunca. Por eso me dolió tanto la traición, primero por la desconfianza que se genera en las instituciones, segundo porque no sólo no han devuelto ni una piza de la lealtad que hemos tenido con ellos sino todo lo contrario: mintieron. Lo peor de todo es que creo que lo que buscaban era tapar su incompetencia, generar un conflicto, ruido. Que no se hablara de esta situación tan grave en la que está Castilla y León.
¿Y cómo fue esa reunión?
No me contaron la verdad. Al final fue una reunión en la que me advertían de la grave situación que tenía nuestra Comunidad, cosa que, obviamente, ya conocíamos y conocía cualquiera que haga el seguimiento de los datos, y fueron tremendamente ambiguos con las medidas que finalmente iban a adoptar y que planteaban como una especie de mecanismo de participación e información que luego no fue tal, ni conmigo ni con los alcaldes. En ningún momento, nunca, se habló del adelanto del toque de queda a las ocho de la tarde, nunca.
¿Ni del toque de queda?
No, no. No se habló del toque de queda, no se mencionó. ¿Qué les transmití yo y hace aún más incomprensible la traición, la mentira y la manipulación? Que como siempre iban a tener nuestro apoyo, que no había discutido nunca las medidas de ámbito sanitario y las restricciones incluso cuando eran dudosas. Porque eso no ayudaba a generar un clima de confianza.
Ya, pero ¿si le hubiesen dicho en ese momento que iban a adelantar el toque de queda, tampoco lo habría discutido?
Si me hubieran dicho que estaban valorando adelantar el toque de queda habría hecho lo mismo que en las anteriores ocasiones, ayudarles, incluso llamando al Gobierno de España para que valorasen esa posibilidad, para analizarlo. De la misma manera que en marzo, cuando me llamaron para decir que iban a solicitar el estado de alarma, cuando nadie hablaba de eso, que es verdad que fuimos los primeros en pedirlo, yo lo que hice fue llamar al presidente del Gobierno. Porque no he querido hacer de esto jamás batalla política. Hubiera intentado ayudar, hubiera hablado con mis alcaldes y lo hubiéramos valorado, hubiéramos hablado con el Gobierno de España, hubiéramos tratado de llegar a un acuerdo, como han hecho otras comunidades autónomas que plantearon antes que Castilla y León el adelanto del toque de queda, lo que hicieron fue pedir al Gobierno que valorara esa posibilidad. Ahora bien, también les dije en esa reunión, porque estaba sobre la mesa, es que había declaraciones confusas y contradictorias sobre el confinamiento domiciliario. Eso sí estaba. La señora Casado había afirmado que lo quería, lo desmintió la Junta, dos días después el señor Mañueco dijo que ni se había hablado en el Consejo de Gobierno y, esa semana lo habían vuelto a resucitar. “Hombre, presidente, lo primero que habrá hecho no habrá sido llamarme a mí, habrá llamado al señor Pablo Casado, que es el presidente de su partido para que esto lo apoye ¿no?”, le dije a Mañueco. Porque era su partido, o su partido hasta que le abrieron expediente disciplinario –por contratar como asesor al exgerente del PP de Castilla y León al que había destituido Génova–, el que decía que el estado de alarma iba contra los derechos fundamentales, que Pedro Sánchez estaba implantando una dictadura por la puerta de atrás… de hecho el estado de alarma se derogó y se cambió por el actual porque Pablo Casado e Inés Arrimadas dejaron de apoyarlo. Es una tremenda hipocresía que trasluce que esto no ha tenido nada de estrategia sanitaria y sí de estrategia política.
¿Contestó Mañueco si Pablo Casado estaba al tanto de sus intenciones?
No, no, no contestó. Pero en todo caso de las reuniones privadas, si me lo permite, cuento lo que yo digo, porque puedo decir lo mismo en las reuniones privadas que en las reuniones públicas, lo mismo. Han intentado manipular lo que les dijeron a los alcaldes, afortunadamente no se han atrevido a negar que a mí no me dijeron nada sobre el adelanto del toque de queda.
¿Quién habló en la reunión?
Entiendo que tenga que seguir preguntando, pero más allá de las posiciones que yo he mantenido y puedo defender no puedo decir nada.
¿Y del ambiente entre ellos puede decir algo?
Creo que no hace falta verlos en privado, con los comportamientos públicos está claro. Quien manda, quien toma las decisiones y quien impone su criterio siempre es el señor Igea, que es el presidente de facto de esta Comunidad. Hasta tal punto que esta decisión incoherente, precipitada, adoptada mal, tarde y engañando a la gente, se adopta cuatro días después de que el señor Mañueco niegue que se vayan a tomar medidas más duras y de que niegue que se haya hablado del confinamiento domiciliario en el Consejo de Gobierno. Da la sensación de que es un pulso que una vez más vuelve a ganar el señor Igea dando una vuelta de tuerca a las medidas.
Los conflictos de Igea y Mañueco con sus respectivos partidos están condicionando su Gobierno
O a lo mejor fue el único encaje al que llegaron los dos, quizás porque uno quería cerrar casi todo y el otro no…
No me importa absolutamente nada los problemas internos que tengan el señor Igea o el señor Mañueco en sus partidos. No me importan nada sus peleas con Casado o con Arrimadas, no me importa nada. Me importa si eso empieza a condicionar su Gobierno y a afectar a los ciudadanos, y el problema es que todos esos conflictos tienen mucho que ver son eso. Están pensando en otras cosas que no tienen nada que ver con proteger a los ciudadanos de Castilla y León.
Bien, salió usted de esa reunión sin saber que la decisión era adelantar el toque de queda a las 20.00, algo que tampoco se comunicó a los alcaldes al día siguiente. ¿Habló usted con Mañueco o con Igea para que le explicasen por qué ocultaron a todo el mundo una decisión de ese calado?
Esa misma mañana yo reconocí mi desconcierto por cómo se hicieron las cosas, no era necesario ni conmigo, ni con los alcaldes ni con los presidentes de las diputaciones, que también han demostrado una lealtad a prueba de bomba con la Junta de Castilla y León. No, no les llamo. El problema es que es una manera de entender la política, un comportamiento habitual, no es la excepción. Lo que han hecho en los últimos meses con todos los sectores ha sido esto. Entonces ¿Para qué? ¿voy a mantener la lealtad institucional? Siempre ¿Ellos van a poder recuperar la credibilidad perdida? No, ni conmigo ni con nadie en esta tierra. Ya nadie se fía de su palabra, de que cumplan lo que firman, lo que acuerdan, lo que prometen, absolutamente nadie. Antes hablaba del diálogo social y de los hosteleros, pero podríamos hablar de los sanitarios a los que convocan un lunes a una mesa sectorial y el sábado sacaron un decretazo en la peor pandemia les quitaba derechos laborales, aquellos a los que unas semanas se aplaudía en los balcones, incluidos cargos de la Junta. Ese es su comportamiento, romper lo que en esta tierra había sido sagrado siempre. Aquí le hemos dado mucha importancia a la paz social, al encuentro, al valor de la palabra dada. Podías llegar a acuerdos con el señor Herrera –ex presidente de la Junta– y sabías que se iban a cumplir, o podías tener un conflicto muy importante y saber que nos íbamos a respetar. Pero estos no respetan acuerdos ni desacuerdos, ni agradecen la responsabilidad ni cumplen lo que firman. No han cumplido con las ayudas de los trabajadores que se encuentran en Erte, no han cumplido con la promesa de dignificar las condiciones laborales de los sanitarios, no han puesto medios materiales y personales e infraestructuras a la sanidad pública…me llevan los demonios, no soy capaz de entender por qué no son capaces de ayudar a la gente ni de coger la mano que se les tiende.
Llevamos 14 días del toque de queda. El éxito absoluto es que somos una de las peores comunidades. Ese ha sido el resultado
¿No han vuelto a hablar desde entonces?
No. Entiendo que algo de pudor les queda porque no sé qué explicación me podrían dar. No sólo eso, Mañueco está escondido. Hace una semana pedimos su comparecencia en las Cortes, para que explicara esto y para que explicara lo que estaba pasando en términos epidemiológicos. Y ahora pide comparecer, lo hará en febrero, un mes después de que lo solicitáramos. Se ha escondido durante mucho tiempo supongo que a la espera de que los datos mejoraran. Llevamos 14 días del toque de queda. El éxito absoluto es que somos una de las peores comunidades. Ese ha sido el resultado. Estamos empatadas cuatro en el índice a 14 días y seremos los peores en el de a 7 días. Si vamos hacia atrás, el crecimiento de la incidencia en Castilla y León desde el 28 de diciembre es el mayor de toda España. Lo fue ya durante las dos primeras semanas ¿por qué no tomaron ninguna medida?
Tampoco el PSOE las pidió...
No hemos querido buscar conflicto porque nos parecía que no aportaba nada.
Ya, pero puede parecer que está de acuerdo.
No. Sí advertimos en noviembre, cuando el señor Mañueco dijo aquello de “salvar la navidad” y yo lo dije en sede parlamentaria, que cuál era la estrategia, salvar la navidad o salvar vidas. La misma semana hicieron esas declaraciones. Mañueco hablaba de salvar la navidad e Igea de salvar vidas. Y advertimos de esa falta de estrategia, no la habido, no sabían dónde iban ni qué hacer. Luego la consejera de Sanidad ha dicho que relajaron medidas porque si no los hosteleros les matan. No, los hosteleros les matan porque les han engañado, porque no les han dado ayudas, porque no les han escuchado. Llevamos 10 meses de pandemia y somos la comunidad que menos dinero ha dado a ningún sector. Si el criterio es ese, no pueden defender el criterio sanitario después.
Si el Supremo determinase que ese toque de queda es ilegal, ¿estaría legitimado el Gobierno de Castilla y León o pediría usted dimisiones?
Independientemente de lo que ha sucedido, desde el primer momento hemos pedido y asumido que eso está en vigor y hay que cumplirlo. No vamos a ser nosotros tan irresponsables como lo están siendo ellos.
El PSOE no va a llamar a la rebelión cívica como ha hecho Igea…
No llamamos a rebelión ni a la sublevación porque entonces pasa lo que está pasando ahora, que no tiene legitimidad un gobierno que fuerza las leyes para pedir su cumplimiento a los ciudadanos y al resto de las administraciones. No puede, pierde toda legitimidad. No me quiero ni imaginar qué estarían diciendo Mañueco e Igea si los mensajes de rebelión y sublevación los estuviese lanzando en el País Vasco o Cataluña un presidente socialista, no me lo quiero ni imaginar, han sido ellos, cosa que nunca pensé que veríamos en Castilla y León. Si esa decisión la desautoriza el Supremo, y no sería la primera vez, porque el anterior toque de queda, que se estableció sin que hubiese estado de alarma, o confinamientos en municipios ya los tumbaron los tribunales… si esto, con un asunto tan sensible se desautoriza, alguien en el Gobierno debería asumir alguna responsabilidad, pero vamos a esperar.
Bajo su punto de vista, ¿qué ocurre en Castilla y León para que sea una de las comunidades con mayor incidencia del virus? En la segunda ola Burgos fue la capital más afectada y en la tercera es la provincia de Segovia. ¿Cómo se explica?
Mientras otras CCAA han ido subiendo y bajando, unas estuvieron muy afectadas en la primera ola y otras en la segunda, Castilla y León siempre ha estado en los primeros puestos, En la primera ola, en la segunda y en la tercera. Y más allá de que hagan comparecencias de una hora para explicarnos los datos que todos conocemos, más allá de decirnos que son los mejores, los más rápidos y los más eficaces ¿han hecho algún análisis de por qué? alguna responsabilidad tendrá la gestión de la pandemia por parte de la Junta de Castilla y León. Creo que hay muchos factores, como el envejecimiento, la población residencial. Recuerdo que es un sistema en el que se hace negocio cuidando a nuestros mayores, que no pusieron inspectores, que no se cumple la ratio de trabajadores y que no se quiere investigar lo que ha pasado. Que ahora hay otras cepas más contagiosas, vale, pero eso nos vale para la tercera ola, no para la primera y la segunda. Hay factores diferenciales de Castilla y León, como la paralización absoluta de la atención presencial, el cierre de los consultorios y centros de salud, eso impide la prevención y la atención y la vigilancia epidemiológica y acaba provocando un colapso del sistema porque si no te atienden por teléfono acabas yendo a urgencias cuando la enfermedad ya es más grave, no se pueden atender otras patologías…Lo que hay es un déficit de personal y de infraestructuras que no se ha solventado. Y lo que pasó en Soria y en Segovia, valía para marzo, pero no para ahora. En este momento Soria, Segovia y El Bierzo sufren ese déficit y estamos en el podio de los contagios.
El numero de aulas en cuarentena está aumentando, se ha pasado de decenas a un centenar, ¿cree que hay que mantener la asistencia a los colegios?
El curso escolar está funcionando muy bien en términos generales y el esfuerzo de los profesores y el personal es tremendo. Una vez más se descarga en los profesionales una parte de la lucha contra la pandemia, y hay que agradecer hasta el infinito cómo están cuidando a nuestros hijos. Ahora el incremento de aulas confinadas tiene que ver con el incremento general de la pandemia. Los brotes no vienen de las aulas, vienen de entornos sociales durante la Navidad. La educación es importante y ya fueron duros los meses de confinamiento, hay que mantener la actividad presencial.
En muchos países de Europa sí se ha optado por suspender las clases...
El criterio de los expertos no es que sea discutible, es que se va adaptando a las pruebas, pero no parece que la incidencia del virus venga de ahí, pero vamos a ver la evolución.
Se había prometido un refuerzo de la atención primaria y hemos llegado a la tercera ola con consultas telefónicas, con centros de salud que no tienen circuitos COVID, con colas en las calles... Tampoco se han dado explicaciones sobre la gestión de la pandemia en las residencias en la primera ola. Esto eran compromisos del pacto de la reconstrucción que usted firmó: ¿qué queda de ese pacto de reconstrucción, qué se ha cumplido?
Acabamos antes diciendo lo que se ha cumplido. En el ámbito sanitario se comprometió un fondo de 250 millones de euros, no logramos forzarles a más pero ya estaba bien para reforzar la sanidad. Es que no sabemos que están haciendo con el dinero, la situación es excepcional pero también es cierto que el Gobierno central les ha dado mucho dinero, mas que nunca, 998 millones de euros sólo en 2020 para sanidad, emergencia social, educación ¿Dónde está? Ya no es que se hayan gastado el dinero, que también podían haber puesto de lo nuestro, del presupuesto propio, pero no lo sabemos, el resultado es el que se plantea en la pregunta. Barracones a las puertas de los centros de salud, o 4 horas y media para una prueba de antígenos en Tordesillas. Estoy muy preocupado y el pacto por la reconstrucción nos daba la oportunidad de ser ejemplares, de romper el ruido y furia en la que se habían instalado PP y Vox a nivel nacional. Era un acuerdo de mínimos con un gobierno al que le cuesta negociar, pero eran eran útiles…pero es que sus frutos son muy pobres, muy pobres.
Salvador Illa dejó de ser ministro el pasado martes para afrontar su campaña como candidato de las elecciones en Catalunya. ¿Le parece acertado en este momento?
Me da pena porque creo que no somos conscientes de la suerte que hemos tenido de tenerlo como ministro, con sus aciertos y sus errores que todos los responsables públicos los hemos cometido durante esta pandemia. Creo que su gestión ha sido en términos generales buena y sobre todo su manera de entender y de comportarse. ¿Qué hubiera sido de nosotros si el propio ministro de Sanidad como han hecho muchos otros responsables públicos, hubiera contribuido al enfrentamiento, a la crispación? Ha ayudado a echar agua a todos los incendios y eso es digno de agradecer. No deja de ser hipócrita que aquellos que le pedían la dimisión cada día ahora lamenten su marcha sin comparecer, por centésima vez, y el frente común que han hecho las derechas y los frentes independentistas catalanes contra él. Pareciera que el objetivo es que en Cataluña las cosas no se normalicen, que los conflictos no se solucionen. Salvador Illa es el único que hoy por hoy puede ayudar a esa normalidad. Eso no sólo es bueno para Cataluña sino para el conjunto del país. Pero bueno hay quienes viven del conflicto y se sienten más cómodos en él, nosotros no.
Algunas comunidades autónomas, entre las que se incluye Castilla y León, insisten en pedir la herramienta que permita adelantar el toque de queda, aunque la Junta ya lo ha hecho, y otra para los confinamientos domiciliarios. ¿Se necesitan?
Bueno, es curiosa la manera de entender la cogobernanza. Si el Gobierno de España no me hace caso yo hago lo que me da la gana y eso hacia arriba y hacia abajo, con los ayuntamientos y las diputaciones. En fin, es peculiar. Creo que es difícil encontrar ese equilibrio entre las medidas de restricción y no asfixiar una economía. No son cifras, es la vida de la gente. Se trata de que los trabajadores, los autónomos, puedan llegar a fin de mes y dar de comer a sus familias y pagar sus hipotecas. Ese equilibrio es muy complicado, aunque si no superamos la pandemia no habrá economía que salvar ni empleos que proteger, eso está claro. Pero si parece con las medidas que hoy tienen las comunidades autónomas se puede afrontar esta tercera ola, pero con una estrategia clara y si estás dispuesto a ser responsable y a asumir tu responsabilidad. Otras comunidades sí han agotado las posibilidades del actual marco normativo, Castilla y León.
El pasado jueves, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el vicepresidente de la Junta pintó de nuevo una situación apocalíptica, con un posible estallido de casos en dos semanas, pero sin establecer restricciones. Y llegamos al sábado con un Consejo de Gobierno extraordinario en el que se han decidido medidas excepcionales en 53 municipios, con cierre de hostelería, tiendas abiertas solo hasta las 18.00. ¿Qué le ha parecido el volantazo?
Es absolutamente inaceptable que hoy, con todo lo que está pasando, de que hayamos tenido una incidencia desbocada durante un mes y sigamos siendo la Comunidad con los peores datos hagan una comparecencia de pura autocomplacencia. Las medidas que han adoptado ahora son la prueba y la demostración de que mintieron. Que sí podían haber adoptado más medidas antes, con el actual marco normativo, y no lo hicieron porque no quisieron. Las actuaciones que están llevando a cabo durante las últimas semanas tienen que ver con una batalla política y no con un criterio sanitario objetivo, por no hablar de que en la mayoría de esos 53 municipios se habla de cierre de instalaciones que no tienen, no tienen comercio, no tienen cines ¿De qué están hablando? Y no adoptan el cierre perimetral de municipios con incidencias desbocadas y que irán a comercios de otros municipios que no tengan estas restricciones. En fin, es un descontrol absoluto.
¿Derivado de la relación entre Igea y Mañueco y la postura de sus respectivos partidos?
Igea y Mañueco harán lo que sea por mantenerse en el poder. Yo nunca he dudado que fuesen a durar toda la legislatura. Siempre están dando explicaciones sobre lo bien que se llevan. Puede que sean ideales para ellos mismos, pero letales para Castilla y León.
Por último, el comité federal de su partido está previsto para octubre y ya algunos rumores apuntan a candidaturas alternativas en Castilla y León...
Si hiciera caso a los rumores sobre candidaturas alternativas o encuestas, me hubiera ido hace mucho tiempo. Esto son maniobras por parte de los de siempre, que no entienden que los tiempos han cambiado. Siento aliento y apoyo del conjunto del partido…. Y seguiré peleando por que esta tierra tenga lo que se merece, no tengo prisa por irme, todo lo contrario.