Las encuestas le dicen que hasta el domingo hay partido y el candidato socialista Luis Tudanca (Burgos, 1978) afronta una campaña en la que Alfonso Fernández Mañueco, líder del PP que lleva 35 años gobernando Castilla y León, intenta confrontar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que define como un enemigo de la región. Tudanca cree que Mañueco sólo habla de Sánchez “porque ni en estos dos años y medio ni en los últimos 35 puede presentar un balance optimista” de la situación. Durante la entrevista, repite varias veces que no va a resignarse a ver a Vox normalizado y dentro del Gobierno regional. Avisa de que el machismo y la homofobia que destila la extrema derecha en las redes sociales podría llegar al Boletín Oficial en forma de normas y confía en que la España Vaciada sea un aliado para evitarlo.
Dos años y medio de gobierno han acabado con una ruptura y un adelanto electoral y el presidente lo ha justificado por que Ciudadanos iba a traicionarlo y hablaba de un ‘riesgo cierto’ de moción de censura…
Fíjese que no se podía presentar una moción de censura hasta marzo y el señor Mañueco ha dinamitado su propio gobierno, ha dinamitado unos presupuestos en el momento más decisivo de nuestra historia desde el punto de vista económico, pero también en mitad de la pandemia en diciembre, para convocar unas elecciones en febrero. Por tanto, no es creíble, todo el mundo sabe cuáles son las verdaderas razones, que tienen que ver con la batalla orgánica dentro del Partido Popular y con el terror a ese calendario judicial endiablado que las tramas de corrupción del PP tiene aquí en Castilla y León. Esos son los dos motivos. Ciudadanos le dio el gobierno pese a haber obtenido el peor resultado de su historia al señor Mañueco y luego le sostuvo en la moción de censura. No había ninguna razón, la inestabilidad la ha generado el señor Mañueco
Pero hay quien puede pensar que por qué no iban a presentar una nueva moción de censura los socialistas si ya hicieron una, ¿por qué no iba a haber un segundo intento?
Porque no había posibilidad. Esta misma convocatoria nos dio la razón sobre los motivos de aquella moción de censura. Una de las principales razones que yo di fue que era malo para esta tierra que se adelantaran elecciones en mitad de la pandemia. Lo negaron, pero lo han hecho. Dije que este gobierno era inestable y que no estaba ocupado en lo que debía, en la sanidad pública, en la reindustrialización, en la lucha contra la pandemia, porque estaban pegándose entre ellos, y lo negaban pero ha sucedido. Dije que el señor Mañueco estaba más ocupado en las batallas del señor Casado y la señora Ayuso y lo ha demostrado. Nuestra obligación y responsabilidad era tratar de cambiar un gobierno en aquel momento. La segunda oportunidad que tuvieron quienes prometieron cambio también la desperdiciaron y lo pagarán en las urnas.
Los sondeos están variando y en varios de ellos la suma de PP y Vox no da mayoría absoluta. ¿En el caso de que tampoco sea posible formar un gobierno de izquierda sería posible un gobierno de Gran Coalición PP-PSOE o sería preferible volver a las urnas?
Aquí tiene que haber un gobierno de cambio, llevamos 35 años con un gobierno del PP que ha hecho mucho daño a esta tierra, en materia de decencia, en materia de despoblación, que ha expulsado a nuestros jóvenes por miles y miles. Hay que cambiar las políticas que han recortado y privatizado la sanidad pública, que han cerrado los consultorios públicos en el medio rural, que han hecho esta tierra cada vez más pequeña, cada vez más invisible… Hay que cambiarla, de eso va esto.
Entonces descartamos una gran coalición….
No parece que ahora la alternativa tenga que ser que consolidemos al PP. Además, hoy sabemos que hubo muchos que en las anteriores elecciones fueron con la bandera del cambio y que lo defraudaron, lo traicionaron. Hoy ya sabemos que la única manera de que haya un cambio real es que haya una victoria amplia, más rotunda aún que la del año 2019, del PSOE. Y luego, ¿de verdad alguien se está planteando después de la enorme irresponsabilidad que ha supuesto esta convocatoria electoral en mitad de la sexta ola, para a ver si con eso ganan algo en su guerra interna cambiar a Ciudadanos por Vox? Es algo que no va a suceder porque no van a sumar, porque no van a poder. Porque les van a dar una lección en las urnas los ciudadanos ¿se están planteando encima unas nuevas elecciones si el resultado no les gusta? ¿pero de verdad eso es el respeto que tienen por los ciudadanos de esta tierra? Este momento es una fase de recuperación económica muy potente, es nuestra gran oportunidad con la llegada de los fondos europeos, y mientras las demás comunidades están corriendo para generar esos cambios en el modelo económico y productivo que nos permitan crecer ,aquí nos han metido en una campaña electoral y ¿quieren volver a eso? La campaña se les está haciendo larga desde antes de empezar, ¿no? Porque trataron de convencer de que esto ya estaba hecho, nadie les creyó. Pero es que pasó también en 2019, estaban creando el relato de que esto estaba hecho, de que aquí iba a ganar siempre el PP, de que no iba a pasar nada.
¿Y si hay empate técnico?
Hay que lograr un acuerdo.
¿Con quiénes?
Con todos los que quieran cambio. Aquí la fragmentación ha llegado para quedarse porque lo deciden los ciudadanos. Una de las cosas muy importantes ahora es la capacidad de llegar a acuerdos, de dialogar con el diferente, no para repartirnos sillones y mercadear con las instituciones, que eso es lo que hicieron, repartirse ayuntamientos para evitar que el PSOE que ganó las elecciones gobernara. Yo quiero hablar, dialogar con partidos diferentes pero para hacer políticas diferentes, pero para hacer políticas diferentes, para hablar de sanidad pública, para garantizar los derechos en materia de igualdad. No estoy dispuesto a mercadear con los derechos de las mujeres de este país porque ha sido muy difícil conseguirlos, por un kilómetro más de carretera, por una inversión, eso tampoco. Sí quiero hablar con todos los que quieran cambio. Hemos demostrado que somos capaces de llegar a acuerdos con diferentes, de anteponer el interés general al interés partidista porque hemos llegado a acuerdos de comunidad con el Gobierno del PP en la pasada legislatura, en el pacto por la reconstrucción que propuse y que logramos con todos los partidos… pero lo que es muy importante para lograr esos acuerdos hay que tener palabra. Y hay que cumplirla. Y creo que hemos demostrado que respetamos los acuerdos. El señor Mañueco, en fin, no parece, ¿no?
En 2019 el PSOE ganó las elecciones pero no pudo gobernar, ¿Cómo ha sido esa victoria amarga en estos dos años y medio?
Me preguntaban entonces en esos días que si al final no lográbamos el gobierno, ¿usted se quedará o se marchará? Dije que me quedaría y que iba a seguir peleando por esta tierra. Estoy muy orgulloso de que en el PSOE tras haber ganado más de 30 años después y de que traicionaran esa voluntad de cambio hemos seguido peleando por esta tierra y hemos seguido siendo responsables y leales. Y cuando llegó la pandemia nos pusimos a disposición porque no se trata aquí de a ver quien rasca unos votos con las decisiones o dejándonos llevar por la frustración o por los egos, no. Se trata de la gente, también en pandemia. A eso me he dedicado, a seguir trabajando
¿Pero algo de frustración tiene que haber no?
Por eso, fíjese, por haber dejado atrás esa frustración hoy podemos volver a ganar las elecciones. Pudimos haber abandonado ese proyecto que habíamos construido, pudimos haber dejado tirada a esta tierra, pero no lo he hecho nunca. Me parece tan importante que esta tierra por fin tenga un gobierno diferente, unas políticas diferentes que nos permitan crecer, que nos permitan ser ambiciosos, que Castilla y León tenga voz en España, que se hable de lo nuestro, que no seamos como hemos sido en manos del PP un cortijo con el que puedan hacer lo que les dé la gana.
Ya sé que sale a ganar, pero se atrevería a decir qué pasaría en Castilla y León si pactasen PP y Vox…
Pedirme que me ponga en la tesitura de que no ganemos… que no va pasar, que no haya un cambio, que va a suceder… porque esa barrera psicológica ya se rompió, aquí ya sabemos que es posible y que esa pulsión de cambio estoy convencido de que es mayor porque las cosas han ido a peor en materia de corrupción, en materia de despoblación, en todo. Pero sí me preocupa... primero Vox, porque además esas son las dos alternativas, o hay un gobierno del PP con Vox o hay un gobierno de cambio con el PSOE, no hay más. Vox me preocupa en términos de derechos y libertades, por supuesto. Me rebelo, me niego a normalizar la entrada de la extrema derecha de Vox en un gobierno. Me niego a aceptar como normal que el PP, a diferencia de todas las demás derechas europeas, normalice la entrada de Vox en un gobierno pero es que no tenemos que imaginar que pasaría, es que aquí el PP pactó con Vox para conseguir el gobierno de Palencia, lo intentó en Burgos, en El Espinar lo hicieron e hicieron a la concejala de Vox concejala de Igualdad. Por tanto, no tenemos que imaginar si el PP le daría la vicepresidencia a Vox: sabemos que si lo necesitan lo hará y permitirá que Vox lleve al Boletín Oficial de Castilla y León lo que dice en Twitter en términos de homofobia, racismo o machismo.
Castilla y León lleva 35 años en manos del PP, imagino que en el PSOE se habrán hecho muchos estudios y análisis ¿Cuál es la clave para que hasta 2019 no hubiera esa posibilidad de cambio, finalmente frustrada `por el pacto PP-Ciudadanos?
Lo dije entonces, primero teníamos que creernos que se podía ganar. Nos lo creímos y ganamos. En el 2019 nadie se lo creía, que pudiera ganar el PSOE, no había ninguna encuesta que lo dijera, y sucedió y además sucedió de forma amplia. Teníamos que creérnoslo y tener una alternativa apegada a la tierra. Yo vine de sitios más cómodos para poner en marcha esto, para desarrollar un proyecto potente, ambicioso, del socialismo de Castilla y León. Teníamos que tener también ejemplos de buena gestión municipal, teníamos que lograr que la gente viera cómo gobernamos y ahora, además, tenemos más gobiernos municipales que nunca, gobernamos en más de la mitad de los municipios de más de 20.000 habitantes. Tenemos magníficos alcaldes y alcaldesas socialistas en Burgos, en León, en Segovia, en Soria, en Valladolid, en Ponferrada y la gente ha visto cómo gobernamos los socialistas y que gobernamos de manera diferente. Y que atendemos a los que más lo necesitan y que además tenemos ambición y defendemos nuestra tierra.
En los últimos años hemos conocido varios casos de corrupción, dos relacionados con la cúpula de la Consejería de Economía, como la Trama Eólica y el 'Perla Negra'. Parece que en 2019 pasó factura por el desplome del PP ¿en estas elecciones puede dejar tocado al PP el caso de la presunta financiación del PP de Salamanca durante las primarias que ganó Mañueco?
Sobre todo deja tocadas a las instituciones. Es que me parece intolerable lo que le están haciendo a Castilla y León desde el punto de vista ético, pero también desde el punto de vista económico. Todos estos casos de corrupción han lastrado las posibilidades de desarrollo, han hecho que mucha gente se tenga que marchar porque los empresarios no invertían aquí y no creaban empleo y nuestros jóvenes no tenían oportunidades. Todos los vicepresidentes del PP de la Junta de Castilla y León desde 1987 han estado condenados o implicados en casos de corrupción, desde el primero hasta el último. Ahora hablan de que son casos del pasado, estamos hablando de casos que están en los tribunales. En el caso de la Trama Eólica estamos hablando de 138 años de cárcel para ex altos cargos del PP, y de prácticamente 850 millones en multas. Pero el caso de las primarias del señor Mañueco es el origen del proyecto político del señor Mañueco. Ellos ya han reconocido que hicieron trampas para lograr la candidatura a la Junta de Castilla y León y además en los tribunales se juzga si hubo financiación ilegal. Es que está imputado el PP de Salamanca, su presidente provincial, su gerente… No me parece que eso pueda quedar impune desde el punto de vista judicial ni tampoco político y el PP se ha sentido impune durante mucho tiempo. Decía el otro día en el debate que hay muchas razones para el cambio pero si tuviera que elegir una, la primera, sería para que aquí tuviéramos de nuevo instituciones de las que la gente se pudiera sentir orgullosa.
¿Aceptaría el voto de Ciudadanos dejándole entrar en el gobierno?
Vuelvo a decirlo: si la negociación es en términos de 'dame un puesto, dame un cargo', que se olviden. Eso ya pasó. Cuando empezamos en 2019 después de ganar las elecciones ya empezaron con eso de a ver qué ciudades me das. Y les dije que no. Igual eso también pesó, ¿no? El PP estuvo dispuesto a darles cualquier cosa, les dio el Ayuntamiento de Palencia con tres concejales o la Diputación de Zamora.
Pero ahora no hay nada que repartir...
Bueno, pero en todo caso, me da la sensación de que tampoco los ciudadanos los van a hacer decisivos, porque han tenido ya varias oportunidades ¿no? Vuelvo a insistir: la única posibilidad de cambio, por mucho que ahora vuelvan a intentar coger la bandera, es que haya una victoria amplia del Partido Socialista. Todo lo demás, porque ya lo hemos vivido, es un riesgo de que le vuelvan a dar el gobierno al señor Mañueco.
La campaña del PP está basada en la lucha contra “la plaga sanchista” y habla muy poco de Castilla y León, de la situación sanitaria, aunque sí que ha dicho Mañueco que va a blindar la sanidad y que va a garantizar por ley que los consultorios estén abiertos…
Primero, si yo fuera presidente, si hubiera sido presidente estos años, estos 35 años, iría orgulloso de mi gestión, la explicaría, la defendería y además, tendría un balance con el que justificar y poner en valor mi proyecto de futuro. Pero no lo hacen. Y no lo hacen porque no lo tienen, porque es indefendible lo que le han hecho a esta tierra. Porque ni en estos dos años y medio ni en los últimos 35 ni el señor Mañueco ni el Partido Popular pueden presentar un balance optimista, me parece que eso ya dice mucho de lo que nos jugamos aquí. Que no quieran hablar de Castilla y León, que no quieran hablar de su proyecto, que no quieran hablar de reindustrialización, de creación de empleo, de retorno del talento, de nuestras universidades, de nuestra industria agroalimentaria, de la despoblación, de la descentralización, de la sanidad…dice muy poco de ellos. Yo sí quiero. Segundo, en materia sanitaria, hombre, que ahora la propuesta sea “voy a hacer una ley para impedirme hacer lo que llevo haciendo 35 años”… ¿Quién ha hecho los recortes? ¿Quién le ha obligado a cerrar los consultorios? ¿Ah, era porque no había una ley? Hombre, no sé si ahora vamos a tener que poner en marcha leyes para que no haya corrupción en el Partido Popular, ya las hay y eso no les ha impedido hacer lo que han hecho. También hay leyes que garantizan y que establecen que la sanidad pública es un derecho, no es una dádiva. Por eso es indignante que estamos hablando de que hay cientos de pueblos que llevan un año y medio sin ver un profesional médico, un año y medio…y que piden en muchos casos que vaya un profesional un día a la semana, que es lo que tenían, no tenían más.
Por tanto, sí, hay que blindar la sanidad, pero con presupuesto, con inversión en atención primaria, con más profesionales, con incentivos para que vayan a los sitios donde es más difícil que vayan, a esas plazas de difícil cobertura, hay reabrir los consultorios médicos en el medio rural porque es un derecho, pero también hay que garantizar que haya citas en atención primaria en 48 horas, porque el deterioro de la sanidad es en el medio rural pero también en las zonas urbanas. Hay que dejar de privatizar, dejar de dar dinero a los amigos para que hagan negocio con la salud de todos e invertir en sanidad pública para reducir las listas de espera, para que haya más profesionales también en los hospitales, es que en Castilla y León casi uno de cada diez ciudadanos está esperando una consulta con un especialista. Hay más de 230.000 castellanos y leoneses, esperando una cita con un especialista ¡para diagnosticarles! Y eso no tiene que ver con el COVID, tiene que ver con la atención a otras patologías, con la prevención, con la salud en términos generales…a eso quiero dedicar yo el gobierno, a poner en marcha una ley que establezca plazos máximos para ser atendidos y con eso reducir las listas de espera…
Ciudadanos sostiene que la única solución era la de su Plan Aliste, con consultorios rurales agrupados para dar servicio a varios municipios…
Es que su modelo sanitario es el de privatizar y el de recortar, es que su modelo sanitario es el de gestionar la miseria, es decir, como no hay médicos pues vamos a hacer que la gente tenga peor servicio. Pues el modelo no puede ser ese. Vamos a incrementar el presupuesto en atención sanitaria. Hay que incrementar el presupuesto en atención primaria hasta que alcance al menos un 25% de la inversión sanitaria global. Ahora tenemos una magnífica oportunidad porque no tenemos un problema de recursos económicos. Ahora, tenemos que saber dónde destinarlos. En Castilla y León se han recibido 1.600 millones de euros de fondos COVID para mejorar los servicios públicos durante la pandemia, pero es que tenemos la oportunidad de los fondos europeos, que también debemos utilizarlos para modernizar nuestra economía y para mejorar los servicios públicos. El señor Mañueco habla de blindar la sanidad, pero es que ya hay establecida una norma con una atención mínima en los consultorios médicos de Castilla y León que no están cumpliendo, al menos recuperemos eso, al menos…
El CIS apunta que la despoblación es la principal preocupación de los ciudadanos de Castilla y León ¿Cuál es la propuesta del PSOE para combatirla?
Vamos a poner en marcha una ley de reto demográfico con un presupuesto y una estrategia propios para aprovechar estos fondos europeos, como han hecho otras comunidades autónomas, porque somos la única que no tiene un plan propio. Tenemos que reindustrializar y aprovechar para modernizar nuestra industria agroalimentaria, para atraer empresas de automoción, de energías renovables, desde el hidrógeno, de la cultura , del idioma…tenemos que mejorar nuestras infraestructuras, tenemos que garantizar la prestación de servicios públicos, queremos poner en marcha centros de formación profesional en las comarcas para formar a nuestros jóvenes y además integrarlos en el mercado laboral en esos sectores que ahora están en crecimiento. Vamos a extender por fin la digitalización a todo el territorio de Castilla y León , que tiene que llegar, que nos lo llevan prometiendo 20 años…queremos que haya descentralización. Este país tiene enormes desequilibrios, lo primero que henos hecho ha sido reivindicar que el gobierno de España cambie la política y atender a esa España interior que tanto necesita y a la que tanto se le debe. Por eso hemos impulsado la Ciuden, el Incibe en León, por eso hemos puesto en marcha Monte La Reina en Zamora, por eso el Centro de Competencias Digitales de Miranda de Ebro, por eso el Centro de Innovación y Formación Profesional en Segovia, por eso el Centro de Datos de la Seguridad Social y el Museo Nacional de Fotografía en Soria, por eso la descentralización también en términos económicos, sociales e institucionales tiene que llegar también a Castilla y León, no puede ser que esta sea la Comunidad con más desequilibrios de toda España, no puede ser. No hay que renunciar, hay que reconstruir, hay que reequilibrar ese modelo de desarrollo y hay que hacerlo ya.
Esos desequilibrios también han propiciado que haya partidos como España Vaciada, que se presentan a las elecciones ¿Puede tener Castilla y León un problema territorial?
Es que esos desequilibrios son un problema territorial. Es que en términos de desarrollo, de equidad, yo quiero apostar por un proyecto que le dé también más a quien más necesita. Aquí se trata de que crezcamos todos y de que crezcamos juntos, no se trata de quitarle nada a nadie. Se trata de que apostemos en aquellos sitios donde hace más falta. Cuando en la pasada legislatura propuse un pacto industrial en Castilla y León por primera vez, y recuerdo que fuimos la última Comunidad en tener Ley de Industria, como si no nos hiciera falta, una de las cosas que logramos fue convencerles, aunque luego no lo pusieran en marcha, de que hubiese programas de fomento territorial industrial específicos para aprovechar el potencial de determinadas comarcas y zonas porque son diferentes, pero sobre todo para reequilibrar, claro que hay que hacerlo. Sobre el movimiento de la España Vaciada, humildemente lo digo, los socialistas llevamos mucho tiempo defendiendo que España no puede ser solo Madrid, que no podemos vivir y trabajar todos en Madrid, que este país se tiene que reordenar. Pero yo les reconozco también lo que han hecho para visibilizar a esta España vaciada. También digo que este movimiento es muy heterogéneo, en Valladolid en su lista electoral llevan a exmiembros de Ciudadanos, y muchos de los que yo conozco, que llevan tiempo trabajando en la España Vaciada tienen cierta frustración por la dirección hacia la que ha ido este movimiento, por cómo lo han utilizado algunos. Pero confío en que sean aliados del cambio, no se puede recortar derechos en igualdad o dar el gobierno a Mañueco o a Vox a cambio de un trozo de autovía.