El PP anticipó su mal resultado en las elecciones autonómicas: gastó en campaña la mitad que en 2015
El PP de Castilla y León preveía su caída en las elecciones autonómicas de mayo y redujo su gasto de campaña a la mitad. Se destinó 277.256 euros en la campaña electoral de mayo, una cifra inferior a la que ha registrado en otras citas con las urnas. “Veníamos de obtener 66 diputados en el Congreso en las generales”, explica a eldiario.es el gerente de campaña del PP y responsable de publicidad y medios, Pedro Viñarás. Entre otros, por este motivo se decidió reducir la partida para las autonómicas. “En Madrid nos marcaron un límite de gasto y eso es lo que mantuvimos. El límite es lo que cumplimos”, añade. “Además, había elecciones autonómicas, municipales y europeas conjuntas... Hubo actos conjuntos y apostamos por poner más banderolas municipales que autonómicas”, asegura el 'popular'.
El PP rebajó a la mitad la inversión en publicidad y propaganda (hasta 93.083 euros) y los gastos por el alquiler de locales para mítines (hasta 9.634), según explica el informe sobre el examen de la contabilidad electoral elaborado por el Consejo de Cuentas de Castilla y León.
El partido podría haber emplado más dinero inicialmente y haberlo recuperado con las subvenciones que da la Junta y que le permitía aspirar hasta una subvención de 469.524 euros. “Yo creo que gastarse mucho dinero en campaña tampoco vale para tanto... se ha demostrado con las últimas elecciones generales, no se modifica realmente el voto por poner más dinero”, explica Viñarás.
La publicidad del PP en los medios de comunicación durante la campaña se redujo tanto que destinó menos presupuesto que el PSOE y Ciudadanos y superó a la partida de Podemos en apenas siete mil euros. Los 'populares', que en la pasada legislatura contaban con 42 procuradores (de 84), gastaron 27.377 euros en publicidad en prensa (un 70% menos), mientras que Podemos, que en esa legislatura contaba con 10 escaños, dedicó 20.043 euros.
El PP también recortó a la mitad la inversión en publicidad exterior como banderolas en postes o farolas y carteles en vallas, entre otros. El partido que dirige Alfonso Fernández Mañueco, actual presidente autonómico, destinó 28.107 euros a la publicidad exterior. “Si tú llenas la ciudad de banderolas, parece que ese es el candidato ganador y hay gente que se puede sumar al carro, pero yo creo que no modifica mucho el voto. Cuanto menos se pueda gastar, mejor”, indica Viñarás. Lejos queda la época en la que el PP de Castilla y León declaraba invertir más de un millón de euros en la campaña electoral, como se destinó en los comicios autonómicos de 2007 y 2011. El año anterior a la crisis económica, el PP desembolsó 1,19 millones de euros y, en plena crisis, 1,08 millones de euros.
Los costes derivados del envío de propaganda y publicidad directa del PP no supera los 100.000 euros porque el partido decidió incluir los sobres y papeletas autonómicos al mailing municipal para reducir los desembolsos. “Somos más ahorradores que el PSOE. Podríamos haber mandado dos cartas sin ningún problema [la Junta también lo subvenciona] , pero no nos parecía muy bien, estaría mal visto”, explica el gerente de la campaña electoral. “Hacemos un servicio a la Comunidad no gastándonos ese dinero”, agrega.
El partido que más desembolsó para la campaña electoral del 26-M fue el Partido Socialista de Castilla y León: 813.460,71 euros, un 5,45% más que en las anteriores elecciones. Más de la mitad de este presupuesto se destinó a la publicidad y propaganda. De los 499.519 euros de publicidad, 82.973 se dedicaron a banderolas y carteles; y 83.272 a publicidad en los medios de comunicación, cifras ligeramente superiores a las que se contabilizaron en 2015. Los socialistas han reducido su gasto en las últimas elecciones un 14,75% en las últimas cuatro campañas electorales, puesto que en 2007 destinaron 954.162 euros.
Fuentes socialistas explican que el partido preveía mejorar sus resultados por eso plantearon una campaña “ambiciosa y exigente”. “Se puso el acento en una campaña, muy centrada en nuevas tecnologías, redes sociales y publicidad digital, que es cara. Eso ha diferenciado al PSOE respecto a otros partidos”, aseguran estas mismas fuentes, que destacan “la experiencia” del partido “a la hora de explorar las posibilidades legales de los gastos de Castilla y León”.
Con una redistribución de los recursos económicos, el PSOE prácticamente duplicó el desembolso en transporte hasta 36.825 euros. También incrementó un 761% la partida para correspondencia y franqueo, según los datos declarados por el PSOE, que gastó en este concepto 14.258 euros en 2015 y 123.049,27 euros en la campaña de este año. El PSOE también ha remunerado al personal vinculado a la campaña con 14.968 euros.
Todas estas cantidades las han pagado los ciudadanos y no los partidos, debido a que las formaciones y coaliciones políticas únicamente adelanta el dinero. Después, la Junta de Castilla y León otorga subvenciones para sufragar el precio de la campaña. La de mayo, en total, ha costado 1,3 millones de euros que han recibido los partidos en concepto de subvención. Ni PP ni PSOE superaron el gasto máximo previsto ni la subvención máxima a la que podían aspirar, por lo que la Junta ha subvencionado todas las inversiones de 'populares' y socialistas.
Las ayudas públicas se fijan en función de los resultados. Se entregan 10.205,62 euros por cada escaño obtenido y 0,40 euros por cada voto conseguido en cada circunscripción en la que se ha obtenido un escaño como mínimo. Además, Castilla y León subvenciona a los partidos y coaliciones los gastos originados por el envío directo y personal a los electores de sobres y papeletas electorales o de propaganda y publicidad electoral: 0,19 euros por elector, siempre que la candidatura de referencia haya obtenido representación parlamentaria. Además, la Junta proporciona un anticipo de la subvención en función de los resultados obtenidos en las pasadas elecciones: el 30% de la subvención de 2015 como máximo.
Partidos que pierden dinero
Así, PP, PSOE, Vox y Por Ávila han recibido la totalidad de los gastos de campaña que han declarado. Sin embargo, otros partidos han perdido dinero. Entre ellos, Ciudadanos y Podemos. El partido de Francisco Igea destinó 237.129 euros en las dos semanas de campaña, que se tradujo en 12 procuradores en las Cortes de Castilla y León. El presupuesto de Ciudadanos aumentó un 335,12% respecto a la cita de 2015, cuando desembolsaron 54.497 euros. Desde el partido atribuyen este incremento a que hace cuatro años Ciudadanos no contaba con una implantación en España ni diputados.
En mayo la estructura se había consolidado con presencia política en casi todas las comunidades y el partido tenía más capacidad económica, que de nuevo se verá reducida tras las elecciones de noviembre que les dejaron con 10 diputados en el Congreso. Por otra parte, Ciudadanos Castilla y León no ha declarado ningún coste por envíos directos de propaganda y publicidad electoral. A pesar de todo, Ciudadanos ha superado el desembolso económico con respecto a la subvención máxima. El límite de esta ayuda para gastos ordinarios de Ciudadanos es de 202.619 euros, por lo que el partido ha tenido que asumir 34.510 euros.
La coalición de Podemos con Equo, encabezada por Pablo Fernández, también ha tenido que asumir gastos, puesto que la subvención de la Junta solo ha bastado para cubrir la mitad del coste de la campaña. Como solo obtuvo dos procuradores y, en correspondencia con los votantes conseguidos, Podemos aspiraba a una subvención máxima de 31.753 euros, pero destinó 61.617 euros en las dos semanas previas a las elecciones autonómicas.
El gasto de la Unión del Pueblo Leonés (63.270 euros) también ha superado la subvención (57.011 euros) que le ha asignado la Junta de Castilla y León en función de sus resultados en las autonómicas, con un solo procurador.
Financiación de las campañas
El Consejo de Cuentas también hace públicos los datos de la financiación de las campañas. ¿De dónde procede el dinero? De los anticipos que proporciona la Junta de Castilla y León, de los propios partidos y coaliciones o incluso de créditos, como el PSOE. Los socialistas recibieron un anticipo de la subvención (231.416 euros), dos créditos concedidos por Caja Rural de Zamora (con límites de 241.000 y 259.000 euros), y fondos provenientes de aportaciones de la formación (76.21 euros). Ambos crétidos tenían un tipo de interés del 2,5% fijo, y del 0,5% del saldo no dispuesto.
El PP solo pidió un anticipo de 160.797 euros, y el partido aportó la cantidad restante: 118.038 euros. Ciudadanos percibió un anticipo de 16.349 euros y la formación depositó 222.300 euros. Podemos y UPL también obtuvieron un anticipo de las subvenciones, de 18.553 y 17.291 euros, respectivamente. Podemos-Equo también financió su campaña con fondos propios (45.321 euros) , algunos procedentes de microcréditos de particulares (39.250 euros). La UPL recibió, además del anticipo, un préstamo con garantía personal a la Caja Rural de Zamora para la financiación de capital circulante por importe de 75.000 euros. El 50% fue destinado a financiar el proceso electoral autonómico, con una duración de 48 meses desde su formalización y un tipo de interés deudor anual del 2,25%.
Izquierda Unida, obligada a devolver el anticipo de la subvención
La coalición de Izquierda Unida no obtuvo los resultados deseados en los comicios de mayo, que aspiraba a tener grupo propio y perdió su único procurador, José Sarrión, que dimitió poco después del 26-M. IU gastó en las dos semanas de campaña 85.594 euros, la mayoría de los cuales fueron destinados a costes de publicidad y propaganda (54.738 euros). Sin embargo, al no obtener representación en las Cortes de Castilla y León, no ha recibido ninguna subvención. De hecho, ha tenido que devolver el anticipo de 10.000 euros que adelantó la Administración autonómica. El resto de la financiación necesaria ha procedido de los fondos de IU, Anticapitalistas y Partido Castellano, además de un particular que aportó 600 euros.