El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, ha bloqueado dos mociones del PSOE que, a pesar de haberse registrado en tiempo y forma, según informas fuentes del Grupo Provincial Socialista, no han sido incluidas en el orden del Pleno del próximo viernes. Una de las propuestas es para pedir la dimisión de Iglesias, que además es presidente del PP de Salamanca, por su imputación en el 'caso primarias' y otra es para reprobar y pedir la destitución del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo. Por contra, Iglesias sí que incluye en el orden del día una proposición conjunta de PP y Ciudadanos para pedir al Gobierno de España la no revisión del delito de sedición.
El PSOE ya pidió la dimisión de Javier Iglesias hace un año, cuando se le imputó junto al propio PP de Salamanca y a su gerente en la causa por presunta financiación ilegal del partido. Iglesias aseguró entonces que algunos tendrían que “pedir perdón” y que la situación se aclararía “convenientemente”. Una vez que se mantiene su imputación el PSOE argumenta que la Diputación “lleva un año con un presidente imputado por financiación ilegal del Partido Popular, que también preside” y que “la imputación se mantiene tras rechazar el juez que ésta se retire”. De este modo, la Diputación de Salamanca “tiene aún, tras confirmarlo el juez, un presidente imputado por financiación ilegal de su partido”. Para los socialistas la situación es “anómala” y considera “intolerable” que Salamanca “continúe regida por un presidente imputado por financiación irregular de partido político, por lo que ello supone de total ausencia de ejemplaridad moral” y por “el lastre que significa” tener un presidente imputado y, “por tanto, socialmente señalado, éticamente interpelado e institucionalmente inhabilitado”. Por ello solicita su dimisión como presidente y la entrega del acta de diputado provincial.
Respecto a la propuesta sobre el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, el PSOE pide su reprobación y destitución por el “intolerable episodio” del pasado 25 de octubre, cuando se refirió al PSOE como “banda criminal”.
“Su actitud y forma de actuar no es anecdótica, sino que se inscribe en una estrategia general del partido Vox, en virtud de la cual no retiró sus insultos. Sus extralimitaciones y excesos verbales ponen en entredicho la calidad democrática, generan odio y confrontación entre nuestros vecinos y vecinas, poniendo en peligro la armonía y el consenso sobre las normas de comportamiento que deben regir nuestra pacífica y democrática convivencia”, aducen. Además de subrayar la ofensa que supone para la honorabilidad personal de los socialistas, solicitan que se condene “rotundamente” el comportamiento de García-Gallardo, en las de Castilla y León, “sede de la representación política del pueblo” por “no estar a la altura”, así como que se le repruebe y se le exija que se retracte y pida disculpas públicas por sus “ignominiosos comentarios”, y que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco le cese “de manera inmediata”.