El Grupo Municipal Socialista de Valladolid ha solicitado que se retire temporalmente el proyecto de Presupuestos que el Ayuntamiento de Valladolid, que fue aprobado en Junta de Gobierno el pasado lunes y que espera su aprobación el próximo viernes.
En este marco, el PSOE ha señalado que el calendario “precipitado” que ha impuesto Carnero para aprobar los presupuestos “ha provocado que la Comisión de Hacienda se haya celebrado hoy, en medio del proceso de comparecencias de los concejales, porque quedan pendientes aún cuatro sesiones previstas para la próxima semana”.
“Es la última prueba de la irracionalidad de este proceso y, en consecuencia, el Grupo Municipal Socialista, ha solicitado formalmente la retirada del proyecto de Presupuestos del Ayuntamiento de Valladolid de 2024”, han apuntado los socialistas.
Así lo ha solicitado el portavoz, Pedro Herrero, que ha pedido una semana más para que los grupos de la oposición dispongan del tiempo “suficiente” para analizar los presupuestos y preparar las enmiendas y, ha añadido que “no hay ningún impedimento jurídico que impida la concesión de esta prórroga”.
Pedro Herrero, además, ha recordado que en la reunión mantenida el pasado 18 de diciembre con el alcalde también se advirtió de las prisas en la aprobación de los presupuestos y por ello pidió más plazo, pero Carnero respondió a los grupos de la oposición que “bajo ningún concepto”.
Además, el PSOE también ha respondido al argumento que ha utilizado los últimos días el equipo de gobierno PP-Vox sobre el procedimiento utilizado en 2015, en el primer mandato de Óscar Puente, cuando se repitió el mismo calendario que en la actualidad.
“Existe una gran diferencia”, han apuntado desde el Psoe, ya que en la Comisión de Hacienda celebrada el 18 de diciembre de 2015 “ningún concejal puso objeción alguna; ningún concejal ni del Partido Popular ni de Ciudadanos se quejó del calendario”.
En esta ocasión, ocho años después, el ruego ha sido “explícito y reiterado”, tanto del PSOE como de VTLP.
Según ha explicado Pedro Herrero, la decisión de Carnero supone “una falta de respeto a los grupos de la oposición y también a los funcionarios, a quienes se somete a un estrés innecesario e injustificado”.