Quién votó a Vox en Castilla y León: hombres jóvenes, autónomos y de clase alta
Hombres jóvenes, autónomos y de clase social alta. Es el perfil medio de los votantes de Vox en Castilla y León en las elecciones del 13 de febrero, cuando el partido de Santiago Abascal obtuvo el 17,6% de los votos y 13 escaños en el parlamento autonómico. Un estudio publicado en la revista de la Asociación Profesional de Sociología de Castilla y León (Socyl) perfila el votante medio del partido ultraderechista a través de la encuesta preelectoral del CIS.
“Queríamos hacer un análisis individual, aunque también nos gustaría investigarlo a nivel contextual”, apunta uno de los investigadores, Álvaro Sánchez, doctorando en la Universidad de Salamanca y que investiga los vínculos entre la despoblación y el comportamiento electoral.
Su compañero de investigación, Imanol Negral, es doctorando en la Universidad del País Vasco y está estudiando la derecha radical europea comparada. “Vox consigue movilizar a un electoral muy cansado y apático con la situación en Castilla y León, y que es muy transversal. Los hay que se consideran de centro, de centro derecha y de extrema derecha”, explica a este diario.
Electorado joven
Mientras otros estudios han analizado a Vox en comunidades más “mainstream” como Cataluña o Andalucía, y ahí vieron el hueco que había sobre Castilla y León, una comunidad históricamente del PP, en la que Vox apenas irrumpió en las Cortes en 2019 (con un solo procurador) y que consiguió ser el tercer partido más votado tan solo tres años después.
El electorado promedio de Vox en Castilla y León está configurado por hombres jóvenes que van a votar porque perciben un deterioro en la comunidad, con un voto volátil. “Es llamativo porque en Castilla y León, con los pocos jóvenes que hay, y son un elector fuerte de Vox”, explica Sánchez.
El comportamiento del electorado de la ultraderecha en Castilla y León es distinto al de otros partidos ultraderechistas en Europa: en la encuesta preelectoral mostraron su intención de votar a Vox trabajadores y miembros de las clases altas, mientras en Europa se nutren de trabajadores de clases medias bajas y desempleados. La desigualdad que vive Castilla y León reduce el apoyo a Vox, como no sucede en Europa, porque las clases más bajas optan por apoyar a la izquierda.
Vox, la excepción en Europa
Estos trabajadores (con un nivel bajo de estudios) se caracterizaban por ser empresarios y autónomos, quienes consideraban a Vox como una apuesta “más viable” que los asalariados. “Vox es la excepción que atrae a rentas medias tirando a altas, una tendencia que se cumple en Castilla y León”, agrega Sánchez.
Tampoco queda muy claro el peso del medio urbano o rural en el voto en Castilla y León. Mientras en Europa tienen mayor penetración en las zonas rurales, que generan resentimiento como “consecuencia del aislamiento y abandono”. “Para Castilla y León, con una distribución demográfica ruralizada y en deterioro, no encontramos evidencia empírica para el argumento del resentimiento de estas zonas y el apoyo a la Derecha Radical Populista”, zanja el estudio, que justifica este fenómeno por el arraigo que tienen los partidos tradicionales (sobre todo el PP) en zonas rurales.
Ese CIS preelectoral clarificó una de las grandes preocupaciones que planean sobre Castilla y León: el principal problema para el 30% de los encuestados es la despoblación. Sin embargo, no parece haber un vínculo directo entre esta preocupación y el apoyo a Vox. Aquellos preocupados por esta cuestión canalizaron su insatisfacción sobre formaciones de la España Vaciada o no implicó un cambio en el sentido de su voto.
Estos investigadores han categorizado las principales preocupaciones del electorado de Castilla y León. Aquellos que mostraron su intención de votar a Vox consideraban más relevante los problemas socio-políticos (y de clase política), los económicos y la educación, aunque esta última en menor medida. “Lo que hacen los partidos políticos, la inestabilidad política, la gestión del gobierno previo, la falta de acuerdos... ha sido un factor más relevante que la despoblación”, explica Negral.
¿Qué pasará en Andalucía?
Estos investigadores ya han realizado unas pequeñas pruebas para ver si es similar el tipo de electorado de Vox en Andalucía, que tiene una cita en las urnas este domingo 19 de junio. También —parece— se trata de hombres jóvenes de clase social elevada, aunque más urbana que rural. En Andalucía está más clara esta diferencia que en Castilla y León. Además, sus votantes provienen del PP, Ciudadanos y de la abstención, algo que no pasaba en Castilla y León, donde sobre todo venían de votantes 'populares'.
Esta vez prevén añadir un nuevo factor, el individualismo del electorado, para conocer si el estado civil influye en su voto. “Los hombres separados o divorciados dirigen su voto a Vox con mayor asiduidad que los casados. En el caso de viudos y solteros no hemos encontrado una relación estadística significativa”, indica Negral.
La idea que tiennen, continúa Sánchez, es comparar la intención de voto de 2022 con 2018 de Andalucía, cuando Vox arrancó su ciclo electoral. “Podemos ver cómo era el vox inicial, más radical que ahora y con otros temas en la agenda... en inmigración, por ejemplo, se está haciendo menos énfasis que en 2018”, justifica. “Macarena Olona está guiando la campaña a las clases populares y el electorado rural, pero vistos los análisis previos, podría no estar acertada con el electorado al que quiere llegar, porque su votante es urbano y está preocupado por problemas de clase política y no en problemas populares”, aventura Negral.
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