A seis días de que se celebren las elecciones en Castilla y León y con la entrada en vigor de la prohibición de difundir encuestas –según la Ley Orgánica de Régimen Electoral General—, el promedio de los sondeos apunta a una victoria del Partido Popular con el 34% de los votos. Sin embargo, detrás de la foto fija hay malas noticias para los de Alfonso Fernández Mañueco. Los populares han perdido casi seis puntos porcentuales en estimación de voto desde la convocatoria adelantada de elecciones, y se han dejado uno en tan solo la primera semana de campaña.
Esos pronósticos alejan el sueño de Mañueco de gobernar en solitario tras los comicios y colocan a Vox como su opción preferente para formar mayoría absoluta, un apoyo que los de Abascal aspiran a cobrarse entrando en el Gobierno. El partido de extrema derecha capta buena parte de los apoyos perdidos por el PP y podría superar la decena de escaños el 13F.
Así lo refleja la media de las encuestas, que sitúa al PSOE como segundo en los comicios. Los socialistas obtendrían entre el 28 y 29% de votos. Aunque el partido se mantiene estable desde el final del mes pasado, los de Luis Tudanca se dejaría más de seis puntos desde las elecciones de 2019.
Vox quedaría en tercer lugar con cerca del 14% del voto, su mejor marca en lo que va de año. Unidas Podemos se mantiene estable a lo largo de toda la campaña en torno al 7% mientras que Ciudadanos, que se quedaría con el 5% de los votos, cae más de 10 puntos desde las pasadas elecciones. La plataforma España Vaciada se acerca a su máximo (4%) en votos; y, Unión del Pueblo Leonés, estable a lo largo de la carrera, sigue por debajo del 4%, aunque rozando su mejor registro histórico.
Este escenario plantea un equilibrio de bloques desigual. El bloque de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) ha caído cerca de cuatro puntos porcentuales desde que se oficializó la convocatoria anticipada de elecciones, pero se mantiene estable en su conjunto desde el inicio de campaña con más de 15 puntos de ventaja sobre el bloque de la izquierda (PSOE y UP).
Además, con el 52% de los votos, la derecha no pierde espacio respecto a las autonómicas de 2019, mientras que la izquierda se deja hasta siete puntos, para colocarse con cerca del 36% del voto.
En estas elecciones, en cambio, hay un bloque conformado por partidos provinciales (Unión del Pueblo Leonés –UPL–, Por Ávila –XAV–, España Vaciada –EV– y Zamora Decide –ZD–) que se ha visto impulsado por la llegada de nuevas plataformas bajo la candidatura de España Vaciada.
La propia España Vaciada podría irrumpir como primera fuerza en Soria (con más del 40% de votos) y cuarta en Burgos (9-10%). Además, las expectativas de UPL en León (15-16% de los votos) son altas y XAV podría alcanzar el 15% de los votos en Ávila. Este escenario, junto con el 7-8% de votos para Zamora Decide –escisión del PSOE—, colocan al bloque provincialista con el 8-9% de los votos en toda la comunidad, cinco puntos porcentuales más que en 2019.
El PP y Vox con la mayoría absoluta, el modelo más probable
Una vez que se tiene la intención de voto para cada partido en cada una de las nueve provincias de Castilla y León, se agrega la incertidumbre –que se basa en predecir qué error podrían cometer las encuestas el día de elecciones— para terminar simulando las elecciones en 10.000 ocasiones en cada circunscripción. De esta forma, no solo se conocerá cómo se distribuyen los escaños para cada formación, sino también las probabilidades de que un evento concreto termine sucediendo.
De esta forma, el modelo considera que el PP sería la fuerza con mayor representación en el parlamento, con 33 escaños y una horquilla que va desde 30 hasta 36. Le siguen el PSOE, con 26 o 27 escaños (24-29), Vox con 10 u 11 (8-13), EV con 4 (2-9), UP con 3 (1-5), UPL con 2 (1-4) y, por último, Cs y XAV con 1 escaño, con una horquilla de 0-3 y 0-2 respectivamente.
El modelo estadístico aleja la idea de Mañueco de gobernar con mayoría absoluta en solitario, aunque apunta a que la derecha volvería a sumar mayoría absoluta con casi toda seguridad. La suma entre PP y Vox alcanzaría los 43 escaños, dos más que las necesarias para conseguir la mayoría absoluta.
Pero las opciones del PP no quedan ahí. El PP podría consolidar una mayoría absoluta sin Vox, llegando a un acuerdo de investidura con partidos de carácter provincial como UPL, EV o XAV. Esta opción sería factible en 7 de cada 10 ocasiones, lo que supone que no es un escenario seguro, pero es bastante probable.
En cambio, las encuestas no vislumbran claras mayorías para el bloque de la izquierda. Acaso, un bloque que aglutine todas las fuerzas políticas excepto PP y Vox –e incluyendo a XAV, escisión del Partido Popular— sumaría la mayoría absoluta en 5 de cada 100 ocasiones, lo que obliga a mejorar sus resultados de aquí al domingo.
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