El segundo debate entre los candidatos a la Junta de Castilla y León debía ser el definitivo, el que recolocase a cuatro políticos que no acabaron de brillar en el primero. El líder de Ciudadanos, Francisco Igea consiguió soltarse del todo, él mismo se definió como “la novia” y casi se convirtió en un meme de Julio Iglesias cuando afirmó con rotundidad: “todos nos quieren y ustedes, también”.
El candidato del Partido Popular, Alfonso Fernández Mañueco, repitió esquemas: si en el primer debate su partido era “el del empleo”, “el del mundo rural” y, en definitiva el partido de todo lo que se hablase -a excepción de la corrupción, que ahí no quiso que fuera el primero- en esta segunda parte, el PP había convertido a Castilla y León en “la primera en Sanidad”, la “primera en Educación”, “la primera en Dependencia” y “la primera en Infraestructuras”. Apenas esbozó propuestas.
El candidato socialista, Luis Tudanca, se dio un cómodo paseo. Aludió a la victoria del PSOE en las elecciones generales y apeló al voto para que también gane en las autonómicas porque nada puede darse por hecho.
El líder autonómico de Podemos, Pablo Fernández, algo descolocado en el primer debate, decidió apuntar contra todos en este segundo. Tuvo momentos brillantes, pero no los remató, quizás por carecer de un objetivo claro. Se declaró “epatado” por haber coincidido con Fernández Mañueco en una sola cosa: quería saber si PSOE y Ciudadanos pactarán.
El azar del sorteo colocó a la izquierda de la pantalla a Fernández Mañueco y a la derecha a Pablo Fernández.
Una Sanidad “caótica”
El debate arrancó con el bloque de Sanidad que tantos disgustos ha dado al Partido Popular durante la legislatura. Todo tipo de colectivos han demandado en varias ocasiones la dimisión del consejero, Antonio María Sáez Aguado, que llegó a elaborar un manifiesto 'espontáneo' apoyándose a sí mismo. Tudanca recordó que la Ley General de Sanidad la puso en marcha un ministro socialista asesinado por ETA, Ernest Lluch. “La salud es lo primero”, dijo, pero sin embargo, la Junta de Castilla y León usa un modelo “que privatiza y recorta”. Y tiró de cifras: 700 millones menos invertidos desde 2011. Los mismos millones, añadió, del sobrecoste del Hospital de Burgos. “Vamos a revertir esa privatización”, anunció.
Como si no fuese con él, Fernández Mañueco, presumió de que en la provincia de Salamanca hay 247 consultorios, “más que Cantabria y Asturias juntas”. El dato parecía abrumador y ningún otro candidato se lo discutió, pero es que olvidó añadir que Salamanca es la segunda provincia española con mayor número de municipios (362) y Cantabria (102) y Asturias (78) están entre las que menos tienen. A continuación, echó la culpa de todo, no dejaría de hacerlo en todo el debate, a “la crisis socialista”, en referencia a la crisis económica provocada por la burbuja inmobiliaria.
Pablo Fernández, más fresco que en el primer debate, lanzó varias proclamas como “la sanidad no es un negocio, es un derecho” o “la sanidad no se vende, se defiende” y prometió revertir los recortes del PP junto a su “cómplice”, Ciudadanos -que posibilitó la investidura de Juan Vicente Herrera en la anterior legislatura gracias a su abstención-. Igea fue rápido en su respuesta. Su partido, señaló, ha sido el único que ha llevado a la Fiscalía el sobrecoste del Hospital de Burgos. Además, desgranó todos los problemas de la sanidad de Castilla y León: Profesionales precarios, listas de espera maquilladas, gestión politizada y “absolutamente caótica”...
Mientras Podemos, PSOE y Ciudadanos propusieron medidas para mejorar la Sanidad, especialmente en el medio rural, el candidato del PP se aferró a una calificación de la Federación de Plataformas en defensa de la Sanidad situaba a Castilla y León como la mejor Comunidad, fue imposible sacarle de ahí.
Igea, médico de profesión, tuvo cierta superioridad en ese bloque de Sanidad. Mientras Fernández le decía que él y el candidato del PP hacían “de Pimpinela”, él respondía que no “pegó la vuelta” -como en la canción del dúo- y denunció los sobrecostes del Hospital de Burgos ante la Fiscalía. Además, corrigió la afirmación que hizo Fernández sobre el aumento acreditaciones docentes gracias a Podemos: “Lo aprueba el Consejo Nacional de Especialidades, no el Gobierno”, espetó. Al PP le reprochó que confundía “el ladrillo con los servicios públicos”. Según él, han hecho los hospitales para las constructoras mientras hay consultorios “sin internet y sin ecógrafos”.
Educación: “modelos fracasados de otras comunidades”
En el segundo bloque del debate, sobre educación, se vivieron algunos momentos de tensión entre los candidatos a presidir la Junta. “No sé si se presenta a las Cortes de Castilla y León o al club de la comedia”, le espetó el candidato de Podemos a Mañueco, al recordarle que en los últimos años no han puesto en marcha la educación de 0 a 3 años, una de las pocas propuestas que Mañueco anunció durante el debate.
El candidato popular aprovechó sus intervenciones para defender el modelo educativo castellano y leonés: “Según el informe PISA es el mejor de España y el séptimo del mundo”, a lo que Igea, que fue combativo también durante este bloque, le pidió que se fijase en otros datos como el del gasto de investigación o universidades. El candidato de Ciudadanos le acusó de utilizar información falsa “Usted saca los datos de la chistera. La inversión ha bajado un 35% según la Conferencia de Rectores”, dijo Igea en una acusación que quedó sin respuesta.
Mañueco tan solo rompió la monotonía de su discurso para lanzar puyas contra el candidato socialista a quien acusó de querer exportar “modelos educativos fracasados”, como el de Extremadura, el de Andalucía o el de Castilla La Mancha, obviando que en estas comunidades también ha habido gobiernos 'populares'.
“Ha habido 7.000 matriculas menos en la universidad pública y 7.000” recriminó Tudanca. Según el socialista, Castilla y León cuenta con “magnificas universidades que han sido abandonadas”. Propuso una mayor inversión así como una reducción de las tasas de las matrículas en un 20% y el compromiso de que nunca estén por encima de le media nacional.
Dependencia: el caso del crimen de Sara y los modelos de independencia de Igea
El bloque dedicado a la Dependencia y los Servicios Sociales provocó otro enfrentamiento entre Pablo Fernández y Francisco Igea. El líder de Podemos comenzó diciendo que la dependencia “es un nicho de mercado para PP y Ciudadanos” y apostó por servicios “100% públicos” y por una “sociedad de cuidados”. Igea, muy ágil dijo que se alegraba de que el líder de Podemos no se hubiese leído el programa de Cs. Explicó que su modelo de Dependencia está basado en la “independencia” muy alejado de la política del PP de y del PSOE sobre residencias y se refirió a los ancianos que acaban en residencias “donde pierden todas sus referencias”, donde se les sonda, donde se caen y acaban atados en la cama hasta que mueren. Su intención es aprobar una ley que prohíba las sujeciones.
Por su parte, Tudanca aseguró que el Partido Popular ha recortado “hasta el 90% de las prestaciones” y se comprometió a garantizar la dignidad de las personas “tengan el dinero que tengan”. Además puso un ejemplo gráfico de cómo funciona la Dependencia en Castilla y León citando el caso de una dependiente que en Madrid percibía una ayuda de 290 euros al mes y que al trasladarse a Soria se convirtieron en 36.
Fernández Mañueco se defendió, una vez más aludiendo a “la crisis creada hace diez años por los socialistas” y que a pesar todo no hizo que Castilla y León no perdiese la calificación de sobresaliente en atención a dependientes.
El momento más tenso se vivió cuando Fernández acusó a Fernández Mañueco de tener “la faz pétrea” por presumir de servicios sociales cuando durante el último mes se había estado celebrando el juicio del caso Sara, una pequeña de cuatro años que fue violada y asesinada a pesar de que 22 días antes de su muerte se alertó a los Servicios Sociales de un presunto caso de maltrato. También recriminó que presumiese de residencias. “Hable con los familiares de los usuarios, pregunte, pregunte por la residencia de Babilafuente (Salamanca) donde se servía comida en mal estado”, instó.
Francisco Igea también habló del caso Sara para recordar que su partido fue el único que hizo una propuesta en el Congreso para que ningún menor volviese a salir de un hospital sin evaluar a toda su familia. “No utilizamos el caso”, remarcó, “hicimos una propuesta”.
Las infraestructuras y Gürtel
Durante este apartado del debate, Tudanca y Mañueco tuvieron que hacer malabares para defender que sus partidos hayan dejado infraestructuras sin financiar. “Que estos señores se echen en cara que no se haya construido la Autovía del Duero cuando entre unos y otros han estado gobernando más de 30 años”, sentenciaba Igea.
Igea, muy crítico con PP y PSOE, volvió a ahondar en la idea de que los populares solo invierten en servicios si hay empresas de la construcción de por medio. “Ahí está sin terminar el parque tecnológico de Burgos. Ese es el modelo del PP”. Igea también sacó a Mañueco la variante de Guardo, que apareció en la Gurtel aunque fue archivada, a lo que Mañueco no respondió yéndose por las ramas.
Pactos: nadie contesta
Al llegar al bloque de los pactos dos de los candidatos, Francisco Igea y Luis Tudanca, se convirtieron en muros de hormigón. Podemos quería saber si el PSOE pactaría con Ciudadanos y el PP quería saber si Ciudadanos pactaría con el PSOE.
Igea fue expeditivo con Fernández Mañueco: “no somos su salvavidas, venimos a cambiar las cosas. Le hago una pregunta: ¿Va acabar con todos los aforamientos? ¿Con todos los chiringuitos?Conteste ¿sí o no? Conteste aquí. Y ahora”. Siguiendo con su línea, Fernández Mañueco pasó a otra cosa.
Fernández fue también cortante con Tudanca, al que preguntó si firmaría otro “pacto de la vergüenza con el PP como el de la comisión de investigación de la desaparición de las cajas de ahorro de Castilla y León y si seguiría ”bailando la yenka“ colocándose ”a la izquierda cuando está en la oposición“ y ”a la derecha cuando está cerca del Gobierno“.
“Yo no se quien es la novia” dijo Tudanca cuando Igea se autodenominó así. “Viendo el debate sí parece que soy quien va a ganar las elecciones”, dijo con sorna. Tudanca pidió a Fernández que no cometa “el pecado original de Podemos”: volver a permitir un Gobierno de derechas. “Qué pena que Podemos no sea como la IU del señor Sarrión que ya ha dicho que nunca será un obstáculo para el cambio”, concluyó.
Fernández Mañueco que exhibió gráficos y recortes de prensa durante el debate patinó cuando mostró una información sobre el mitin que dio el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero junto a Tudanca en Palencia. “Zapatero dice que su gobierno va a ser la hecatombe”. El líder socialista tuvo que corregirle, el titular decía: “Cuando Tudanca tome posesión como presidente de la Junta va a ser la hecatombe”, pero en referencia al PP.