Ávila devuelve el título de Hijo Adoptivo al político Claudio Sánchez-Albornoz, que le fue despojado en 1937

EFE

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El Ayuntamiento de Ávila ha restituido este lunes el título de Hijo Adoptivo que hace un siglo recibió el humanista, historiador y político Claudio Sánchez-Albornoz (1893-1984), y del que fue despojado en 1937, durante un acto celebrado en presencia de su hijo, el profesor Nicolás Sánchez-Albornoz. Claudio Sánchez Albornoz fue diputado en Cortes por Ávila entre 1931 y 1939, ministro de Estado en el fallido gobierno de Alejandro Lerroux de 1933 y fue presidente del Consejo de Ministros de la República en el exilio entre 1962 y 1971.

“Nos hemos matado ya demasiado. Entendámonos en un régimen de libertad poniendo de nuestra parte lo que sea necesario desde un lado y otro de la barricada”, afirmó el viejo profesor desde la pista del aeropuerto de Barajas al bajar del avión que le trajo a España, desde Argentina, para cerrar un exilio de 46 años que empezó en 1937.

Ese mismo año, el primero de la pasada Guerra Civil (1936-1939), fue despojado por el régimen franquista del título de Hijo Adoptivo que ahora le ha restituido el Ayuntamiento de Ávila con su alcalde al frente, Jesús Manuel Sánchez Cabrera (Por Ávila), quien junto al hijo del homenajeado ha visitado la tumba del humanista.

Reparación

Un centro de flores ha simbolizado este acto de reparación y reconocimiento, depositado en la tumba donde el propio historiador mandó grabar en latín su epitafio: Ubi autem spiritu Dominis, ibi libertas ('Donde está el espíritu del Señor, allí hay libertad'), una reflexión que resume su condición de católico, demócrata y liberal.

A todas ellas unió su faceta de político que inició como diputado de Acción Republicana por Ávila (1931-1936) y prolongó como ministro de Relaciones Exteriores en 1933, vicepresidente de las Cortes en 1936 y entre 1962 y 1971 presidente de la II República en el exilio que él inició en 1937 en Burdeos (Francia) y continuó, desde 1940 hasta 1983, en Argentina.

El alcalde ha interpretado este tributo, en el cuadragésimo aniversario de la muerte de Sánchez-Albornoz, como “un acto de justicia” hacia su legado y su figura, “una de las personas que más ha nombrado la ciudad y llevó el nombre de Ávila siempre consigo”, ha apuntado por su parte el cronista oficial, Jesús María Sanchidrián.

Estrecha relación

Nicolás Sánchez-Albornoz ha recordado los sentimientos que despertó en su padre la retirada del título de Hijo Adoptivo en 1937, que “no le agradó” y “podría haberse traducido en un olvido o cierta ignorancia de la ciudad de Ávila”, aunque “no fue así”, ha precisado, aunque con la democracia recibió la Medalla de Oro de la Ciudad (1976) y el nombramiento de Hijo Predilecto (1984)

Durante su intervención, ha expresado su gratitud a la corporación municipal por la iniciativa de restituir el título a quien padeció un exilio de más de cuarenta y cuyo regreso a España supuso una gran alegría, ha subrayado.

En Ávila pasó su infancia y adolescencia, conoció a su mujer, la frecuentó y allí fijó su residencia (Paseo de San Roque, 12) cuando retornó del exilio, pero apenas pudo vivir un año al fallecer y ser enterrado en el claustro de la catedral de Ávila, a quien desde 2014 acompañan los restos del expresidente Adolfo Suárez.

De todo lo acontecido esta jornada da cuenta las firmas que en Libro de Honor del Ayuntamiento de Ávila han signado el cronista de la ciudad, el hijo del homenajeado y el alcalde.