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Burgos intentará reformar Gamonal “con transparencia y consenso” para evitar un conflicto violento como el de 2014

La calle Vitoria de Burgos, arteria de Gamonal.

Alba Camazón

Burgos —
15 de julio de 2020 10:24 h

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“No veo más que parches. La calle Vitoria necesita arreglarse”. Muchos vecinos del mítico barrio burgalés de Gamonal coinciden en la necesidad de reformar la principal arteria de comunicación: la calle Vitoria, que se convirtió en una vía histórica después de los disturbios de 2014 provocados después de que el gobierno municipal, del PP, quisiera imponer un bulevar con un aparcamiento subterráneo. El proyecto “anónimo” se publicó a los medios de comunicación del empresario Miguel Méndez Pozo, condenado en los años 90 por falsedad documental en el caso de la construcción.

“Este un proyecto totalmente distinto de que el que se presentó en 2014”, defiende ante eldiario.es el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa. El equipo de gobierno de 2014 -liderados por el 'popular' Javier Lacalle- planteó una peatonalización total de la calle Vitoria, lo que eliminaría más de cien plazas de aparcamiento en un barrio obrero, de alta densidad de población y con muchas dificultades, de por sí, para encontrar sitio para dejar el coche estacionado.

Primero salió a concurso el proyecto, que ganó una de las empresas de Méndez Pozo, MBG Ingeniería y Arquitectura S.L. Se suponía que esta adjudicación era un concurso anónimo, sin que el Ayuntamiento conociera a qué empresa correspondía cada propuesta. Sin embargo, un mes antes de que el Ayuntamiento convocase el concurso, el Diario de Burgos publicó una imagen del proyecto idéntica a la de MBG. El segundo concurso que convocó el consistorio fue la adjudicación de la obre de la calle Vitoria, que ganó una UTE de dos constructoras: Copsa y Aroasa. Las dos pertenecen a socios de Méndez Poco en otros negocios.

El desacuerdo de los vecinos se convirtió en enfado y derivó en la movilización de miles de ciudadanos porque consideraban que esa obra faraónica no era necesaria y que existían otros déficits en Gamonal que merecían mayor atención y no dificultaban tanto la vida diaria de los burgaleses de la zona. Finalmente, los vecinos consiguieron, mediante la presión popular, frenar este proyecto que se había adjudicado de forma polémica y que no se había negociado con los ciudadanos de la zona.

El objetivo que se marca ahora el Ayuntamiento de Burgos -dirigido por el PSOE y apoyado por Cs- es reformar, entre otros, la calle Vitoria, pero apoyándose en los vecinos del barrio. “Transparencia, participación y consenso”. Esos son los los pilares sobre los que el socialista Daniel de la Rosa pretende basar este proyecto, que costará unos siete millones de euros. “Pesará la opinión del barrio”, insiste, frente a un exalcalde que sostiene que la propuesta de los socialistas es la misma que la que planteó el equipo de gobierno del PP. El famoso bulevar que nunca llegó a ejecutarse preveía instalar dos carriles (uno en cada sentido) y un carril bici en el centro de la vía.

De momento se barajan varias opciones para la calle Vitoria, aunque en todas priman el peatón y el ciclista. “El carril bici es primordial”, señala el concejal de Fomento, Vías Públicas y Movilidad, Daniel Garabito. Las opciones buscan, en esencia, reducir y redirigir el tráfico de vehículos, aunque existen diferentes opciones. “Hay elementos intercambiables, no hay ninguna propuesta cerrada. Estos son puntos de partida para iniciar un debate”, asegura el alcalde socialista, que también promete una votación en el barrio para decidir.

“Habrá una votación no solo física si no telemática. Vamos a desembarcar en el barrio para explicar esto. Veremos si hay respaldo o no y haremos lo que podamos. Vamos a hablar con el Consejo de Gamonal, Asociación zona G, todas las comunidades de propietarios de estas viviendas [de la calle Vitoria], las asociaciones, las peñas, los colectivos no organizados -más reivindicativos- [como los okupas del CSR de Gamonal], con la asociación de vecinos como Eras de Gamonal y con los comercios de Gamonal. Al menos habrá siete u ocho reuniones en dos o tres meses, seguro”, promete De la Rosa.

Habrá dos consultas populares como mínimo, reitera el regidor burgalés. Y si de ahí no saco una conclusión más o menos clara... Habrá papeletas con las opciones o incluso 'ninguna de las anteriores'. “Si veo que el consenso está cogido con pinzas o que me quiero engañar jugando al solitario, pues no lo haré. No tomaremos ninguna decisión definitiva si no contamos con el consenso de los vecinos”, asegura.

Las alternativas que plantea el gobierno PSOE-Cs son las siguientes:

Alternativa 1: Un carril en cada sentido y menos plazas de aparcamiento

Este planteamiento prevé ampliar la calzada hasta los 13,80 metros en algunos tramos al eliminar dos de los cuatro carriles para mantener uno en cada dirección. Se contempla un carril bici de hasta 2,5 metros, unidireccional y al nivel de la calzada. También se contempla la posibilidad de construir una rotonda en la confluencia de la calle Vitoria y la avenida de los Derechos Humanos.

Sí que hay una posible variación en este proyecto ante la posibilidad de proyectar apeaderos para los autobuses urbanos y evitar así los atascos cuando un autobús deba recoger y dejar viajeros. Este diseño reduce el número de plazas de aparcamiento hasta 83, frente a las 106 que existen actualmente.

Alternativa 2: Tres carriles, dos hacia el centro

También se contempla la posibilidad de mantener tres carriles: dos hacia el centro y uno de salida, lo que ampliará las aceras hasta los 8,8 metros. El carril bici podrá ser más ancho (2,5 metros) y las áreas de paradas de autobús se establecen en el propio carril. Se establecerían rotondas al inicio y al final de la calle Vitoria “para mejorar la fluidez”. Con este diseño, habría 78 plazas de aparcamiento.

Alternativa 3: dos carriles en la misma dirección

La tercera opción que está sobre la mesa es la más “transgresora”: solo habría dos carriles, que irían en la misma dirección, hacia el centro. Las aceras llegarían a los 13,2 metros de ancho y el carril bici sería de 2 metros. Se perderían, sin embargo, muchas más plazas de aparcamiento, hasta quedarse solo con 25 espacios. Para ejecutar este proyecto habría que mejorar la calle Santiago y su intervención con la avenida de los Derechos Humanos para compensar el tráfico.

“Implica una visión más peatonalizada del barrio que permita la reducción del paso de tráfico no vecinal por la calle y permitiendo una mejora de los espacios dedicados al ciudadano”, señala el proyecto. También se está estudiando en este caso construir unas rotondas al principio y al final del tramo.

La pregunta que se hacen muchos vecinos es cómo compensar esa pérdida de plazas de aparcamiento. El Ayuntamiento mantiene reuniones con la empresa concesionaria de los tres párkings del barrio para rehabilitar y reformar las plazas que están en mal estado. Además, plantea rebajar los precios que estos garajes piden por un alquiler mensual. “Tienen que ser precios accesibles”, insiste el regidor burgalés, que plantea que en vez de 45 euros, la empresa solicite unos veinte a los usuarios y el Ayuntamiento cubra la diferencia, por ejemplo, a través del alquiler público. “Hay que dar uso a esas plazas vacías que tienen los aparcamientos de la plaza Roma, Francisco Grandmontagne o Fátima. ”Este último tiene una planta entera inundada“, lamenta el socialista De la Rosa.

Estos y otros aparcamientos cobrarán especial importancia porque el gobierno local aspira a semipeatonalizar otras zonas del barrio como la calle Francisco Grandmontagne. También está previsto y cuenta con el estudio de viabilidad un aparcamiento subterráneo debajo del parque Buenavista, aunque sería una solución parcial para parte del barrio. También está sobre la mesa una mejor señalización del aparcamiento disuasorio de Las Torres, un vallado, instalación eléctrica y personal de seguridad para evitar que se produzcan robos en el espacio.

El Ayuntamiento de Burgos garantiza que se tendrá en cuenta “la opinión mayoritaria del conjunto del barrio”. El consistorio descarta la zona azul “de entrada” porque sería “un robo” si se impusiera la zona azul y no hubiera una alternativa. El alcalde se ha mostrado confiado con este proyecto y ha apostado por actuar “de manera transparente” y “escuchar las alternativas”. Para ello, habrá que dedicar “tiempo, esfuerzo y tener capacidad de diálogo y comprensión”.

El horizonte está fijado después del verano para tener encuentros, reuniones, debates y consultas para abordar esta cuestión con el objetivo de tener un proyecto definitivo a finales de 2020 o, como muy tarde, a principios de 2021. Pero De la Rosa advierte: “Iremos a Gamonal cuantas veces sean necesarias. O hay consenso o no habrá obra”.

El origen de las movilizaciones de 2014

Gamonal saltó a la prensa nacional después de que miles de vecinos se movilizaran contra el bulevar que pretendía instalar el equipo de gobierno de Javier Lacalle -que perdió las elecciones de 2019 y fue elegido senador-. Su intención era reducir los carriles a dos e instalar un aparcamiento subterráneo cuya licitación concedió, en un concurso, a dos socios de Méndez Pozo después de que su empresa MBG elaborara el proyecto en otro concurso que fue polémico. El proyecto se entregó a MBG a pesar de que no se trataba de la oferta más económica y el 40% de la nota dependía de criterios subjetivos.

Los vecinos iniciaron protestas y manifestaciones pacíficas a las que se sumaron algunos violentos. Diez de estas personas fueron condenadas a seis meses de prisión salvo la única mujer entre los acusados, que fue condenada a un año de prisión. El balance final de detenidos se saldó en 46 burgaleses, 11 de ellas menores de edad. Solo se sentaron en el banquillo 18 encausados, de los cuales fueron hallados culpables diez.

Desde entonces, el barrio se siente “castigado” y muchos reclaman una obra de calado en el barrio y, especialmente, en la calle Vitoria. Los vecinos lo tienen claro: reforma en Gamonal, sí, pero negociada y pactada.

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