72 años desde el cierre del campo de concentración franquista de Miranda de Ebro (Burgos)

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13 de enero de 1947. El campo de concentración franquista de Miranda de Ebro cierra sus instalaciones tras diez años desde su habilitación. Y es que después de esa fecha, y hasta 1952, fueron utilizadas como campamento para la instrucción de reclutas.

En su interior estuvieron recluidas miles de personas, llegando a tener una población media de 3.700 reclusos, que fueron de unas 60 nacionalidades diferentes. En total, unas 65.000 personas pasaron por allí.

Hoy son pocos los restos que quedan de aquellas instalaciones (que fueron destruidas por la construcción de un complejo fabril) a excepción del depósito elevado de agua, lavadero, base de torre de vigilancia, restos del muro de cierre perimetral y un pequeño edificio (caseta de guardias).

Esto es lo que se conserva del antiguo Campo de Concentración de Miranda, junto con algunos objetos, escritos, etc. que se exponen en el Centro de Interpretación del Campo de Concentración que el Ayuntamiento de Miranda de Ebro puso en marcha en memoria de los prisioneros.

El Gobierno de Franco dio la orden de construir este campo el 5 de julio de 1937 para que albergase a los numerosos prisioneros de guerra que procedían de la toma de Bilbao. Ubicado en unos terrenos junto al río Bayas y a la línea férrea Castejón-Bilbao, ocupó una superficie de unos 42.000 metros cuadrados.

Sus barracones iniciales se construyeron con los materiales pertenecientes al Circo Corzana, que estaban almacenados en Miranda de Ebro desde el inicio de la Guerra Civil Española.

Pasó por tres etapas:

  1. 1937-1944: con prisioneros republicanos y miembros de las Brigadas Internacionales.
  2. 1940-1945: extranjeros de los países aliados que entraban a España huyendo del avance alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
  3. 1944-1947: destaca este periodo porque en él se instalaron oficiales y soldados alemanes que escapaban del hundimiento del Tercer Reich.

En la actualidad, 72 años después, son pocos los restos que se pueden observar, pero el Ayuntamiento de Miranda los conserva y están incluidos entre los bienes protegidos del Plan General de Ordenación Urbana, “para recordar a los prisioneros y tener presente que esta es una parte de la historia que nunca debería haberse producido y que no debe volver a ocurrir”, señala la concejala de Memoria Histórica, Begoña González.

Asimismo, destaca en este aniversario la puesta en marcha por parte del Ayuntamiento del Centro de Interpretación del antiguo Campo de Concentración de Miranda de Ebro, ubicado en el Centro Cívico Raimundo Porres y que está a disposición de todas las personas que lo quieran visitar.

“En estos meses desde que se ha puesto en marcha ha recibido muchas visitas. Especialmente en verano han acudido hasta más de cien personas en agosto, y algunas llegadas de fuera, del territorio nacional y también extranjeros”, concreta la concejala.