El Ayuntamiento de Salamanca colocará placas con un formato “propio y específico” en los lugares de la ciudad donde la banda terrorista ETA cometió atentados y en honor a las víctimas salmantinas (aunque no fueran asesinados en Salamanca), una iniciativa que servirá de “homenaje” y “recuerdo” a las víctimas de estos hechos.
Así lo ha acordado el pleno por unanimidad de los presentes tras la lectura de una moción conjunta, que se ha presentado en la sesión de este jueves como texto conjunto de todos los grupos y que ha leído el secretario municipal.
Las placas, según han respaldado los concejales con su voto —PP, PSOE Y Vox—, irán acompañadas de un texto que será “consensuado” con las familias de las víctimas y con la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
En 1992 fue asesinado Antonio Heredero Gil, coronel de Caballería del Ejército de Tierra en la plaza de aparcamiento que tenía alquilada frente a su casa, en Salamanca. En 1995, un atentado causó heridas muy graves al capitán zamorano de Caballería Juan Aliste Fernández, que no falleció pero perdió las dos piernas por la explosión de una bomba colocada en los bajos del coche.
Entre las víctimas de ETA también se encuentran una veintena de salmantinos, la mayoría destinados como guardias civiles en Euskadi y Navarra, aunque en el pleno no se ha debatido cómo procederá el Ayuntamiento en estos casos.