Salamanca se defiende como capital del español frente a las pretensiones del Madrid de Ayuso y Cantó
El Ayuntamiento, academias de idiomas y la Universidad no temen que la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid ponga en riesgo la llegada de 35.000 estudiantes extranjeros anuales
Ante la creación de la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid, creada ad hoc para el exmiembro de Ciudadanos Toni Cantó por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, la ciudad de Salamanca reclama su sitio como capital del idioma español. Salamanca es una de las ciudades españolas que más peso da a la enseñanza del idioma, que ahora se puede ver comprometida si Madrid trata de sumarse al carro del turismo idiomático. Sin embargo, desde el Ayuntamiento, las academias de idiomas y desde la propia Universidad de Salamanca, reclaman su posición en este negocio y advierten que no cederán: “Nuestra hegemonía es indiscutible. La protegemos, la peleamos y no vamos a renunciar a ella”, aseguró el alcalde este jueves.
Según datos de la Junta de Castilla y León, de los 50.000 estudiantes que cada año llegan a la comunidad a aprender, perfeccionar o practicar el idioma, alrededor de 35.000, eligen la ciudad de Salamanca. Estos datos convierten a la ciudad, según el propio alcalde, en algo así como “la capital del español” y en uno de los referentes del turismo idiomático del país. Son cientos las familias que viven directa o indirectamente de estos estudiantes y la ciudad no se amilana ante la creación de la oficina que dirigirá Cantó: “Meteremos los codos para mantener nuestra hegemonía”, aseguró el regidor, el 'popular' Carlos García Carbayo, en un encuentro con 250 profesores de español provenientes de Estados Unidos.
Aunque fuentes del sector del turismo idiomático aseguran que hay pastel suficiente y que España todavía tiene mucho margen de crecimiento en este sector en auge, la ciudad salmantina se niega a perder cuota frente a la capital. “Hoy, ciudades como Madrid o Barcelona tienen más estudiantes de español que Salamanca, pero no es comparable el impacto que tiene para esta ciudad”, indica Miguel Ángel Benito Sánchez, presidente de AEECYL (Asociación de Escuelas de Español de Castilla y León), de las 16 escuelas de español para extranjero que hay en Castilla y León, 14 están en Salamanca. La ciudad, de 140.000 habitantes, recibe cada año el equivalente a un cuarto de su población en estudiantes de idiomas. Sería como si la ciudad de Madrid, de 3,2 millones, recibiera 800.000 estudiantes anuales.
Salamanca cuenta desde hace casi dos décadas con su propia Oficina del Español que ahora presenta Madrid: “Salamanca, Ciudad del Español”, en la que participan el Ayuntamiento, la Cámara de Comercio, las 14 escuelas de español de la ciudad, la Universidad de Salamanca y la Universidad Pontificia. “Es la marca de turismo idiomático de la ciudad y la que se encarga de la promoción de la ciudad en otros países para la captación de estudiantes”, explican desde el consistorio. El peso económico que supone para la ciudad es difícil de estimar, aunque desde el consistorio señalan su importancia. “En empleo directo hay unos 250 puestos de trabajo entre profesores y personal administrativo, y esto solo de las escuelas privadas”, señala el presidente de AEECYL. “Después hay que añadir familias que acogen a estudiantes, unas 4.000, que reciben entre 1.000 y 1.200 euros mensuales y otros sectores indirectos, como hostelería, guías turísticos, etc”, subraya.
Además de estas familias, las residencias de estudiantes también se aprovechan de la llegada de estudiantes extranjeros, sobre todo en verano, cuando los alumnos de grado y máster están de vacaciones. Miriam Andrés es la gerente de la residencia La Clerecía, a dos minutos de la Plaza Mayor. Todos los meses de julio unos 40 estudiantes estadounidenses, “casi siempre descendientes de cubanos que hacen un curso en la Universidad Pontificia” llenan sus habitaciones. “Si no fuera por los estudiantes de español, en verano no tendría clientes”, indica la empresaria salmantina. “En Salamanca vivimos de los estudiantes y de los estudiantes extranjeros, no tenemos ni playa ni turismo, este tipo de visitantes es esencial”, insiste.
Según datos de la Universidad de Salamanca, el gasto medio total de los alumnos de español en la ciudad es de 1.670 euros. El 37% corresponde al alojamiento, el 17% al comercio y el 8% a la hostelería. “Son en su mayoría de un nivel adquisitivo alto y vienen de China o EE.UU.”, cuenta José Miguel Sánchez Llorente, consejero delegado de los cursos internacionales de la Universidad de Salamanca (USAL). Desde la Universidad consideran que la iniciativa de Madrid “no tendrá mucho recorrido por su importante trasfondo político”, aunque indican que defenderán los intereses de la Institución dentro y fuera de la comunidad.
Para el consejero de los cursos internacionales de la USAL, aunque Madrid tiene sus fortalezas, Salamanca también. “Llevamos años trabajando a nivel público y privado, y la implicación de los ciudadanos en la inmersión de estos estudiantes es total”. Los primeros cursos de español para extranjeros de la USAL comenzaron a impartirse en 1929. Ahora, la USAL recibe a unos 7.000 alumnos anuales entre estudiantes de máster y cursos de idiomas para alumnos y para profesores de español. “Creo que hay sitio para todos. Lo que sucede es que jugamos con captores a nuestro favor como la tradición de la universidad, pero también con la propia ciudad”, resume Sánchez Llorente. “Los vecinos acogen a los estudiantes como en ningún otro sitio, porque son conscientes del peso que tienen para la vida de la ciudad”, sentencia.
La implicación de la administración local y autonómica es clara. A lo largo de los últimos cuatro años, el Ayuntamiento ha organizado unas 90 acciones de promoción internacional en más de 15 países, que incluyen “talleres didácticos, participación en ferias de alto interés en el sector, presentaciones de destino en destacadas universidades, participación en congresos internacionales de profesores de español, entre otras”, señala el consistorio. Taiwán, Estados Unidos, Suecia, Noruega, Reino Unido, Bélgica, Francia, Alemania, entre otros destinos. La Junta de Castilla y León cuenta con su propio Plan Estratégico para priorizar el posicionamiento del idioma español en los próximos años.
Además del peso de los estudiantes que llegan a la ciudad, la Universidad de Salamanca cuenta con dos elementos de los que en este momento Madrid carece, a pesar de ser la sede de otras instituciones capitales en la enseñanza del español como el Instituto Cervantes. Una parte importante del DELE, el principal examen de español para extranjeros se desarrolla en Salamanca. “No solo nació aquí, también componemos las pruebas de comprensión auditiva y de lectura y corregimos las pruebas de expresión e interacción escrita”, explica Sánchez Llorente. La Universidad, además, cuenta con una red de escuelas franquiciadas en varios países como Brasil, China, Francia o Estados Unidos, y también en puntos estratégicos de la geografía española como Barcelona, Palma, Alicante o Gran Canaria. “Estas escuelas no solo nos generan ingresos por matriculación, también son nuestras embajadas porque gracias a ellas captamos a alumnos que acaban estudiando o haciendo grados en nuestras instalaciones”, cuenta Llorente. “La USAL y Salamanca son líderes indiscutibles en la enseñanza del español y el compromiso del equipo de gobierno es reforzar ese liderazgo”, señalan desde la Universidad.
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