El centro social 'La Molinera' de Valladolid acusa a grupos de extrema derecha de retirar una pancarta contra los borbones

Ángel Villascusa

25 de febrero de 2021 16:01 h

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El Centro Social La Molinera de Valladolid acusa a grupos de extrema derecha de haber retirado una pancarta contraria a los borbones y a la monarquía, instalada en la fachada del hotel okupado que gestionan como centro vecinal desde 2018. La polémica sobre las pancartas comenzó el viernes pasado cuando los activistas del CSO colocaron dos pancartas, una en defensa de la libertad de expresión —tras la entrada en prisión del rapero Pablo Hasel y días después de que se conociera el despido de un trabajador de TVE que rotuló en un programa: “Leonor se va de España como su abuelo”— y otra, en la que se leía directamente “los borbones son unos ladrones”.

Este lunes, tanto la Delegación del Gobierno en Castilla y León como el Ayuntamiento de Valladolid, gobernado por la coalición entre PSOE y la confluencia de Izquierda Unida 'Valladolid Toma la Palabra', anunciaron que iban a estudiar si la colocación de esos mensajes constituía un delito de injurias contra la corona. Óscar Puente, el alcalde de la ciudad, llegó a comentar la posible retirada de ambos carteles. La noche del martes al miércoles, las pancartas fueron destruidas y un medio local culpó al Ayuntamiento de Valladolid. El CSO se hizo eco y llegó a pensar que quizá el consistorio estaba detrás.

Sin embargo, Puente, ha explicado este jueves en su cuenta de Twitter que el Ayuntamiento no había actuado para quitarla de la fachada, e incluso ha acusado a los miembros del colectivo de haberla retirado a propósito para ganar notoriedad: “Os viene de perlas para vuestra estrategia”, ha comentado.

Desde la Molinera rechazan esta acusación. “Ha pretendido desacreditarnos. No tenemos mucho más que decir”, asegura Jorge, uno de los portavoces. Dan por buena la versión municipal y creen que podrían ser grupos ultras quienes la eliminaran. “La idea que barajamos es que un grupo de extrema derecha las haya arrancado. No es la primera vez que nos sucede. Llegamos a esta hipótesis en base a la forma en la que las pancartas habían sido vandalizadas, porque todavía quedaban restos de plástico”, señala Jorge.

Tras la retirada de las pancartas originales, desde La Molinera se reafirma “palabra por palabra” en sus mensajes, aunque con sorna han colocado una nueva en la que se lee la célebre frase rey emérito Juan Carlos, “lo siento mucho, me equivocado y no volverá a ocurrir”, a la que sigue un lacónico “pero los borbones siguen siendo unos ladrones”. Para los representantes de La Molinera “no se trata solo de una opinión, ”sino de obviedades, como que Leonor se ha marchado de España del mismo modo que su abuelo“, señala Alejandra, para quien, en España, ”la libertad de expresión lejos de ampliarse va sufriendo nuevos recortes“.

Desde el CSO no temen posibles represalias judiciales si el Ayuntamiento o la Delegación decide actuar contra ellos. “Temor ninguno. Entendemos que no es plato de buen gusto ir a los tribunales a defender la libertad de expresión. Pero cuando hay convicciones sobre lo que se está haciendo uno está dispuesto a asumir las consecuencias”, indica Jorge. También, advierten, continuarán con la 'guerra de pancartas' si vuelven a vandalizarlas. “Tenemos muchas convicciones, mucho plástico y mucha tinta”, remacha.

Mejora de las instalaciones y una biblioteca autogestionada

Durante los meses de la pandemia de COVID-19 el centro social ha seguido avanzando en la mejora del espacio que okuparon hace aproximadamente tres años. En concreto se han habilitado dos nuevas salas, la sala feminista Rosa Chacel, que pretende servir de espacio de reunión para las distintas asambleas y grupos locales del colectivo en la ciudad, y una biblioteca que lleva por nombre el de Avelino Mata, histórico miembro de la sección de enseñanza de la CGT en la provincia.

La biblioteca, que se nutre de donaciones, ya está operativa y pretende servir de espacio de cultural. “Se ha criticado mucho a la okupación en los últimos meses, pero estas son las cosas que hacemos aquí”, ha defendido una de las activistas.

Además, en la antigua cafetería del hotel, han pintado nuevos murales para homenajear a Natividad Yarza, la primera alcaldesa democrática de España. Vallisoletana de nacimiento, fue regidora del municipio barcelonés de Bellpart en 1934.