Cuatro vuelos para que el Real Madrid jugara en Valladolid, dos de ellos con el avión vacío

El Real Madrid recurrió a dos aviones diferentes para viajar a Valladolid, dos de esos vuelos se realizaron con el avión vacío. Según ha confirmado Iberia a este periódico, la compañía aérea realizó el servicio especial para el club de fútbol por la mañana del 30 de diciembre hasta el aeropuerto de Villanubla, pero luego necesitó ese avión para sus vuelos programados y habituales, así que lo llevó de vuelta a Madrid vacío. Del mismo modo, otro avión viajó (vacío) a Valladolid por la noche para ir a recoger a los futbolistas.

Los jugadores del Real Madrid fueron y volvieron en avión hasta Valladolid a pesar de que ambas ciudades están conectadas por carreteras y vías del tren. Pero no fue el mismo avión el de ida que el de vuelta. Los dos aviones son A319, que tienen 141 plazas, según la página web de Iberia. Las expediciones de los equipos de fútbol rondan aproximadamente la treintena de pasajeros.

El primer avión viajó con pasajeros a las 11.12 de la mañana del 30 de diciembre y aterrizó a las 11.43 horas. Treinta y un minutos de vuelo. Ese mismo avión –un Airbus A319– volvió a Madrid en otro vuelo de 25 minutos a las 12.39 horas y aterrizó en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a las 13.03 horas.

Según ha podido confirmar este diario, otro A319 aterrizó en el aeropuerto de Valladolid horas después. Mientras ambos equipos disputaban el partido, a las 21.57, aterrizaba un avión que había salido desde Barajas a las 21.18 horas.

Se trataba de un avión que iba a recoger a los jugadores del Real Madrid en Valladolid, a donde viajaba vacío, según fuentes consultadas por este diario. Dos horas después, a las 00.37, salía de Villanubla dirección Madrid, donde aterrizó a la una y ocho de la madrugada. elDiario.es ha escrito al club para que explique estos viajes, pero no ha contestado.

Estos aviones A319 se utilizan para vuelos cortos y medios, que utilizan aerolíneas como Iberia (como en ese caso), Vueling o EasyJet. De media, estos aviones queman mil litros de combustible a la hora, un litro cada cuatro segundos.

En concreto, según cálculos realizados por trabajadores en el sector de la aeronáutica, estos vuelos han supuesto la emisión de ocho toneladas de CO2 (2 toneladas de CO2 por viaje) entre el despegue, aterrizaje y el viaje para transportar (y no) a unas treinta personas. En un tren medio lleno, la emisión de CO2 supone unos 300 kilogramos por los treinta pasajeros de ese trayecto Madrid-Valladolid. El consumo de CO2 en avión privado ha sido 26,7 veces superior al consumo de estos treinta pasajeros en un tren comercial como el AVE. La emisión neta anual y per capita fue de 5,8 toneladas en 2019 en España.

El trayecto en tren de Alta Velocidad dura una hora y cinco minutos, aunque los hay incluso todavía más rápidos: 58 minutos. La cuestión económica no puede ser una justificación, puesto que los jugadores se alojaron igualmente en el hotel de cinco estrellas AC Santa Ana, en un municipio del alfoz de Valladolid. Entre el aeropuerto, el estadio José Zorrilla y el hotel, el desplazamiento de los jugadores fue en el autobús del club, por lo que este recorrió los doscientos kilómetros que separan Madrid de Valladolid sin los jugadores.

Ni es la primera vez que los jugadores del Real Madrid viajan a Valladolid en avión ni son los únicos que utilizan vuelos privados para viajes cortos como este. El Atlético de Madrid ya se desplazó en avión privado hasta la ciudad, por ejemplo, en 2018.

El uso de aviones privados para trayectos cortos ya resultó muy polémico por la reacción del entrenador del PSG y el jugador Kylian Mbappé, que se rieron cuando se les planteó que cogieran un tren de alta velocidad para un trayecto de dos horas en lugar de ir en avión. En el caso del Real Madrid-Valladolid, el recorrido es todavía menor. Este martes, sin embargo, el Real Madrid tuvo que realizar un desplazamiento en autobús. Será para disputar un partido de la Copa del Rey frente al Cacereño. El motivo no fue el ahorro energético, sino que la distancia entre Cáceres y el aeropuerto más cercano, el de Badajoz, ya suponía un desplazamiento por carretera de más de una hora.