Casi 600 trabajadores (599) de la Gerencia Regional de Salud han sufrido algún tipo de agresión, verbal o física, en el desempeño de su labor profesional durante el pasado año 2021, lo que supone casi un 30% más (concretamente un 29,4% tras aumentar desde los 401 de 2020) con un número total de incidentes de 530, lo que se traduce en un aumento de un 32,2% (desde los 401 anteriores).
Estos datos se han puesto de manifiesto en la reunión de la sección de agresiones al personal de centros sanitarios del Observatorio de Castilla y León, que se ha reunido este miércoles presidida por el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Planificación y Resultados en Salud, Jesús García-Cruces Méndez, para conocer la evolución de este problema durante el pasado ejercicio de 2021.
En 2021 fueron víctimas de agresiones 222 médicos, 218 enfermeras, 69 técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), 40 celadores y 43 administrativos y auxiliares administrativos. Las mujeres representan el 82,6% de las víctimas (495 mujeres frente a 104 hombres), condición que el caso de los agresores cambia al ser mayoritarios los varones. El número de violentos en 2021 ha sido de 643 (373 hombres y 270 mujeres). En el 89,5% de las ocasiones se trata de un único agresor, usuario del sistema en el 64,9% y uno de cada ocho son reincidentes.
En 87 de los 530 incidentes recogidos por el Observatorio correspondiente al ejercicio anterior hubo aviso a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
En cuanto a las causas, ésta se estructuran en disconformidad con la atención (35,7%); trastorno y conductas problemáticas del usuario (18,5); demandas del usuario (18,3%); disconformidad con el trato (7,9); tiempos de espera (7,1); y adicciones (4,2), principalmente.
Un “notable” incremento de la “injustificable” violencia
García-Cruces ha expresado la “preocupación” de la Consejería ante el “notable” incremento de incidentes y agresiones en los últimos años, algo que considera que puede explicarse por la situación del coronavirus, la gestión de la enfermedad y las alteraciones que ha producido en el servicios sanitario, con cambios de actuación e instrucciones en la atención sanitaria.
Esto puede ser, ha señalado, un factor “explicativo, no quiere decir justificativo” porque ha asegurado que la violencia contra el personal sanitario es “injustificable y es condenable, repudiable” que tiene que ser perseguido como una conducta delictiva.
El viceconsejero cree que es un problema “grave”, que la situación es “mala” y que hay que abordarla entre todos dadas las consecuencias que tiene en los sanitarios, tanto en el ámbito personal como en el profesional, y espera que sea algo “estacional” y “pasajero” por la situación vivida.
Para ello ha señalado que se llevan a cabo acciones de concienciación a la población, transmitir que no se puede tener una conducta así; iniciativas formativas para evitar las agresiones y mantener el buen ambiente en los centros sanitarios, pero además se continúa trabajando en el botón de llamada directa a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a través de la aplicación de la historia clínica electrónica, un acceso “muy directo” e “inmediato”.
“Es una ligera novedad que estamos introduciendo y hay que queremos que este año esté consolidado porque yo creo que todavía son pocas las situaciones en las que se llama inmediatamente a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”, ha apuntado.
Aumento generalizado
El número de trabajadores agredidos sube en todas las áreas salvo en Valladolid Este. El mayor incremento porcentual el pasado año se ha producido en Palencia, donde aumenta a 29 agresiones frente a once en 2020; seguida del Área de Salud de Ávila, donde las víctimas suben un 76% (pasan de 24 a 44 los trabajadores agredidos); y Zamora, donde el incremento es del 57,1%, con 55 sanitarios afectados frente a los 35 del año anterior.
Por detrás se sitúan Burgos, con un aumento del 48,6% y 107 sanitarios agredidos en 2021 frente a los 72 del año anterior; León, con un incremento del 38,9% (de 36 afectados se pasa a 50); Valladolid Oeste, que sube un 28,6% (81 agredidos frente a 63); Soria, con un 27,3% de aumento (registra 14 víctimas, tres más que en 2020); Salamanca, donde se incrementa un 13,3% (51 agredidos frente a 45 del año anterior); El Bierzo, que sube un 13% (26 víctimas, tres más); y Segovia, que aumenta un 7,5 (pasa de 40 a 43).
En total, 290 trabajadores han sido agredidos en 260 incidentes en el ámbito de la Atención Primaria, 308 en 269 incidentes en hospitales y una persona violentada en un incidente ocurrido en el ámbito de gerencia correspondiente/otros lugares.
Como consecuencia de estas situaciones, un total de 47 trabajadores de Sacyl ha presentado denuncias por vía penal (14 más que en 2020), 27 corresponden a Primaria y 20 a hospitales, y desde 2005 se han dictado judicialmente 243 sentencias condenatorias por agresiones en el ámbito asistencial sanitario. También se han realizado 48 peticiones de incoación de expedientes que se han traducido, hasta el momento, en seis resoluciones sancionadoras.
Satse exige a Sacyl “medidas urgentes”
El sindicato de enfermería Satse ha exigido a Sacyl que adopte medidas “urgentes” y ha alertado de que las enfermeras son los profesionales que están al lado del paciente las 24 horas de los 365 días del año, “lo que les hace más proclives a padecer estas agresiones”.
A juicio de Satse, la Administración sanitaria de la Comunidad debe “analizar” qué está sucediendo para que las agresiones a sanitarios sigan aumentando “año a año” y que haya profesionales como son las enfermeras que son los que más agresiones físicas padecen “porque debe velar por la integridad de sus trabajadores y porque, además, esto está perjudicando la calidad de la asistencia que se presta en los centros e instituciones sanitarias”. Asimismo, ha pedido también que sean las propias gerencias las quienes denuncien a los agresores.