La Asociación de Jugadores Patológicos Rehabilitados de Valladolid (Ajupareva) ha elaborado un mapa interactivo de los 104 puntos de apuestas de juego en Castilla y León, muchas cerca de los colegios. La organización advierte del aumento de los puntos donde se puede apostar en la ciudad de Valladolid y su cercanía a los centros escolares de la ciudad en algunos casos.
El mapa interactivo, señala los 38 espacios entre casas de apuestas, salones de juego, bingos, casinos de la capital vallisoletana, así como los 135 centros escolares públicos y privados. Pero también indica la localización de las 13 casas de apuesta leonesas y palentinas, las 12 salmantinas, las 8 burgalesas, las 6 de Segovia, las 5 de Ávila y Zamora y las 4 de Soria.
Durante estos meses de 2019 se han abierto tres nuevos salones de juego y casas de apuestas, lo que se traduce que por cada 10.000 vecinos hay un salón de juego, según un comunicado de Ajupareva.
En cuanto a las zonas con mayor actividad, en el mapa llama la atención la profliferación de este tipo de locales en los barrios más humildes.
Así, el barrio de las Delicias, con un total de siete locales, es el área donde existe más preocupación vecinal, ya que incluso alguno de ellos se encuentra muy próximo a un centro escolar.
Según ha apuntado el presidente de Ajupareva, Ángel Aranzana, a unos 80 metros del Colegio de Nuestra Señora del Carmen se encuentra un salón de juegos. “Nos inquieta que estas empresas hayan puesto el ojo en zonas de presencia habitual de niños y jóvenes”, ha señalado.
En este sentido, Aranzana cree necesario que la distancia mínima entre los establecimientos de juego y las puertas de colegios e institutos se modifique y que pase de los 100 metros actuales a los 300 metros.
Otra de las zonas alarmantes es el Paseo de Zorrilla y sus zonas aledañas, ya que en sus cuatro kilómetros de largo, el mapa refleja que hay un total de ocho establecimientos de juego.
Desde la calle Matilla, ubicada en la Acera de Recoletos, hasta el Camino de la Esperanza, el mapa está “salpicado” por salones y casas de juego muy cercanas.
Por ello, Ajupareva insta a fijar una distancia mínima de 300 metros entre todo tipo de establecimientos de juego. “Queremos que se contemple esa distancia mínima de 300 metros, sea cual sea el establecimiento de juego instalado”, ha señalado Aranzana, que ha concretado que independientemente de que sean salones de juego, casas de apuesta, etcétera, pues la actual normativa establece esos 300 metros pero si los establecimientos tienen la misma categoría, es decir, no se pueden poner dos salones de juegos a menos de 300 metros pero sí se pueden poner un salón de juegos y una casa de apuestas al lado, sin respetar esa distancia.
Día nacional sin juego
Para celebrar el Día Nacional Sin Juego, la Asociación instalará este martes, día 29, un puesto informativo para visibilizar el trabajo que realizan desde hace casi 30 años en esta entidad.
El stand, que estará ubicado en la calle Santiago de Valladolid (junto a la Iglesia de Santiago) de 10.00 a 20.00 horas, contará con la presencia del presidente de Ajupareva y de la Federación Castellano Leonesa de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fecyljar), Ángel Aranzana.
Por otro lado, la empresa municipal de autobuses urbanos Auvasa también apoyará la iniciativa y a lo largo del día, los autobuses lucirán en su frontal delantero el hashtag que se ha fijado para la causa #NoJuegoAzar.
La Asociación de Jugadores Patológicos Rehabilitados de Valladolid es una asociación dedicada a la ayuda a personas que padecen problemas con el juego de azar.
Las últimas cifras de ingresos preocupan, y es que durante 2019 han acudido a la asociación 98 nuevos pacientes. De ellos, casi el 31% pertenecen a juego online -25,35% apuestas deportivas online y 5,56 son de otro tipo de juego online (poker, casino, etcétera)- y el 69,10% a juego presencial --el 9,43% son de apuestas deportivas en modo presencial (casas de apuestas, salones de juego, etcétera) y el 59,67% son de tragaperras, loterías, bingos o casinos presenciales--.
La Asociación fue fundada en 1990 por el doctor Blas Bombín Mínguez, quien dirige en la actualidad un equipo técnico formado por un psiquiatra, tres psicólogas y dos trabajadoras sociales. Se complementa con un equipo de voluntarios formado por enfermos y familiares dedicados a las acogidas e información de las personas con problemas de juego de azar y de sus familiares.