Un detenido por una agresión en las fiestas de Valladolid al grito de “lesbiana de mierda”

Alba Camazón

Valladolid —

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La Policía Nacional ha detenido a un varón por una agresión lesbófoba a una joven de 21 años en las fiestas de Valladolid, a quien ya ha interrogado esta mañana. Según ha informado el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, la unidad especializada en delitos de odio está documentando el caso, del que se ha negado a dar más información porque aún no se ha dado traslado de la información al magistrado correspondiente.

La Fundación Triángulo ha denunciado este jueves la agresión de una joven en la madrugada del 1 de septiembre, en la zona de San Miguel, por un grupo de tres chicos al grito de “lesbiana de mierda”. Uno de los jóvenes la propinó un puñetazo de tal gravedad que la ha producido una doble fractura de mandíbula que ha necesitado hospitalización e intervención quirúrgica de manera inmediata, según el comunicado.

La víctima ha explicado que le han puesto placas, tornillos y gomas. “No podré hablar y tendré que comer por pajita durante los próximos 40 días, y a partir de ahí ir progresando”, ha informado la joven, que ha agradecido a Policía y Sacyl su “cercanía y la tranquilidad” que le han transmitido en todo este caos. “Espero que paguen por lo que me han hecho y ojalá, con darle voz, evitar agresiones”, ha apuntado.

Agresión y fuga

Esta agresión se produjo tras cruzarse la víctima con el grupo de chicos, uno de los cuales la pregunto su nombre y al responderle, y sin mediar más palabras, le agredió al grito de “lesbiana de mierda” y se dio a la fuga. Otras personas que pasaban por la zona ayudaron a la víctima llamando a los servicios de emergencias y la Policía, además de perseguir a los agresores. Los hechos fueron denunciados ante la Policía Nacional por el padre de la víctima, al requerir la agredida hospitalización inmediata.

La víctima ha contado lo sucedido a través de un mensaje: caminaba por la calle mientras iba a buscar a sus amigas a la discoteca “de toda la vida” por calles “que no son oscuras y ni si quiera poco transitadas”. “Me cruzo con tres chicos de unos 18 o 19 años, les veo reírse pero agacho la cabeza y les paso de largo. A los dos metros de cruzármelos, me chistan y me preguntan mi nombre, a lo que yo les respondo y acto seguido uno de los tres chavales se acerca a mí, me mira con desprecio y, sin mediar palabras más que 'lesbiana de mierda', me da un puñetazo en la mandíbula partiéndomela por dos sitios distintos. Se largaron y yo me quedé escupiendo sangre”, cuenta. 

Según su relato, unos testigos les siguieron y otro chico se quedó a ayudar a la víctima. “Se coordinaron con la Policía y les localizaron. Si no, se hubiesen ido a casa contándoselo entre risas como una anécdota más. Está agresión no tiene ningún tipo de justificación, no provoqué, estaba indefensa y estaba completamente sola mientras que ellos eran tres”, protesta en su escrito. 

“Dieron por sentado que yo era lesbiana por mi corte de pelo y decidieron creerse con el poder de agredirme solo por mi apariencia; aunque a este tipo de gente le da igual que tengas pelo corto, pelo largo, seas chico o chica, solo buscan el conflicto. Quién sabe qué hubiese pasado si en vez de pelo corto lo hubiese tenido largo”, reflexiona la joven. 

La Fundación Triángulo ha condenado de manera “enérgica y contundente” esta agresión y ha manifestado su apoyo a la víctima. “El hecho de gritar 'lesbiana de mierda' implica de manera indudable que la agresión se produjo por un motivo de odio hacia las personas LGBTI”, ha lamentado la ONG a través de un comunicado.

La entidad ha reclamado una investigación “exhaustiva” que no deje de lado la motivación del hecho para su calificación penal. La Fundación Triángulo cree que este tipo de delitos de odio están siendo “normalizados e impulsados por las posiciones de la ultraderecha” que “rechazan la diversidad y niegan la igualdad de derechos” a una parte de nuestra ciudadanía. También pide realizar un llamamiento a la ciudadanía para que ayude a las víctimas si es testigo de cualquier agresión y colabore en la identificación y/o detención de los autores.

El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha reprobado esta agresión y ha mostrado su “total y absoluto” rechazo “cualquier manifestación violenta”. “Valladolid tiene que ser ejemplo de tolerancia y nunca de violencia”, ha apuntado.

“Luchamos continuamente por no vivir con miedo”

Además de explicar lo sucedido, la víctima ha recordado que ella no fue responsable de la agresión: “Desde pequeñas siempre nos meten el miedo en el cuerpo de cuidado de ir sola por la calle, por cómo te vistas (mini faldas, vestidos, maquillajes) o nos enseñan como poder defenderte en ciertas ocasiones (las llaves de casa en la mano, hablando por teléfono todo el rato, compartir ubicaciones etcétera) pero nosotras no tenemos la culpa. Pero debe de ser que a ellos no les enseñan que no se agrede y que las calles son suyas y pueden hacer lo que quieran con cualquier persona. No fue culpa mi condición sexual, que dieron por sobre entendida ni mi vestimenta (vaqueros negros y sudadera negra) y mucho menos fue mi culpa cruzarme con ellos. Luchamos continuamente por no vivir con miedo precisamente por gente así, pero a mis 21 años de vida me parece imposible irme sola a casa otra vez”, ha agregado. 

La víctima asegura que pretende dar voz a su situación: “La gente piensa que España es un país seguro o que estamos evolucionando cuando en verdad lo único que pasa es o que no se pilla a los que lo hacen o no nos atrevemos a denunciar por miedo a que nos pase algo más. No les tengo miedo a ellos, tengo miedo a que haya más como ellos y que estas cosas sigan pasando”.