El equipo de voluntarios de la Coordinadora para la Recuperación de la Memoria Histórica (CRMH) que el pasado lunes comenzó la búsqueda de una fosa común de la Guerra Civil en Villela (Burgos) ha localizado ya restos de cuatro jóvenes, de unos 18 o 20 años, que fueron fusilados y enterrados en septiembre de 1936.
El arqueólogo de la exhumación, Francisco Valle de Tarazag, ha explicado a EFE que los trabajos continuarán durante algunos días más para intentar exhumar totalmente los restos y localizar los de otras dos o tres personas que, según la información que manejan, fueron asesinadas el mismo día, el 4 de septiembre de 1936 a las seis de la tarde.
Hasta ahora no han podido completar la exhumación por su complejidad, dado que los seis o siete cadáveres que buscan se encuentran amontonados en una fosa profunda pero muy pequeña, de solo uno por dos metros.
Junto a los restos óseos se han localizado varios proyectiles de pistola y botones que parecen corresponder a ropa de trabajo, lo que coincide con la versión aportada por varios vecinos, que son los que han indicado desde el primer momento la existencia de la fosa y su ubicación.
Entre ellos se encuentra un testigo ocular, algo que no suele ocurrir en estos casos, dados los años transcurridos, ha recordado el arqueólogo.
Se trata de un hombre que cuando se produjeron los asesinatos tenía 8 años y pasaba por una carretera próxima cuando vio a varias personas, se asustó y echó a correr, antes de oír los disparos que terminaron con la vida de siete u ocho jóvenes.
Su testimonio ha completado otros que han permitido reconstruir con bastante precisión lo ocurrido, según ha explicado Valle de Tarazaga.
Varios franquistas fueron a buscar a su trabajo a seis jóvenes de entre 17 y 21 años y se los llevaron; según algunos familiares de testigos directos junto a ellos iba un hombre de unos 37 años que también habría sido asesinado.
Por las explicaciones del que entonces era un niño se sabe que les asesinaron cuando todavía llevaban su ropa de trabajo de la fábrica de donde les habían sacado.
La presidenta de la coordinadora, Sol Benito, ha explicado que es posible que ni siquiera hubiera nada contra los asesinados y que simplemente se tratara de un acto que buscaba atemorizar a los demás en lo que entonces era la retaguardia del frente de la Guerra Civil.
La CRMH ya realizó hace dos años trabajos en la misma parcela donde ahora ha aparecido la fosa, aunque entonces sin éxito. En este segundo intento, el lunes por la tarde aparecieron los primeros restos, que se han ido completando en las últimas horas.