Antonio Arias Tronco, hostelero leonés de origen asturiano, lleva décadas peleando en los tribunales contra 'el rey del carbón', Victorino Alonso. Ha conseguido que la Audiencia Provincial de León le dé la razón y el empresario está cada vez más cerca de prisión después de su segunda condena de cárcel. Hace unos días la Audiencia Provincial de León resolvía en su favor y reconocía la ilegalidad de la mina a cielo abierto 'El Feixolín', en Villablino (León), que extrajo carbón entre 1995 y 2008 a pesar de que en 2005 un juzgado ordenó la paralización de la actividad.
Todo comenzó hace más de 25 años. El empresario leonés llegó a Villablino y presentó el proyecto en 1986. Inició la explotación minera en 1994, en un terreno de suelo no urbanizable de 1.771,662,50 metros cuadrados, de los que 545.700 correspondían a suelo rústico y calificado de “protección forestal”.
Victorino Alonso quiso comprar una finca anexa propiedad de Antonio Arias Tronco, donde tenía una cabaña. “Esa finca la compramos mi mujer y yo recién casados, con el dinero que ganamos trabajando, con treinta años. Y no quise venderla”, explica a este diario.
En ese momento llegaron las dificultades para Antonio y su familia, que denuncia cómo le impedían acceder a su propiedad guardias de seguridad contratados por la empresa Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), propiedad de Victorino Alonso. “Al principio vino amenazando... Realizaban voladuras de 5.000 kilos de explosivos a cien metros de la cabaña... no nos mató de milagro”, lamenta Antonio, que ahora tiene que recibir una indemnización de 135.631,1 euros “por los daños sufridos en la cabaña y los perjuicios por imposibilidad de cultivar la finca”.
En 2001 presentó este hostelero una denuncia contra 'el rey del carbón' por graves daños causados en su propiedad como consecuencia de la explotación minera de 'El Feixolín'. Dieciocho años después, la Audiencia resuelve a su favor, como ya han hecho anteriormente otras instancias judiciales.
La sentencia reconoce que alguna piedra procedente de las voladuras “traspasó, dañando la cubierta de la cabaña”, el “deterioro de la cabaña” y provocando “oquedades, hundimientos, escombros, peligrosidad e inestabilidad en la finca” por la actividad minera desarrollada por MSP. “Construyeron galerías por debajo y lo hundieron todo. Yo sabía que tenía la razón, y ahora el juez también lo dice. Y dice que ese dinero es mío”, agrega Antonio. Sin embargo, tampoco espera recibir la indemnización que le corresponde: “¿Cómo voy a cobrar si [Victorino Alonso] se declara insolvente, a pesar de que tiene decenas de empresas con testaferros?”, se pregunta.
Hijo de mineros asturianos migrantes a las cuencas leonesas, este “peleón” -como se define a sí mismo- está a punto de cumplir 70 años. Arropado por sus tres hijos y su mujer, lleva 25 años pleiteando contra Victorino Alonso.
“Mis padres me criaron bien, yo sigo sus directrices: hay que luchar, pelear y defender lo tuyo por encima de todo”, sentencia este hostelero, con un tesón que se ha transmitido de generación en generación. “Aunque yo me muera, tengo hijos que están más preparados que yo y que seguirían luchando”, promete.
Antonio solo tiene miedo “a Dios y a las enfermedades”, y por eso no se ha achantado ante la adversidad. “Soy muy duro de cabeza, y no trago con las injusticias. Me crié trabajando toda la vida, y nadie me va a quitar lo que es mío”, asegura este hostelero leonés, que reflexiona: “La vida es una pelea. Y el que no pelea... Casi todas las guerras las pierdes. Pero para ganar alguna, las tienes que pelear todas. Si no peleas, no ganas nunca. Y si peleas, pierdes casi siempre, pero de vez en cuando no se pierde del todo”.
David frente a Goliat
Cuando comenzó la batalla de Antonio contra 'el rey del carbón', solo tuvo un apoyo, puesto que en Villablino (León) “todos trabajaban de forma directa o indirecta” para 'el rey del carbón'. El entonces procurador del Común (el equivalente al defensor del pueblo en Castilla y León), Manuel García Álvarez no daba crédito al principio: “Me decía: 'esto es imposible, no puede hacer voladuras al lado de tu finca y contigo dentro'”. “Así que vino personalmente a ver la explotación y presentó una denuncia a la Fiscalía”, recuerda el hostelero, que se ha enfrentado a Victorino Alonso como David hizo frente a Goliat.
Interviene entonces la Fiscalía, que se ve obligada a archivar el proceso porque el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León aseguran que la mina de 'El Feixolín' tiene toda la documentación en regla. Algo que, se confirma, era mentira. 'El Feixolín' era una mina a cielo abierto que carecía de los permisos pertinentes. Poco a poco, se incrementan los intercambios de denuncias. “Me arruinó y me preparó la de San Quintín”, lamenta Antonio, que asegura que el empresario solo le denunciaba para hacerle gastar dinero y arruinarle.
El septuagenario agradece el trabajo de la jueza Raquel Nieto, “que empezó a pedir documentación a León” y ayudó a impulsar este caso, dilatado durante 17 años de diligencias, retrasos, citaciones a las que no acudía, cambios de dirección... “Los papeles no aparecían, le llamaban a declarar, no venía... era increíble”, añade. A pesar de todo, la sentencia de la Audiencia Provincial no es en firme y cabe un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. El abogado de Victorino Alonso no ha atendido las reiteradas llamadas telefónicas de este diario.
'El rey del carbón' suma ya dos condenas a prisión: por destruir el yacimiento neolítico en la cueva de Chaves (Huesca) y por explotar ilegalmente la mina El Feixolín, en Villablino (León). Se declaró insolvente y se le han embargado 600 euros de su pensión de 2.500 euros, sus únicos ingresos según él, hasta que pague la parte de los 25 millones de euros que le corresponde de indemnización.
Sin embargo, la Audiencia Provincial de Huesca ratificó hace meses la suspensión de la condena de dos años de cárcel y el pago de los 25 millones por la falta de antecedentes penales y por “dilaciones indebidas” en un caso que se inició en el año 2007. Un motivo, estas “dilaciones indebidas”, por el que también se le ha rebajado la pena en el proceso de 'El Feixolín'.
Victorino Alonso tiene todavía otro juicio pendiente por delito continuado contra los recursos naturales y el medio ambiente en la explotación de La Mora y Nueva Julia y la construcción de una cantera de Cabrillanes, Villablino (León). El empresario -que acumula penas de cuatro años y medio de cárcel- y el jefe de la explotación se enfrentan a ocho años de prisión.
Otra de las compañías del 'rey del carbón' estuvo en un proceso judicial por las 577 toneladas de carbón de Hunosa desaparecido de las instalaciones de Victorino Alonso. La Audiencia Provincial de Oviedo apuntó a que este carbón desaparecido “fue utilizado o vendido por las mineras”, por lo que “incumplieron con las obligaciones de guarda y custodia del depósito, así como con la prohibición de uso del carbón adquirido y depositado por Hunosa”.