La pandemia dispara las listas de espera en Castilla y León: 161 días de media para entrar en quirófano

Alba Camazón

22 de julio de 2020 09:06 h

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“Las listas de espera serán absolutamente terroríficas”. Ya lo anticipaba en abril la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, y no se ha equivocado. Los primeros datos que ha arrojado Sanidad sobre la situación a 30 de junio son, cuanto menos, excepcionales. La pandemia de COVID-19 ha disparado las listas de espera y los pacientes deben esperar 161 días de media para entrar en quirófano.

Eso sí, se han mantenido las operaciones de prioridad 1 (las más graves y urgentes), incluso durante el pico de la pandemia, porque se realizaban hasta en los hospitales privados para prevenir que los pacientes se contagiaran.

El 99,9 % de los pacientes de prioridad 1 han sido atendidos en menos de 30 días y solo el 36,3 % de los casos de prioridad 2 ha tenido que esperar más de tres meses, por debajo de los datos anteriores. Mientras tanto, se reduce el número de pacientes en lista de espera de 35. 314 a 32.111 en los últimos seis meses.

La demora media se ha incrementado en todos los hospitales, aunque influye también el nivel de afección que ha sufrido la provincia. Por ejemplo, en el CAU de Burgos la demora media se ha incrementado en 100 días, frente a los hospitales de Aranda de Duero (10), Miranda de Ebro (34) o Medina del Campo (41), centros con menos recursos hospitalarios y con menos afección -en Miranda se actuó antes que en otros lugares porque se detectaron más pronto los brotes-.

Únicamente los hospitales Santos Reyes (Aranda de Duero) y Palencia están por debajo de los 100 días medios de espera. En ambos casos se trata de centros pequeños o con poca incidencia. Una forma de comprobar esta situación es recuperar los datos del pico de la pandemia.

La situación más complicada que vivió el hospital arandino (que no tiene UCI) en los últimos seis meses fue el 29 de junio, cuando se ocuparon 68 de las 97 camas de planta (se habilitaron tres más a las habituales). En el CAU de Palencia, el día más difícil fue el 16 de abril: 305 de las 384 camas de planta habilitadas estaban ocupadas. Además, había 26 pacientes en la UCI. En este complejo existen 15 unidades de críticos estructurales, pero llegó a haber 31 habilitadas.

Esta es la situación que refleja la Junta de Castilla y León, con datos que fueron publicados a las 17 horas y sin rueda de prensa previa, como es habitual, puesto que mientras tanto se celebraba el pleno de las Cortes. La pandemia obligó a la paralización de toda operación que no fuera urgente o de prioridad 1 (como casos de oncología, por ejemplo). La actividad quirúrgica programada en los quirófanos de la Comunidad se redujo en más del 70 % en marzo, abril y mayo respecto al mismo periodo de 2019.

Una vez superado el pico de la pandemia, y con la desescalada, los quirófanos no covid han comenzado a funcionar poco a poco. La recuperación de la pandemia -sin contar con la posibilidad de una segunda oleada- no parece sencilla, a primera vista. Los hospitales con mayor volumen de pacientes en lista de espera quirúrgica se concentran en los complejos de Salamanca (6.328 usuarios) y León (5.463 pacientes).

Además, durante la pandemia se suspendieron prácticamente todas las consultas y pruebas diagnósticas (TAC, resonancias, ecografías y mamografías), por lo que también se ha incrementado cuánto deberán aguardar los pacientes. Actualmente hay 21.316 pacientes pendientes de asignación de cita para una primera técnica diagnóstica

Sin embargo, se ha reducido la cifra de pacientes en la lista de espera: 3.203 pacientes menos en las listas quirúrgicas, 142.546 menos en las listas de consultas externas y 16.113 pacientes menos en lista de espera para una prueba diagnóstica.

La Junta de Castilla y León justifica este descenso por la disminución de la demanda registrada desde los profesionales de Atención Primaria junto con la conversión de parte de la actividad de consultas externas hospitalarias en consultas no presenciales.

Según Sacyl, la mayor parte de estos pacientes disponen de una fecha de cita programada, aunque la pandemia ha provocado que se haya elevado el número de pacientes sin cita programada. Todos los hospitales públicos están trabajando ya sobre esta cuestión para reasignar las citas de los pacientes que no hayan podido ser atendidos por la pandemia.

Sanidad también facilita los datos relativos a las listas de espera quirúrgicas por especialidades. Esta información permite conocer que Cirugía Plástica y Traumatología -que ya arrastran malos datos habitualmente- empeoran el tiempo de espera hasta seis meses (201 y 197 días de media). De los 32.111 pacientes en lista de espera, un tercio corresponden a Traumatología, aunque el dato no está desglosado por especialidades y hospitales, como sí hacía el predecesor de Verónica Casado, Antonio Sáez Aguado.