“Nos tienen maltratados”. “Están quemando a los profesionales”. “La Atención Primaria en el medio rural está abocada al colapso si no hay cambios en la organización”. Son algunas de las conclusiones que extraen varios presidentes de colegios de médicos de Castilla y León sobre la Atención Primaria, que cuenta con 2.300 médicos de Familia, con 53 años de media, calculan las organizaciones profesionales.
“Se está acumulando todo”. Unos están sobrepasados por el número de consultas y otros por la cifra de desplazamientos a los consultorios. Envejecimiento de la plantilla y de los pacientes, dispersión de la población, 3.600 consultorios, áreas de salud de decenas de localidades, ausencia de médicos nuevos y una infrafinanciación de millones. “Hay un desfase de 800 millones de euros entre lo que tiene y lo que necesita la Sanidad”, explica a este diario el presidente del colegio de médicos de Valladolid y médico en Peñafiel, José Luis Almudí.
El 15,52% del gasto sanitario se destina a financiar la Atención Primaria en Castilla y León, según los indicadores del Sistema Nacional de Salud. El gobierno autonómico se ha comprometido a alcanzar el 20% para Primaria al finalizar la legislatura. El representante profesional vallisoletano considera que lo óptimo sería alcanzar el 25% del gasto sanitario, pero considera que un 20% estaría “bien” y permitiría mejorar la cobertura. “Sin dinero no se puede hacer nada”, señala.
Uno de los problemas más característicos de Castilla y León es la dispersión de los núcleos rurales. “A lo mejor en una zona hay dos mil habitantes, pero hay 50 o 60 kilómetros de punta a punta. O hay un pueblo de 900 habitantes, pero hay 80 kilómetros hasta la siguiente localidad”, calcula el presidente del colegio de médicos de Ávila, Manuel Muñoz.
El anterior consejero estimaba que los médicos de zonas rurales pasaban una hora y media de media en carretera. “Eso significa que algunos se desplazarán media hora, y otros entre dos y tres horas al día”, explica Villarig. La actual titular de Sanidad, Verónica Casado, presentaba el pasado jueves un documento marco que prevé una reorganización de la atención sanitaria en el medio rural. Justificó el cambio con números: de las 25 horas semanales que trabajan los médicos rurales, 15 están dedicadas a desplazamientos entre consultorios y 10 a la atención a los pacientes. Ahora, serán los usuarios quienes se desplacen a otra localidad.
En la actualidad, médicos y enfermeros se desplazan a diario en sus coches particulares con su maletín para atender a los pacientes con precariedad de medios. Llevan un fonendo, un pulsioxímetro... están limitados. “Solo tienen su fonendo y su experiencia”, explica Almudí. En muchas ocasiones no hay internet o el sistema informático no funciona operativamente. “Si necesita una radiografía, una electro... le derivas al centro de referencia”, añade.
Pero, para los pacientes, trasladarse hasta el centro de salud correspondiente no es tan sencillo. “No se les puede pedir que vengan al centro con 80 años si no hay medios, no conduce y sus circunstancias sanitarias no se lo permiten... no tienen movilidad”, asegura Muñoz. “A la población envejecida no se la puede atender de la misma manera, precisan más atención, más cuidados y atenciones”, apostilla.
Almudí reclama una mejora en la capacidad de resolución de las cabeceras de las zonas de salud con equipamiento y tecnología, además de un incremento en el transporte a la demanda. También requiere un cambio de modelo para que los pacientes no tengan que ir tanto a los consultorios para realizar trámites burocráticos como renovar las recetas.
El 90% de los médicos de Familia de Soria trabaja en el medio rural. Los profesionales se desplazan con su propio coche y adelantan el precio de la gasolina. Tienen que atender a poblaciones de diez habitantes, pero también a municipios algo más grandes. “En Soria Rural hay 134 pueblos. Hace quince años, había 21 médicos para 6.000 habitantes. Ahora son 14 para unos 9.000 pacientes”, lamenta el presidente del colegio profesional provincial, José Ramón Huerta.
Esta situación dificulta la fidelización de los residentes MIR, que se marchan de Castilla y León tras terminar la especialización. “Antes se priorizaba el empleo estable, Soria tiene oportunidades en el día, pero no quieren venir por temas familiares o por las condiciones. ”Hay mejores condiciones en Madrid, que es la competencia porque en casi todas las autonomías faltan médicos“, relata Huerta. ”No estamos compitiendo“, sentencia Almudí, que insta a ofrecer ”estabilidad“ a través de contratos dignos. ”Madrid tiene capacidad de absorción“, glosa.
“Pueden venir a aprender los MIR que tú quieras, pero si no se quedan... Hay que pagar como se merecen, pero si hay chalaneo y diferencias económicas, es muy difícil”, agrega el presidente del sindicato médico Cesm (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos), José Luis Díaz Villarig, que ve este movimiento de médicos como una “subasta”. “Es muy difícil fidelizar si no tienes el mismo poder”, lamenta. El profesional leonés también entiende que muchos médicos no se vean atraídos por una zona en la que no van a ver mucha variedad de patologías.
El puñado de estudiantes que terminaban este año en Soria se han ido. “Los MIR se nos van, no queda nadie”, se queja su presidente del colegio. En casi todos los centros de salud hay vacantes, que tienen que cubrir el mismo número de médicos. “Cada vez tenemos más consultas, hay que estirar y dedicar menos tiempo a cada paciente”, comenta Almudí.
En resumen, los médicos jóvenes se van y la plantilla actual se retira. El 54% de los médicos de Atención Primaria en los pueblos se jubilará en los próximos cinco años, según el último estudio demográfico de los colegios de médicos de Castilla y León. Una tendencia similar se produce entre los médicos de Familia de las ciudades: el 44% se jubilará en los próximos cinco años.
“No hay reposición. En Soria estamos peor todavía porque tenemos los médicos más envejecidos. Últimamente tenemos una jubilación al mes y no hay perspectivas para asegurar la reposición”, replica Huerta. La tasa de reposición actual (0,55 o 0,6) no cubre las vacantes. “Por cada médico de Primaria que se jubila, formamos medio”, asegura Almudí. “Las condiciones son tan malas que de cada diez médicos que seguirían trabajando hasta los 70 años, ocho se jubilan. Hace diez años era al revés”, indica el presidente del colegio soriano.
Todos coinciden en que los médicos no se forman en unos meses, si no que necesitan una década para aprender. “No son como churros”. “En Castilla y León salen 200 médicos al año y se jubilan entre 300 y 400”.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, era hasta tomar posesión de su cargo, precisamente, médica de familia en el centro de salud de Parquesol, un populoso barrio en la zona oeste de Valladolid. Como consejera ha formulado alguna propuesta muy polémica como la atención telefónica o por skype en municipios donde, en muchos casos, no llega internet o hay pacientes mayores.
“Ya ha pasado un tiempo prudencial con el nuevo gobierno. Solo he escuchado proyectos pilotos, tenían que tener los deberes hechos y las cosas claras antes de tomar posesión”, critica el presidente del sindicato Cesm.
Ante esta situación, urgen los pactos sociales autonómico y de Estado entre todas las fuerzas y organizaciones sociales. “Si en política se usa como arma arrojadiza, será un desastre total y absoluto”, advierte Villarig, que agrega: “El sistema no es viable tal y como está, todo el mundo tendrá que ceder un poco para llegar a un consenso”. “Hay que sacar la Sanidad del debate político y buscar un consenso entre todos para buscar una solución y garantizar una asistencia de calidad”, remata Almudí.
Pocos enfermeros
En Castilla y León hay 1.862 enfermeros. Necesitarían otros 556 para acercarse a la media europea, según los cálculos del Sindicato de Enfermería Satse. Estos profesionales sanitarios son los responsables de los cuidados, según la Ley de ordenación de las profesiones sanitarias. “Acudimos muchísimo a domicilios sobre todo cuando son más mayores”, explica la secretaria general autonómica de Satse, Mercedes Gago. Cada vez hay más ancianos, pero las plantillas son las mismas “desde tiempos inmemoriales”. En Castilla y León hay 4,31 enfermeros por cada mil habitantes, por debajo de la media española: 5,31 por cada mil ciudadanos.
La Enfermería también sufre un envejecimiento similar al de la Medicina de Familia. Más del 55% de la plantilla tiene más de 55 años. “Hay pocas enfermeras. No se sustituye al compañero que hoy está de guardia y mañana descansa. En el medio rural se hacen muchos kilómetros y se tarda mucho tiempo en desplazar pero dan menos asistencia”, comenta Gago, que comprende que la población esté “muy enfadada”. “En algunos casos, cada día va un profesional, se le da un tratamiento..”.
Generalmente, hay menos enfermeros que médicos en el medio rural, a pesar de que son los primeros los responsables de los cuidados que necesiten los pacientes. Gago ejemplifica esta proporción: en Ávila Rural hay 20 médicos y 14 enfermeras. Y en Aliste (Zamora), con 62 pueblos, hay 13 médicos y 9 enfermeros. En total, 21 profesionales sanitarios para 58 consultorios y 6.512 habitantes repartidos en un área geográfica de 979 kilómetros cuadrados.
Polémico nuevo modelo de Asistencia Sanitaria rural
La consejera de Sanidad ha propuesto esta semana “concentrar la asistencia médica en el Centro de Salud -que suelen estar en las cabeceras de comarca- y en un número pequeño de consultorios locales, CRAs [centros rurales agrupados] que darán servicio a varias poblaciones que no estarán a más de ”media hora de distancia“ y que contarán con consulta médica y de enfermería. ”Serán como pequeños centros de salud con mini equipos“, según explicó la consejera Verónica Casado.
La atención en los consultorios de proximidad dependerá del número de usuarios, epidemiología y existencia de farmacia en el municipio. No cerrarán, pero no prestarán servicio continuado.
Esta propuesta, que todavía no está dotada de presupuesto, no ha sido consensuada con colegios y sindicatos profesionales, lo que ha sido criticado por el Cesm, que ha reclamado la retirada del proyecto. “Cesm exige a la Consejería que se ponga a trabajar en la negociación de propuestas razonables y que no le obligue a tomar otras medidas para defender una adecuada prestación sanitaria a los ciudadanos que viven en el medio rural y a los médicos que la prestan”.
“Es un proyecto que lo fía todo a proyectos piloto que producen inseguridad jurídica al precisar de cambios normativos, para algunos de los cuales las competencias no están en Castilla y León”, añade el sindicato.
El presidente del Colegio de Médicos de Valladolid aboga por utilizar fórmulas “más eficientes” que las actuales, rebajar la burocracia y mejorar la capacidad de resolución. “No se pueden mantener todos los consultorios todos los días. En época de menos actividad, se hacen desplazamientos innecesarios porque a veces no hay pacientes”, defiende Almudí, que valora el funcionamiento del transporte a la demanda para colegios e institutos en el medio rural.
“Si se extiende la receta electrónica, solventas esos trámites burocráticos”, explica. Pero claro, para eso tiene que haber conexión telefónica o por internet. “Este modelo es insostenible y va a quebrar si no lo cambiamos”, advierte. “Lo que es absolutamente inviable es el modelo actual”.