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Los pueblos de Castilla y León asumen un verano sin fiestas patronales: menos riesgo de contagio y más caja para ayudas y obras

César Fernández / ileon.com

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Verano, fiestas y pueblos. La ecuación era normal en un año cualquiera. En este 2020 especial por la crisis sanitaria del coronavirus, hay que alterar los factores. La Junta de Castilla y León recomendó “encarecidamente” a los ayuntamientos que cancelaran sus celebraciones patronales. Y los municipios están asumiendo ese dictado, que reformula la operación matemática habitual con otros resultados: menos riesgo de contagio y más dinero para otras políticas.

Al pie del Camino de Santiago, en Molinaseca, saben bien que los lugares de paso de peregrinaje fueron históricamente más vulnerables a las epidemias. Mucho antes de los aeropuertos y la alta velocidad ferroviaria, estas rutas eran terreno abonado para la transmisión de enfermedades. Antes incluso del resurgir jacobeo, el Ayuntamiento ya decidió dejar correr el río Meruelo y no conformar playa fluvial, punto de reunión habitual de los veranos bercianos. “Y no recibí quejas; al contrario, la gente está muy mentalizada”, dice el alcalde, Alfonso Arias, que asume el consejo de evitar las fiestas patronales.

En plena cuenca minera, en Torre del Bierzo, saben bien que la población mayor y sometida a patologías respiratorias como la silicosis que inundó los pulmones de varias generaciones de trabajadores que sacaron el carbón de debajo de la tierra resulta más vulnerable al coronavirus. “Si se produjera un rebrote por celebrar las fiestas, yo no me lo perdonaría”, sentencia el alcalde, Gabriel Folgado, dispuesto a denegar autorizaciones si alguna entidad pide al ayuntamiento permiso para utilizar la vía pública. “Tiene que primar la seguridad. Y nosotros no podemos garantizarla”, añade.

Similar es la situación de otro municipio minero como Páramo del Sil, ya acostumbrado durante la última y definitiva crisis del carbón a derivar dinero de las fiestas para empleo. Ahora busca encaje para los 50.000 euros que reparte habitualmente para las fiestas patronales en todo el municipio. Y a esos fondos incluso podrían sumarse los 18.000 euros presupuestados para el Magosto y Mercado Tradicional que tiene lugar el primer fin de semana posterior a Todos los Santos en noviembre. “Dudamos mucho que este año se pueda celebrar”, advierte el alcalde, Ángel Calvo.

Con los Picos de Europa en el horizonte, en Almanza creen que este verano debe ser “más para disfrutar de la naturaleza y de los montes” que para las aglomeraciones propias de las fiestas patronales. “No va a haber nada de fiestas”, confirma el alcalde, Javier Santiago Vélez, que ya ha decidido destinar a financiar obras los 20.000 euros que el municipio suma un ejercicio normal a los fondos dedicados por sus nueve juntas vecinales a las celebraciones patronales. Y seguirá las máximas de cautela y precaución frente a un virus todavía latente, abunda tras recordar que esta temporada tampoco abrirán instalaciones como las piscinas o la ludoteca.

Los ayuntamientos parecen dispuestos a aplicar el diseño de la 'nueva normalidad' trazado por la Junta de Castilla y León, que ya en junio, a las puertas del verano, recomendó “encarecidamente” a los ayuntamientos cancelar la organización de las fiestas patronales. “Sabemos que es una de las decisiones más desagradables de tomar, pero era necesario”, dijo el 19 de junio el vicepresidente del Gobierno autonómico, Francisco Igea, sobre una medida pactada precisamente con la FRMP (Federación Regional de Municipios y Provincias).

No sólo los gobiernos municipales acatan la medida. “La inmensa mayoría de la población lo está entendiendo. Puede haber opiniones para todos los gustos, pero nos estamos jugando la vida”, dice el regidor de Torre del Bierzo. “Los vecinos saben que las medidas que se están planteando son necesarias”, adunda el regidor de Molinaseca. “La mejor vacuna ahora es el sentido común y la responsabilidad”, aporta su colega de Páramo del Sil, dispuesto a luchar por que su municipio mantenga el 'cero casos' en su estadística. “La gente no quiere asumir riesgos”, remacha el alcalde de Almanza.

Descartada la programación habitual de las fiestas patronales, ¿hay margen de maniobra para organizar actividades alternativas? La pregunta estuvo sobre la mesa en el Ayuntamiento de Páramo del Sil. “Se planteó, pero este año no toca. Bastante problema hay ya”, responde, que ya en febrero había contratado a los Ilegales para el consabido concierto de rock de las fiestas de Las Nieves y que remite al clero la responsabilidad sobre la celebración de los oficios religiosos. “Misa sí podrá haber, pero procesión entiendo que no. El Ayuntamiento denegará las solicitudes de actos en los que no se pueda garantizar la distancia de seguridad”, contesta el alcalde de Torre del Bierzo.

Molinaseca llegó a barajar con el clero la posibilidad de organizar una misa de campaña. Lo que hará finalmente será variar la tradición para que las celebraciones religiosas de los días grandes en la localidad cabecera municipal tengan lugar en la iglesia más espaciosa. “Y no habrá procesión”, añade Alfonso Arias, que extiende las cancelaciones de programaciones de carácter lúdico también a otras actividades como las organizadas a pie de calle los últimos veranos con la colaboración del Instituto Leonés de Cultura (ILC).

El caso es que la suspensión de este tipo de eventos deja libre esas partidas presupuestarias. Molinaseca cifra en alrededor de 60.000 euros ese gasto sumando otras celebraciones como el magosto. El equipo de Gobierno municipal ha decidido trasladar ese ahorro a las cuentas de empresas y autónomos vinculados a los sectores del turismo, la restauración y la hostelería, que podrán quedar exentos (cumpliendo unas ciertas condiciones, entre ellas las del cierre obligado por el decreto del estado de alarma) del pago de tasas por instalación de terrazas, abastecimiento de agua o recogida de basuras, entre otras.

Almanza cambiará fiestas por obras en su presupuesto de 2020. Torre del Bierzo, que reparte en torno a 30.000 euros al año para que las juntas vecinales organicen las celebraciones o las deriven a una comisión de festejos, todavía deshoja la margarita del destino alternativo de esos fondos, algo en lo que también está Páramo del Sil, donde su alcalde sugiere su redistribución en “ayudas sociales” y respuestas a problemas derivados de la Covid-19, el 'bicho' que este año ha puesto el cartel de 'cancelado' en las fiestas patronales de los pueblos.