El primer aniversario de la desaparición de la joven de 26 años zamorana Laura Luelmo se cumple este jueves sin que por el momento haya fecha para el juicio por su asesinato, por el que se sentará en el banquillo Bernardo Montoya.
El acusado fue detenido el 18 de diciembre de 2018, apenas un día después del hallazgo del cuerpo de la profesora en la zona conocida como Las Mimbreras a las afueras de El Campillo (Huelva), localidad donde residía en la misma calle que su presunto asesino. La joven estaba recién llegada a la localidad para impartir clases en el instituto del vecino municipio de Nerva.
Montoya, con graves antecedentes penales como el asesinato de una anciana, se encuentra en la prisión sevillana de Morón de la Frontera. Éste confesó el crimen en el interrogatorio policial, pero posteriormente cambió su declaración y desde el 4 de abril mantiene la versión de que fue su exnovia la presunta responsable de la muerte de la chica.
El presunto culpable de los delitos de asesinato, detención ilegal y agresión sexual ha pedido en varias ocasiones su puesta en libertad, siendo ésta rechazada por el juzgado. Por su parte, su abogado, Miguel Rivera, pidió una prueba médica para demostrar supuestos problemas de erección y demostrar, por su parte, que no cometió agresión sexual alguna, así como ha solicitado pruebas testificales y el análisis del teléfono de Montoya para que se estudien los mensajes de su expareja.
Con todo, sigue la fase de instrucción por este trágico hecho, que conmocionó al país ya que fueron masivas las concentraciones de repulsa y las carreras que se convocaron en recuerdo de la joven, la cual iba con ropa deportiva en el momento de su desaparición el 12 de diciembre del pasado año.
La denuncia fue interpuesta por la familia y se activó el correspondiente dispositivo de búsqueda para dar con su paradero, siendo encontrada el día 17 de diciembre. Un voluntario que participaba en las labores de búsqueda halló prendas de mujer en la zona de Las Mimbreras y la Guardia Civil encontró a unos 200 metros del lugar del hallazgo de las prendas el cadáver, semioculto en una zona de terraplén y matorrales.
La autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Huelva acreditó que Luelmo sufrió abusos sexuales, además de un fuerte golpe que le provocó la muerte entre los días 14 y 15 de diciembre, es decir, entre dos y tres días después de su desaparición.
Los agentes de la Guardia Civil, entre los que se encontraban expertos de la Unidad Central Operativa (UCO) y del Servicio de Criminalística, creen que Bernardo Montoya maniató el miércoles día 12 a la joven maestra para meter su cuerpo en el maletero de su coche, con el que la llevó a la zona conocida como Las Mimbreras, a las afueras de El Campillo.
Asimismo, los investigadores creen que la joven maestra pudo morir malherida en el paraje donde un voluntario dio la alarma al hallar ropa de mujer. En el marco de la investigación, se han recopilado distintas pruebas y análisis en la casa del presunto asesino, en su coche, entre otras pesquisas, al objeto de determinar qué ocurrió entre el 12 de diciembre, el día de su desaparición, y el momento en el que la autopsia dató su muerte, entre el 14 y el 15 de diciembre.
Montoya fue detenido el día 18 y su arresto se produjo cuando supuestamente sospechó del seguimiento que le estaba haciendo la Guardia Civil, parando el coche en un punto entre El Campillo y el pueblo vecino de Cortegana para “tratar de huir corriendo campo a través”. Al frente del interrogatorio estuvieron los expertos de la Unidad Central Operativa (UCO) que intervinieron en los casos de Diana Quer o el niño Gabriel Cruz. En los días previos a su detención, la Guardia Civil tuvo controlado los movimientos de Bernardo Montoya.
En todo este tiempo la familia de la profesora ha pedido el mayor de los respetos e intimidad para afrontar este trágico acontecimiento. La familia, que en su momento demandó una “petición pública de perdón” al Estado por su “fracaso estrepitoso” al “no ser capaz de garantizar el derecho a la vida y la integridad física” de su hija, ya anunció que solicita la prisión permanente revisable para Montoya.
Las muestras de cariño en El Campillo y Nerva han sido muchas en este tiempo y de hecho el pabellón multifuncional de la primera localidad pasó a denominarse Laura Luelmo, así como el aula de dibujo del instituto nervense donde la joven impartía clases con el fin de conmemorar a la maestra. De hecho, el alcalde de El Campillo, Juan Carlos Jiménez, ha asegurado que por respeto a la familia, que ha pedido privacidad todo este tiempo, no se va a realizar acto alguno en el aniversario de la desaparición y posterior muerte de la joven