La Audiencia Provincial de Palencia desestima los recursos del cazador condenado por la muerte de la osa de la Montaña Palentina en 2020 y de la asociación WWF y confirma íntegramente la sentencia de dos años de cárcel y una indemnización de 17.404,95 euros. Esta decisión no es firme y cabe un recurso de casación. La osa iba acompañada de una cría, que no fue encontrado pese al operativo de búsqueda desplegado tras la cacería.
El cazador “ocupaba el mejor puesto de todos, que él eligió y en la zona más alta y con mejor visión” y disparó al ejemplar con su rifle desde unos 40 metros de distancia. La Audiencia establece que el cazador, jefe de la cuadrilla en la cacería —permitida para el jabalí— realizó el disparo mortal “con dolo eventual”. También considera que la prueba realizada por el juez de instancia es “correcta, extensa y minuciosa” y está “suficientemente estudiada y detallada”, según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso este diario.
El Juzgado de lo Penal de Palencia condenó en febrero de 2024 al cazador por un delito contra la fauna a una pena de dos años de cárcel, la prohibición de cazar durante cuatro años y la inhabilitación para trabajar con animales silvestres durante cuatro años. Además, se obligó a indemnizar a la Junta de Castilla y León con 17.404,95 euros. El Juzgado impuso también las costas al acusado, incluidas las de las acusaciones populares (Ecologistas en Acción de Palencia y Fundación Oso Pardo).
La Audiencia establece que la pérdida del oso no era “significativa” según el director de la reserva de caza de Fuentes Carrionas, por lo que no considera probado “el grado de afección” en el espacio.
La Fundación Oso Pardo ha calificado esta sentencia de “histórica” y ha reafirmado su “compromiso” con la “defensa jurídica” del oso, una especie amenazada, y garantiza que seguirá personándose en los procesos judiciales derivados tras la aparición de osos muertos o heridos.