El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha acordado suspender de forma cautelar, como había solicitado la Abogacía del Estado, la aplicación de la resolución de la Dirección General de Producción Agrícola de Castilla y León por la que PP y Vox pretendían flexibilizar los controles de la tuberculosis bovina.
La Abogacía del Estado consideraba que esta resolución suponía una infracción de las normativas europea y española. Además, consideraba que existía un “daño irreparable” sobre la cabaña ganadera española y europea por el incremento potencial del riesgo de contagio de la tuberculosis bovina. Por todo ello, había solicitado suspenderla de forma cautelar, algo a lo que el TSJ ha accedido.
La Junta de Castilla y León no se ha opuesto a esa suspensión cautelar, por lo que además el TSJ considera que el gobierno autonómico está de acuerdo con suspender su propia resolución, que quería flexibilizar el saneamiento ganadero.
La semana pasada, el portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo (PP), ya avanzaba que no iban a oponerse al requerimiento de la medida cautelar por parte del Gobierno, después de que el Ejecutivo central respondiera con una orden que limita el movimiento del ganado de Castilla y León para evitar riesgos tras la decisión de la Junta. “Queremos que finalice lo más rápidamente posible esas medidas de restricción establecidas por la orden ministerial”, apuntaba Carriedo entonces.
Protestas con doce heridos y un detenido
Esta decisión se ha hecho pública horas después de las protestas a la puerta de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, que se han saldado con doce heridos –entre ellos un hombre de 49 años que ha sido trasladado al hospital con una brecha en la cabeza y once policías– y un detenido, que ha lesionado a los dos agentes con un bastón, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Salamanca.
Los hechos comenzaron este lunes cuando cientos de ganaderos trataron de entrar sin éxito a la Delegación Territorial de la Junta en Salamanca. Los movimientos fueron parados por los antidisturbios y las vallas que protegían la entrada. Así, los manifestantes destrozaron la entrada y las puertas con sus bastones y utilizaron también las mismas vallas de protección, al tiempo que lanzaron bengalas y huevos, que también alcanzaron a periodistas y fotógrafos.
La protesta se ha dado por terminada hacia las 16.30 horas de la tarde. En ella, los manifestantes exigían la dimisión de varios funcionarios públicos responsables de la Sanidad Animal.
UGT y CCOO han mostrado su apoyo a estos funcionarios y a todos los trabajadores de las secciones de Sanidad y Producción Animal de la Consejería de Agricultura. “Estos funcionarios públicos no han hecho más que cumplir con un trabajo que vienen desempeñando de forma encomiable, con sujeción a la vigente normativa europea y nacional, para evitar la introducción en la cadena alimentaria de carne procedente de animales sin las garantías sanitarias que la ley exige, velando por el interés general y evitando problemas de salud pública”, ha manifestado CCOO a través de un comunicado.