El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha presentado este miércoles los presupuestos municipales de 2021. Las cuentas, que se votarán el próximo 29 de diciembre en un Pleno extraordinario, contarán con el apoyo de los concejales del equipo de Gobierno -la coalición de izquierdas entre PSOE y Valladolid Toma la Palabra- y el grupo municipal Ciudadanos. En total, 17 de los 27 ediles de la corporación darán su apoyo a los presupuestos, lo que los convierte, según el regidor, en las cuentas “con mayor apoyo de la historia reciente de la ciudad”. Para hacer frente a la reducción de los ingresos y al aumento de las inversiones derivadas de la pandemia, el consistorio solicitará un préstamo de hasta 50 millones de euros. A pesar de que se aumentan las inversiones, descienden los ingresos la Oficina Presupuestaria asegura que salen las cuentas. “No me pregunten por qué, pero esto es magia”, ha bromeado Puente entre risas.
Como ya adelantó el Ayuntamiento de Valladolid a principios de la semana pasada, los presupuestos para 2021 aumentan, tanto en su base como en el capítulo de inversiones. El presupuesto consolidado asciende a 363 millones de euros frente a los 346,4 millones de 2020, es decir, un aumento del 4,8%. Las inversiones previstas se dispararán en 2021, un 71,5%, que en términos absolutos pasan de 36,9 millones de euros a 63,3, “la mayor cifra de inversión de la historia en un momento en el que es imprescindible para la recuperación”, ha defendido Puente.
Sin contar con las inversiones, el aumento de los gastos apenas variará en 2021. Como ha explicado el alcalde, las inversiones se costearán gracias un préstamo de hasta 50 millones de euros, por lo que no se producirá una subida de los ingresos municipales mediante nuevas tasas. De hecho, los ingresos corrientes bajan, de los 259,6 millones del ejercicio anterior, a los 252,9 de 2021, es decir, un 2,6%. Esto se debe, ha señalado el alcalde, a la reducción de tasas municipales aprobadas este año para beneficiar a algunos sectores económicos, y se suma a la eliminación de la tasa de basuras en los últimos ejercicios. Según ha recordado, en los seis años que lleva al frente del Ayuntamiento, el equipo de Gobierno ha mantenido congelados los impuestos, “a pesar de lo que dicen los liberales” (en clara alusión al PP) de que los gobiernos de izquierda “aumentan la presión fiscal” sobre los ciudadanos.
Puente ha recordado que todas las cifras que ha presentado se refieren al presupuesto consolidado y tienen en cuenta exclusivamente los recursos propios, es decir, ni están computados los remanentes (que estarán disponibles a partir de abril de 2021), ni las cantidades que otras entidades, como la Unión Europea, el Gobierno central o la Comunidad Autónoma (que según el alcalde hasta ahora “se ha ido de rositas”) puedan destinar a Valladolid en los próximos meses. La previsión es que haya alrededor de 40 millones de euros en remanentes, aunque todavía no se “puede cuantificar con precisión”. Ese dinero irá destinado a inversión o al gasto, gracias a la suspensión de las reglas fiscales aprobada por el Ministerio de Hacienda, que hasta ahora los había bloqueado.
Como el aumento de los gastos e inversiones no viene aparejado de una subida de los ingresos, significa que el consistorio vallisoletano se va a endeudar “para atender las inversiones y el incremento presupuestario”, ha resumido el alcalde de Valladolid. Sin embargo, Puente ha insistido en que este aumento de la deuda no va a perjudicar la salud financiera del consistorio. La deuda viva, en caso de que se agotara el préstamo de hasta 50 millones que se va a solicitar, ascendería en 2021 a 145,7 millones, frente a los 106,9 millones de 2020. Esta deuda supondría el equivalente a más de la mitad de los recursos del Ayuntamiento (56%) en un año, aunque según Puente es muy inferior al 110% que permite la Ley, y queda “muy lejos” del momento de mayor endeudamiento del Ayuntamiento en 2011 cuando se llegó a 222,7 millones. Por los intereses el Ayuntamiento pagará 1 millón de euros.
En líneas generales, el alcalde ha defendido que estos presupuestos van “claramente en sintonía con las necesidades que tiene la ciudad”, porque mantienen la contención de los impuestos y comprometen una inversión mayor, al tiempo que se contiene el gasto. “Aumentamos la inversión, pero no el gasto”, ha defendido. Por esa razón, según él, son unas cuentas “difícilmente discutibles” por la oposición.