Nueva protesta en Barcelona, la más numerosa hasta la fecha, contra la Copa América. Alrededor de 2.000 personas, según la Guàrdia Urbana, y más de 6.000, según los organizadores, han marchado por el frente marítimo de la capital catalana en protesta por la competición de vela que, denuncian, ha agravado el problema de la vivienda y del turismo en la ciudad.
La protesta en Barcelona contra la Copa América ha coincidido con la gran marcha de Madrid por el derecho a la vivienda. Sin tener el mismo objetivo, la protesta de la capital catalana ha mostrado su apoyo a la de la capital de España. El Sindicato de Inquilinas de Barcelona ha anunciado que próximamente llamará a una gran movilización.
Si bien formalmente el objetivo de la protesta es distinto al de la manifestación de inquilinos de Madrid, la incidencia de la Copa América en el derecho a la vivienda es una de las denuncias más repetidas por organizadores y manifestantes de la marcha. La marcha de este domingo en Barcelona ha sido la unión de varios malestares, que la competición ha agravado: efectos del turismo en el espacio público, vivienda y convivencia.
Por ejemplo, en el barrio de la Barceloneta, el alquiler de temporada, inaccesible para la mayoría de vecinos, se ha disparado coincidiendo con la celebración de la Copa América. La marcha ha transcurrido por este barrio marítimo barcelonés, y ha coincidido con varios asistentes a la competición de vela. Mientras los vecinos llamaban irónicamente al “balconing” de los asistentes a la marcha, los turistas aplaudían.
“La ciudad está viva y Barcelona no se rinde ante los ricos, los buitres y los rentistas”, han proclamado los organizadores, la plataforma No a la Copa América, en el manifiesto final de la marcha, donde se han podido escuchar gritos contra el alcalde, Jaume Collboni o los efectos de la turistificación. “Vuestros veleros nos suben los alquileres”, ha sido uno de los lemas coreados en un ambiente reivindicativo. Un amplio dispositivo de los Mossos d'Esquadra ha impedido que la marcha accediera a las zonas del frente marítimo que sirven para ver las regatas.
“Yo me manifiesto contra la Copa América porque soy del Gòtic y me afecta directamente, pero si fuera por los alquileres también hubiera venido”, ha dicho Pilar, una asistente a la marcha que vive en el centro de la capital catalana. “Se lo dan todo a los mercaderes y nada a los barceloneses”, ha apostillado la manifestante señalando una gran bandera británica que ondea en el puerto en representación de uno de los equipos participantes.
Eduardo, Bea, Sergi i Patricia son un grupo de amigos que ha acudido a la manifestación de Barcelona contra la Copa América pensando que era una réplica de la protesta de inquilinos de Madrid, como ha ocurrido con algunos de los asistentes a la marcha de la capital catalana.
Eduardo y Bea se mudaron a Barcelona este verano desde Madrid y Granada. Descartada la capital por los altos precios, encontraron un alquiler por 900 euros en Cornellà por un piso de 30 metros cuadrados. “En Barcelona todo era alquileres de temporada, te pedían hasta dinero para ir a ver el piso”, ha lamentado Eduardo.
Sergi y Patricia sí pueden vivir en Barcelona, pero empiezan a sufrir por qué ocurrirá cuando les venza el contrato de alquiler pese al tope de precios. “Todos los alquileres son carísimos y los sueldos no suben”, ha constatado Sergi. Los convocantes han anunciado nuevas movilizaciones si los partidos apuestan por repetir la competición en 2026 en Barcelona.