El Mobile World Congress valora esta edición como “una de las más exitosas” y solo lamenta el mal tiempo en Barcelona
Barcelona volverá a acoger el Mobile World Congress el año que viene. En el tradicional balance de las cuatro jornadas de congreso, que se cumplen este jueves, la organización, la patronal tecnológica GSMA, ha anunciado las fechas de la edición de 2019, que serán entre el 25 y el 28 de febrero. La sede, como viene sucediendo desde hace trece años, será una vez más la capital catalana.
Con una asistencia de 107.000 congresistas (mil menos que el año pasado), los organizadores han calificado esta edición como “una de las más exitosas” que han celebrado. “Solo me sabe mal que no pudimos procurarles el buen tiempo típico de Barcelona para el evento de este año”, ha expresado el consejero delegado de GSMA, John Hoffman, al cierre de la edición.
No ha habido lamentaciones para el plantón de Roger Torrent y Ada Colau al rey Felipe VI, ni para las protestas en la calle. La única decepción que se pueden haber llevado los congresistas, según Hoffman, tiene que ver con el frío inusitado, en algún momento acompañado de nieve, que se ha vivido en una ciudad que tiene en su clima apacible uno de los principales atractivos ante los extranjeros.
Aparte de esto, Hoffman ha agradecido la colaboración del Gobierno, la Generalitat, los ayuntamientos de Barcelona y l'Hospitalet y la Fira de Barcelona por haber trabajado conjuntamente para facilitar esta nueva edición del congreso.
Sobre el leve descenso de asistencia respecto a 2017, el consejero delegado ha asegurado que no les preocupa tener “el evento más grande” y ha celebrado que sí haya aumentado el número de directivos, que ha pasado de 6.100 a 7.700.
Edición de 2019: una confirmación esperada
Desde que en 2015 el Gobierno de Ada Colau renovó el contrato con el Mobile hasta 2023, la confirmación de su regreso a la ciudad al año siguiente no suele ser noticia. Esta vez, sin embargo, su despedida hasta la edición de 2019 cobra importancia tras la tormenta política y mediática que se desató por el plantón de Roger Torrent y Ada Colau a Felipe VI en sendas recepciones del monarca tanto en la cena inaugural del domingo como en el acto de apertura del congreso el lunes.
Con todo, los congresistas han podido desempeñar su actividad totalmente ajenos a la situación política que se vive en Catalunya. En la primera jornada, la organización ya dejó claro, por boca de Hoffman, que su voluntad era seguir en Barcelona al menos hasta 2023. Incluso se unieron a los halagos a la capital catalana los responsables de dos pesos pesados del sector como son Vodafone y Telefónica.
El mayor evento tecnológico del mundo, que habrá dejado este año 471 millones de actividad económica en la ciudad –siempre según sus cálculos–, alertó sobre la posibilidad de replantearse su sede durante la fase más crítica del procés, cuando Hoffman pidió estabilidad económica a las autoridades locales.
Aun así, no fue aquel el primer encontronazo de Hoffman con los políticos desde que el Mobile se celebra en Barcelona. Dos años antes les reprochó abiertamente que no fueran capaces de evitar la huelga de metro en 2016, algo que sí afectó al normal desarrollo de la feria.
