Una treintena de activistas se han encadenado este jueves en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona para exigir su cierre definitivo. Esta movilización forma parte de la campaña de la plataforma Tanquem els CIE y otras organizaciones sociales para que no se reabra el centro de Barcelona, clausurado de forma temporal desde el pasado mes de octubre.
El Ministerio del Interior cerró de forma temporal el CIE de la Zona Franca en octubre pasado para realizar obras que mejoraran las condiciones de los internos del centro, tal y como había ordenado un juez. Precisamente las malas condiciones de vida y las vulneraciones de los derechos humanos que debían soportar los internos por parte de los agentes de la Policía Nacional habían motivado una campaña para cerrar el CIE de la Zona Franca.
“Bloqueamos el CIE. Hemos dicho basta y hemos decidido poner el cuerpo para que el CIE de la Zona Franca no abra nunca más. Y lo volveremos a hacer tantas veces como sea necesario”, señala el manifiesto de la protesta.
La protesta de este jueves también ha tenido un mensaje claro hacia el Gobierno del Estado en funciones que encabeza Mariano Rajoy. A juicio de los activistas, “un gobierno en funciones se tiene que abstener ante grandes decisiones como la reapertura del CIE”. Además, han criticado que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, pretenda volver a poner en funcionamiento el centro de la Zona Franca aunque el Parlament de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona han aprobado resoluciones instando al cierre de los CIE.
Para hacer efectivos los mandatos del Parlament y del plenario Barcelona, Tanquem els CIEs ha instado a la Generalitat, al Ayuntamiento de Barcelona y a los grupos del Congreso favorables a poner fin a los CIE a que incrementen la presión sobre el Ministerio del interior para clausurar el centro definitivamente. El motivo es que la administración estatal tiene la competencia exclusiva sobre este tipo de prisiones.
Asimismo, la plataforma ha recordado que el centro de la Zona Franca y los demás CIE “son sólo una pieza del engranaje racista que va desde las batidas de perfil étnico hasta las deportaciones expreso o las vallas de Ceuta y Melilla” .