Acuerdo para despedir a 92 trabajadores de la firma de cargadores de coches eléctricos Wallbox

La plantilla de la multinacional catalana de cargadores de coches eléctricos Wallbox ha ratificado mediante asamblea y votación el acuerdo con la dirección para despedir a 92 trabajadores en Barcelona después de que durante el periodo de consultas se haya rebajado la propuesta inicial de 145 bajas.

Las personas afectadas por la pérdida de puesto de trabajo recibirán una indemnización equivalente a la de un despido improcedente (33 días), incrementada con un pago lineal de 2.000 euros, según ha informado este viernes el Col·lectiu Ronda, que ha representado a los trabajadores durante la negociación.

Wallbox inicialmente planteaba una indemnización de tan solo 20 días de salario por año trabajado al argumentar la existencia de causas económicas válidas para el despido colectivo como consecuencia del encadenamiento de tres trimestres consecutivos con resultado económico negativo.

Albert Vallribera, abogado de Col·lectiu Ronda, ha manifestado un sentimiento “agridulce” respecto al acuerdo alcanzado. “Es positivo haber conseguido reducir de forma importante la afectación prevista, pero resulta frustrante ver cómo una empresa que constantemente anuncia nuevas metas puede usar las facilidades otorgadas por la reforma laboral de 2012 para impulsar un despido colectivo”, ha aseverado el letrado.

Las facilidades para el despido de la reforma laboral del PP planteadas por Wallbox, ha denunciado el letrado, “se han mantenido intactas con la última reforma laboral” del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.

El expediente de despido colectivo presentado a inicios de febrero por la multinacional catalana forma parte del plan de acciones destinado a conseguir un ahorro de 50 millones de euros este año. La iniciativa llegó después de que Wallbox viviera un 2022 complicado en términos de valoración en bolsa derivado de la ralentización en el ritmo de crecimiento y consolidación del mercado global de la movilidad eléctrica.

“Mientras se negociaban estos despidos con una postura dura de la empresa respecto a los importes indemnizatorios, Wallbox no ha dejado de anunciar novedades significativas sobre su posicionamiento en el mercado global así como incrementos en el volumen de ventas”, ha lamentado Vallribera, que ha puesto como ejemplo la intención de la empresa de alcanzar la rentabilidad a finales de 2023, un año antes de las previsiones realizadas en el momento de salir a bolsa en Nueva York.

A criterio del abogado de Col·lectiu Ronda, la situación vivida en Wallbox, en la que se negocian despidos de forma simultánea a informar a los grandes grupos inversores que hay detrás de la empresa de un adelanto en la previsión de obtener rentabilidades positivas, evidencia “las perversas consecuencias de las facilidades otorgadas para realizar despidos colectivos”.

“Se permite que una situación de encadenamiento de trimestres negativos justifique despedir a bajo coste a pesar de que esta realidad económica fuera plenamente prevista dentro del plan de desarrollo empresarial inicial y, por tanto, no responda a una situación ni estructural ni coyunturalmente de riesgo para la viabilidad de la empresa”, ha explicado el abogado.