En la manifestación del sábado 26 de agosto en Barcelona de rechazo a los atentados ocurridos en Barcelona y Cambrils, se exhibieron múltiples banderolas reivindicativas donde se denunciaba las ventas de armas del Estado español a Arabia Saudí y otros países de Oriente Medio. A propósito de estos hechos el diario ABC publicó el 29/8 una información donde anunciaba que Cataluña ha exportado en los tres últimos años 136,2 millones en armas, municiones y accesorios, citando la fuente de la base de datos de la Cámara de Comercio y Aduanas. Esta es una información equívoca, porque induce a pensar que son armas fabricadas en Cataluña y esto no es cierto, pues Aduanas sólo indica los lugares de exportación, que en el caso catalán solo puede ser a través de los puertos de Barcelona y Tarragona.
Cataluña no se distingue por tener una importante producción de armamentos, sino al contrario, esta es exigua. Y no porque no lo haya intentado, en 2004, a través de la creación de un polo aeronáutico, que además de producción civil también era militar y que más adelante fracasó en su intento, como se comprobó con la pretensión de que se instalara en Cataluña una factoría de EADS, hoy Airbus, para fabricar helicópteros de combate que finalmente se instaló en Albacete.
O como en la actualidad, cuando la empresa GTD, ubicada en Zona Franca, junto a la francesa Nexter (especializada en blindados) han creado Ibersystems, para competir frente a otras industrias españolas para hacerse con la fabricación del blindado 8x8 Piraña, que el Ministerio de Defensa piensa licitar este año 2017 por un importe de 1.500 millones.
En la actualidad, en Cataluña, sólo existe una empresa con una producción militar importante, INDRA, ubicada en el 22@ de Poblenou, que suministra entre un 20 y un 25% de su producción a tecnología electrónica de los grandes proyectos de armas españolas, como la dirección de misiles tierra, mar y aire, simuladores de vuelo de aviones y helicópteros de combate, y muchos más en fragatas y blindados. Esta empresa, con 27.000 trabajadores tiene factorías en otros puntos de la península y tampoco se puede asegurar qué producen en Barcelona. El resto de empresas catalanas con alguna producción militar, sin menospreciarlas, fabrican componentes de ingeniería y aeronáutica militar y su producción no acostumbra a sobrepasar el 10% sobre el total en el ámbito militar, siendo el resto de carácter civil.
Pero lo más importante, no es el lugar de dónde parten las armas hacia la exportación, sino quién concede los permisos y eso es de exclusiva competencia del Gobierno del Estado. España ha exportado a Arabia Saudí en el período de 2007 a 2016, por valor de 1.409 millones y a países de Oriente Medio como Emiratos Árabes Reunidos, Egipto, Omán, Irak, Bahréin, Jordania, Catar, Israel, Kuwait y Turquía (que a pesar de ser un país europeo está plenamente implicado en la guerra de Siria), en esos diez años por un importe de 4.233 millones. Buena parte de esos países están implicados en la guerra de Siria apoyando a grupos rebeldes, y Arabia Saudí además, bombardeando Yemen.
Entonces, las críticas al Gobierno central en la manifestación de Barcelona por exportar armas a Oriente Medio eran acertadas. Como también lo fue, uno de los eslóganes más repetidos a lo largo de manifestación “Vuestras guerras, nuestros muertos” que denostaba tanto las ventas de armas a los países implicados en guerras, como la implicación del Estado español en las guerras en Afganistán, Irak y Libia.
Mientras que la información aparecida en ABC falseaba la realidad y estaba destinada a perturbar el proceso del derecho a decidir acusando a los catalanes que se manifestaban de doble moral, por censurar las exportaciones de armas españolas mientras Cataluña las produce y exporta.
En la manifestación del sábado 26 de agosto en Barcelona de rechazo a los atentados ocurridos en Barcelona y Cambrils, se exhibieron múltiples banderolas reivindicativas donde se denunciaba las ventas de armas del Estado español a Arabia Saudí y otros países de Oriente Medio. A propósito de estos hechos el diario ABC publicó el 29/8 una información donde anunciaba que Cataluña ha exportado en los tres últimos años 136,2 millones en armas, municiones y accesorios, citando la fuente de la base de datos de la Cámara de Comercio y Aduanas. Esta es una información equívoca, porque induce a pensar que son armas fabricadas en Cataluña y esto no es cierto, pues Aduanas sólo indica los lugares de exportación, que en el caso catalán solo puede ser a través de los puertos de Barcelona y Tarragona.
Cataluña no se distingue por tener una importante producción de armamentos, sino al contrario, esta es exigua. Y no porque no lo haya intentado, en 2004, a través de la creación de un polo aeronáutico, que además de producción civil también era militar y que más adelante fracasó en su intento, como se comprobó con la pretensión de que se instalara en Cataluña una factoría de EADS, hoy Airbus, para fabricar helicópteros de combate que finalmente se instaló en Albacete.