La comparecencia de tres hijos del matrimonio Pujol Ferrusola en la comisión creada después de que el patriarca de la saga confesara que tuvo dinero escondido en el extranjero durante 34 años ha vivido momentos de tensión extrema y no sólo entre los comparecientes y los diputados de la Comisión. El más tenso ha sido cuando el portavoz del PP, Sergio Santamaría, ha acusado al presidente de la Comisión, David Fernández, de salir en defensa de Oriol Pujol. La discusión entre ambos ha ido subiendo de tono hasta que Fernández, se ha plantado: “No me ponga a prueba, no me ponga a prueba. No creo en el autoritarismo, pero puedo recorrer a él”. Ha ido de bien poco que no suspende la reunión, cosa que no ha sucedido hasta ahora a lo largo de las numerosas sesiones que ha celebrado.
El mal rollo ha estado presente en buena parte de las dos primeras comparecencias: la de Oriol Pujol y la de su hermana, Marta. Quizás por agotamiento, la intervención del tercer hijo, Pere, ha pasado casi desapercibida. La arquitecta Marta Pujol ha empezado y ha acabado nerviosa y muchos de los presentes han echado de menos las tablas y la capacidad dialéctica de su hermano mayor, Jordi, sobre el cual han descargado los tres comparecientes de hoy la responsabilidad de aclarar el origen del dinero que apareció en las cuentas andorranas de la familia. Oriol Pujol le ha reprochado al diputado de ICV Marc Vidal que fuera demasiado duro con su madre, “una mujer de ochenta años que vino sola”, la semana pasada. Vidal ha reconocido que le hizo una pregunta “impertinente” y el hijo de Marta *Ferrusola le ha agradecido el detalle.
El diputado socialista Jordi Terrades ha quedado convencido que las explicaciones de Marta Pujol sólo podían interpretarse en el sentido de que estas cuentas han engordado con comisiones obtenidas de forma irregular. El caso es que la explicación definitiva de la hoja de ruta de este dinero no se aclarará hasta que Jordi Pujol Ferrusola comparezca en el juzgado 31 el próximo día 26. Han sorprendido, eso sí, los problemas de amnesia de la arquitecta. Ha dicho que no sabe cuánto dinero había en el famoso legado al que aludió Jordi Pujol padre para justificar el origen de ese misterioso dinero. En 1992, eso sí, recuerda que a su cuenta personal había 62 millones de pesetas. Doce años más tarde, cuando regularizó la cuenta, tenía cerca de 100 millones de pesetas (558.000 euros). ¿A qué hay que atribuir este incremento? Habrá que esperar las explicaciones del dinamizador económico Jordi Pujol Ferrusola.
La diputada de la CUP Isabel Vallet se ha desesperado cuando Marta Pujol insistía en que desconocía cuánto dinero tenía en su cuenta, a pesar de reconocer que una vez al año iba a Andorra a mirarlo y, de vez en cuando, a sacar dinero. “¡Es un privilegio contar con tanto dinero que no sabes ni cuánto tienes!”, se ha exclamado Vallet.
La cúpula de CiU acompaña a Oriol Pujol
La comparecencia de Oriol Pujol ha generado más expectación. No en balde fue secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña. Quizás por eso, lo ha acompañado la cúpula del partido –Lluís Coromines y Josep Rull- y el presidente y portavoz del grupo de CiU en el Parlamento, Jordi Turull. Han escuchado sus respuestas a las demandas de los diputados y han asistido a los blancos mentales que también ha sufrido. Cuando le reprochaban que su mujer había cobrado de la empresa “Alta Partners”, acusada de beneficiarse de su mediación política, Oriol Pujol ha dicho que no recordaba si había ido alguna vez a sus oficinas.
Pere Pujol no ha recurrido a la amnesia sino a reenviar todas las preguntas sobre la cuestión del legado y sus cuentas andorranas a la declaración judicial que hizo en el juzgado 31. El juzgado que se supone que nos sacará de dudas el próximo día 26.
Los hijos del ex-presidente plantean sus intervenciones con un golpe de efecto final. Jordi Pujol Ferrusola cerró la suya entregando a la comisión un DVD con la grabación íntegra de la conversación entre su ex-amante María Victoria Alvarez y la presidenta del PP, Alícia Sánchez Camacho. Marta Pujol ha acabado exhibiendo un listado de quinientos arquitectos que, según ella, fueron muy bien tratados por el Ayuntamiento de Barcelona gracias a firmar un manifiesto de apoyo a quien fue alcalde, Pasqual Maragall.
La carta oculta de Oriol Pujol ha sido sacar a escena al “pequeño Nicolás”. Según él, el verano pasado, le visitó, con una “carta de presentación no formal” del ministro del Interior y la vicepresidenta del Gobierno, y le habló de cenas, conversaciones e intimidades mías que sólo él podía conocer. También ha explicado que en una reunión que mantuvo, en mayo de 2011, para pactar acuerdos municipales con el PP, la presidenta de este partido le preguntó por el trabajo de su mujer y de cómo lo facturaba. “Entonces no lo entendí. Ahora, sí”, ha dicho. “¿Casual? ¿Casual? ¡No!”. “O quizás se piensan que es casual lo que le está pasando al señor *Monedero?”, ha acabado espetando. Las cloacas del poder madrileño, claro.
Alícia Sánchez Camacho está convocada el 4 de mayo. Al “pequeño Nicolás” no se le espera.