Sesión tras sesión, el juicio del caso Ester Quintana está dejando en evidencia la labor de los Mossos d'Esquadra a la hora de investigar qué ocurrió el día que una intervención policial dejó sin ojo a la vecina del barrio de La Verneda. Este jueves un jefe policial ha reconocido que en julio de 2013 encargaron investigaciones sobre el caso al subinspector por aquel momento imputado y que ahora se sienta en el banquillo. Las gestiones terminaron con un informe que abría la puerta a la posibilidad que los autores de los disparos a Quintana fueran de otra furgoneta policial, justamente la tesis que ahora mantiene la defensa del subinspector y el escopetero acusados.
Con todo, las maniobras posteriores de la policía catalana son importantes pero no determinantes en este juicio. La clave está en que el tribunal pueda probar que, en efecto, el subinspector y el escopetero acusados son los responsables de las lesiones de Quintana. Todos los mandos policiales que han desfilado por la sección tercera de la Audiencia de Barcelona contribuyen con sus declaraciones a dar aire a la estrategia la defensa de los dos acusados: sembrar la duda al tribunal sobre la autoría y el arma que lesionó a Quintana para lograr la absolución.
Precisamente sólo los agentes de la furgoneta Dragó 414 (la apuntada por la defensa como posible responsable de los hechos) han sido los policías que han señalado el furgón Dragó 40 (el de los acusados) como el único vehículo policial que podía tener a tiro a Ester Quintana el 14 de noviembre de 2012, sumándose así a la tesis de la Fiscalía y la acusación particular.
El resto de antidisturbios y de mandos policiales ha practicado una ceremonia de la confusión para sembrar las dudas al tribunal. El exjefe de los Mossos, Manel Prat, dijo “no tener suficientes pruebas” para identificar al agente que mutiló a Ester Quintana. Sus bases son débiles, como se demostró este miércoles, cuando Asuntos Internos reconoció basarse en intuiciones para señalar a la furgoneta 414 como posible responsable de los disparos. Sean débiles o fuertes, pueden resultar efectivas para el objetivo final: absolver a los acusados ante la imposibilidad de determinar el autor material de los disparos.
A preguntas de la Fiscal, este jueves el subjefe de la comisaría general de recursos operativos de los Mossos d'Esquadra, ha reconocido que los Mossos encargaron “gestiones sobre el tema” al subinspector imputado. Las partes le han inquirido sobre por qué se encargó un informe a un agente investigado. “No tuvimos en cuenta que estaba imputado”, se ha limitado a contestar. Éste mando ha reconocido que en julio de 2013 pidió al inspector investigado hablar con los agentes de la furgoneta 414 para hacer el informe.
No obstante, a preguntas de la defensa, el mando policial ha dicho que no participó en las reuniones donde se planteó la tesis exculpatoria de los imputados. “Lo llevaba el comisario Sergi Pla”, ha dicho. Pla dimitió como jefe de los antidisturbios tras la agresión a Quintana, y es célebre por confesar a Jordi Évole que Gandhi hubiera resultado apaleado por los Mossos en la plaza Catalunya durante el 15-M.
¿Tendrá éxito la confusión que practican los Mossos? Este jueves el presidente del tribunal ha advertido al escopetero de la furgoneta 414 -que no es el lanzador de proyectiles de 'foam' a quien la defensa apunta como posible autor de las lesiones- que podía no contestar debido a que, tal y como apunta la defensa, se baraja la posible implicación de la furgoneta 414 en los hechos.
¿Dudas sobre la autoría de los hechos o refuerzo de las garantías jurídicas del testigo? Si el tribunal empieza a dudar, la defensa habrá logrado un avance significativo. No obstante, el lanzador de 'foam' al que apuntan los Mossos acusados como autor alternativo de los lanzamientos ha asegurado ante el tribunal que no disparó en el lugar donde Quintana resultó herida. Como sus compañeros de furgón, apenas tuvo tiempo de bajar de la furgoneta. Las periciales que se presentarán la próxima semana -la última de juicio- y la declaración de los acusados serán fundamentales.
Por si no había poca confusión en las actuaciones de los Mossos, dos agentes de paisano han reconocido que cambiaron su versión de los hechos sobre lo que escucharon el día que Quintana. Así, en su minuta al término de la jornada del 14 de noviembre de 2012 apuntaron “pelotas” en referencia a una actuación policial, pero ante el juez instructor se refirieron a “detonaciones”. “Es sólo una cosa semántica”, ha justificado el agente de paisano, un habitual de las manifestaciones en Barcelona.