Aragonès asistirá a la cena con el rey en el Mobile y busca fecha para verse con Sánchez

Arturo Puente

22 de junio de 2021 13:50 h

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El Govern niega que los indultos cambien en nada la relación con el Gobierno central y las instituciones del Estado, pero la agenda del president de la Generalitat, Pere Aragonès, estará repleta de encuentros con alta carga simbólica. Este mismo domingo el jefe del Ejecutivo catalán asistirá a la cena que presidirá el rey Felipe VI en Barcelona, con motivo del Mobile World Congress, después de que la semana pasada se saludaran de forma informa en el acto del Cercle d'Economia. En esta ocasión sin embargo el monarca y Aragonès compartirán evento formal por primera vez desde la investidura de éste y en un momento en el que el Gobierno ha dado por “normalizadas” tanto las relaciones de la Generalitat como la presencia del jefe de Estado en Catalunya.

La cena con Felipe VI no será el único encuentro de alto voltaje que tiene previsto protagonizar Aragonès en su abigarrada agenda estival. El gabinete del president de la Generalitat trabaja con el de Moncloa para fijar una fecha para el encuentro de ambos, considerado previo al reinicio de la mesa de diálogo. Según ha indicado la portavoz del Govern este martes, se trabaja para que la reunión se produzca “en los próximos días o, como mucho, semanas”, con lo que ha subrayado que la voluntad, al menos por la parte catalana, es que la cita no quede para el próximo curso político. Esta ha sido siempre la intención de ambos ejecutivos, que tenían previsto volver a reunir la mesa de diálogo en la estela de la aprobación de los indultos y, por tanto, hacia la segunda quincena de julio.

Respecto a las medidas de gracia, el Ejecutivo catalán se mantiene prudente por el momento. Una vez se concedan tienen previsto celebrar una comparecencia encabezada por el propio Aragonès y en la que participarán todos los miembros del Govern para fijar posición. Para la Generalitat es importante ligar la liberación de los presos independentistas con el informe del Consejo de Europa, aprobado este lunes, y que para el soberanismo ha sido el factor que ha desencadenado la decisión del Gobierno.

Para remarcar esto, Aragonès ha anunciado también que ha pedido una comparecencia ante el Parlament para tratar de estas dos cuestiones: la salida de los presos, por un lado, y la petición del Consejo de Europa sobre la liberación, la retirada de cargos contra políticos y suspensión de las euroórdenes, por el otro. Esta intervención ante la Cámara, que aún no tiene fecha, supondría en la práctica celebrar un debate sobre la cuestión, en la que también podrían debatirse propuestas de resolución con las que fijarse una posición única desde el legislativo.

Con todo, el vicepresident Puigneró se avanzó este mismo lunes y ya marcó un posicionamiento en el nombre del Govern. El máximo cargo institucional de Junts exigió la liberación “inmediata” de los presos y, también, que permitiera retornar con seguridad a los políticos que están fuera, con Carles Puigdemont. “Detengan la persecución a representantes políticos y servidores públicos”, exigió.

Respecto a la salida de los presos, el Govern aún no ha decidido qué hará tras su liberación, más allá de la comparecencia formal. Fuentes del Palau afirman que no descartan celebrar alguna recepción o acto protocolario, aunque están a la espera de conocer cómo se desencadenarán los hechos, pues los nueve presos podrían incluso salir este mismo martes. Más allá de lo que ocurra a nivel oficial, tanto los partidos como las entidades están diseñando los próximos pasos para celebrar la salida y marcar de forma pública los próximos pasos.

Por su parte, el Ejecutivo ha evitado mostrar un posicionamiento rotundo sobre las medidas de gracia este martes, más allá de volver sobre la idea de que “aligeran el dolor” de los penados. “Este no es el final de nada y sí el principio de una nueva etapa de diálogo”, ha destacado la portavoz, Patricia Plaja. La voluntad del Govern, que enlaza con la del Gobierno, es aprovechar los indultos para darle un nuevo impulso al diálogo. Pero el Ejecutivo catalán desea también no desfondarse con los indultos y mantener la presión sobre el Gobierno para reivindicar soluciones para el resto de encausados y personas pendientes de juicio.