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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Aragonès pide respeto para el nuevo jefe de los Mossos e Illa censura la “purga” de ERC en la policía

El Govern de Pere Aragonès ha estrenado su etapa de mayor soledad parlamentaria con una nueva crisis en los Mossos d'Esquadra. El cese del comisario jefe de la policía autonómica, Josep Maria Estela, ha protagonizado el cara a cara en la sesión de control entre el president y el líder de la oposición, Salvador Illa, quien ha afeado la “purga” de ERC en el cuerpo y ha preguntado a Aragonès si pensaba cesar al conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. La respuesta ha sido negativa.

“El conseller Elena merece toda mi confianza”, ha sentenciado Aragonès ante las críticas de Illa ante la falta de explicaciones del titular de Interior y del propio president, que por ley es el responsable último del cuerpo. “Ya no pido que resuelva los problemas, pero por lo menos no cree más”, ha replicado Illa en un agrio intercambio parlamentario. “El cuerpo merece respeto y las noticias que llegan sobre injerencias políticas son muy preocupantes”, ha apostillado el socialista.

Aragonès ha querido rebajar la tensión y ha admitido que el cese de Estela “no era una situación querida por nadie”, además de mostrar su agradecimiento al exjefe policial, ya de vuelta a comisario de la región de Lleida. Sobre la razones de su cese, Aragonès no se ha salido del guion de los últimos días y lo ha achacado a “discrepancias” sobre el futuro del cuerpo.

El president también ha querido apoyar y pedir respeto al nuevo jefe interino del cuerpo, el comisario Eduard Sallent, en el centro de las acusaciones de parte del propio cuerpo por injerencias en investigaciones que afectaban a causas judiciales de miembros de Junts.

Pero no se ha olvidado Aragonès de devolverle el dardo a Illa y le ha recordado que cuando los socialistas ostentaron la cartera de Interior en el primer tripartito nombraron a seis comisarios cuando el Govern ya estaba en funciones. “El nombramiento de comisarios no es una injerencia política”, ha remarcado Aragonès.

En suma, la policía autonómica catalana no logra apartarse del centro del debate político, para disgusto de no pocos agentes y mandos. A la espera del nombramiento de la nueva comisaria jefa, Elena comparecerá en los próximos días a petición propia ante la Cámara, pero este miércoles ya ha tenido que responder a preguntas de la oposición. “No habrá injerencias políticas en la policía judicial y en la operativa de los Mossos pero tampoco habrá interferencias policiales en las decisiones que corresponden a la política”, ha aseverado.

Aragonès constata su soledad parlamentaria

Antes de las preguntas de la oposición, Aragonès ha comparecido para dar cuenta de la remodelación del Govern tras la crisis con Junts y ha podido comprobar de primera mano la difícil tarea que supondrá gobernar con solo 33 de 135 diputados. Los partidos de la oposición no se han cansado de repetir que el Govern está en minoría y han pedido al president que aclare con qué apoyos parlamentarios cuenta.

Ill ha reclamado al president que si no quiere convocar elecciones “haga el favor de sentarse y dialogar”, después de que Aragonès no descartara una prórroga presupuestaria “técnica” de 15 días por el retraso que la crisis de Govern comportará en la presentación de las cuentas. Aragonès ha insistido en que su primera búsqueda de apoyos para las cuentas será a sus antiguos socios de Junts, que este miércoles no han mostrado mucha predisposición a estrenarlas sino más bien se han estrenado en la oposición con un tono bronco hacia el president.

Aragonès ha advertido de que será “muy pesado” para que Junts apruebe los presupuestos, y ha insistido en que, si las cuentas “eran buenas hace 10 días” cuando las elaboró el exconseller de Economía Jaume Giró, ahora deben facilitar que salgan adelante. “Si quiere acuerdos con nosotros, ya sabe cuál es el camino que debe recuperar y debe rectificar”, le ha replicado el portavoz de Junts, Albert Batet, informa Europa Press.

El president también ha expresado su confianza en que pueden llegar a acuerdos con la CUP y los comuns y ha emplazado a ambos grupos a reunirse para negociar. Por su lado, Jéssica Albiach (comuns) ha tachado de insensatez plantear una prórroga presupuestaria y también impulsar las mismas cuentas que promovió el exconseller Jaume Giró, al tiempo que ha planteado un impuesto de solidaridad a rentas por encima de 175.000 euros.

El diputado de la CUP Xavier Pellicer ha preguntado a Aragonès si replanteará su posición sobre las propuestas de los anticapitalistas presentadas en el Debate de Política General (DPG) y que ERC rechazó, y le ha pedido que extienda la mano para negociar con concreciones, porque considera que hacerlo en abstracto es “cálculo electoralista, tacticismo de corto vuelo”.