El Govern de la Generalitat ha tardado apenas una hora en responder al anuncio de Pedro Sánchez de que este martes se aprobará el indulto a los nueve presos del procés. Ha sido el propio president, Pere Aragonès, quien ha comparecido para reconocer que son un primer paso hacia el diálogo sobre el conflicto catalán, pero a la vez ha advertido que no los consideran suficientes. “Es una solución parcial e incompleta”, ha querido dejar claro.
Aragonès no se ha salido demasiado de la línea argumental del Ejecutivo catalán sobre esta medida de gracia, “bienvenida” en tanto que alivia el “dolor”. Pero su apuesta sigue siendo la amnistía. “Esta decisión no aporta ninguna solución a una represión que va más allá y afecta a decenas de responsables públicos y ciudadanos”, ha expresado en referencia a otros independentistas con causas abiertas.
Aun así, el president sí ha reconocido la importancia de lo que se aprobará este martes en el Consejo de Ministros, y que según su opinión servirá para “corregir” una sentencia del Tribunal Supremo que el independentismo siempre ha tachado de “injusta”. “Es un paso que reconocemos”, ha expresado Aragonès. Un primer acercamiento en el camino del diálogo. “Es un primer paso que debe venir seguido de una negociación entre los dos Gobiernos y en la que cada uno expondrá sus propuestas”, ha afirmado.
La carpeta que el Govern traerá a esas futuras conversaciones, que se deberían materializar en una mesa de diálogo –previa reunión de ambos presidentes–, es conocida. “Nuestra propuesta es la amnistía y la autodeterminación”, ha recordado el presidente del Ejecutivo catalán.
El anuncio de Sánchez
El presidente Sánchez ha confirmado la aprobación de los indultos en un acto en el Gran Teatre del Liceu frente a decenas de representantes de entidades políticas, económicas y sociales de Catalunya. “El Gobierno de España ha decidido afrontar el problema y buscar la concordia”, ha proclamado. Al acto estaba invitado también el president Aragonès, que declinó la propuesta alegando que tenía en agenda una visita en Amposta, en la provincia de Tarragona.
Entre los presentes en el Liceu estaban la mayoría de los dirigentes socialistas catalanes, pero también representantes de Catalunya en Comú o de Units per Avançar, como Jéssica Albiach o Ramón Espadaler, con quienes los socialistas tienen diferentes acuerdos. También estaba la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, una delgación empresarial encabezada por el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, o representantes de medios de comunicación.
Acusaciones de “propaganda”
En cuanto a los partidos independentistas, tanto ERC, como Junts y la CUP han calificado el acto de Sánchez de “propaganda”. Desde las puertas de Congreso, según informa ACN, los cuatro han aprovechado el acto de entrega de las 200.000 firmas recogidas por las entidades Òmnium y Amnistia y Libertat en la Cámara Baja para recordar a Sánchez que, igual que ha afirmado Aragonès, los indultos son una solución “parcial” pero no “la solución definitiva” al conflicto.
La secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, ha destacado que “la solución a la judiciaització es la amnistía” y “cualquier otra solución es parcial”, porque “hay exiliados políticos, personas encausadas, porque el Tribunal de Cuentas está persiguiendo de manera represiva a nivel económico parte de los líderes independentistas”. “Aunque se produzcan estos indultos la represión seguirá, y tendremos que trabajar a través de la política, la negociación, la democracia y las mesas de diálogo para hacer posible esta amnistía y el derecho a la autodeterminación”, ha afirmado.
La portavoz de Junts el Congreso, Míriam Nogueras, ha coincidido con Vilalta en calificar de “propaganda” el acto de Sánchez, y ha apuntado también que la vía de la política “pasa por la ley de amnistía”. “Hace muchos años que hemos dejado la vía de la política de lado y es hora de reanudarla”, ha sentenciado.
La diputada de la CUP, Mireia Vehí ha expresado por su parte que mientras Sánchez anuncia los indultos desde el Liceu “intentando hacer un ejercicio de pacificación de nuestro país desde una de las cámaras que representa la población más adinerada”, la ciudadanía “responde de forma clara con manifestaciones e incluso con una persona dentro del Liceo gritando por la amnistía”, en referencia las decenas de personas que protestaban frente al recinto.