“Una especie de 155 educativo”. Así ha calificado el president de la Generalitat, Pere Aragonès, la la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) de ratificar la sentencia que obliga a las escuelas catalanas a impartir el 25% de las clases en castellano y extenderlo de forma general al conjunto de los centros. Una decisión que el jefe del Ejecutivo ha opinado que trata de “romper el consenso alrededor de un modelo de éxito”.
El Govern, al que la Justicia ha dado diez días de plazo para aplicar la sentencia, considera que la decisión es similar en el plano escolar a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que suprime las competencias autonómicas, por lo que ha asegurado que mantendrá el actual modelo de inmersión lingüística. “Tenemos argumentos legales y jurídicos para hacerlo”, ha dicho, tras considerar que el TSJC ha adoptado una decisión que supone una “clara injerencia en el ámbito pedagógico” contra un modelo “que no ha sido cuestionado académicamente”.
Por esta razón Aragonès ha asegurado que el Govern asumirá toda la responsabilidad de mantener la inmersión, aunque ha evitado hablar de desobediencia. “No se trata de obedecer o desobedecer, sino de defender el modelo”, ha dicho. “Los docentes de Catalunya tienen que saber que tienen al Govern a su lado”, ha añadido, tras comprometerse a “trabajar para que las familias, alumnos y docentes tengan la máxima seguridad jurídica”.
El jefe del Govern ha hecho estas declaraciones desde Vic, un día después de que una resolución del TSJ catalán comunicara a las autoridades escolares de la Generalitat que tienen diez días para cumplir con la sentencia que finiquita el sistema de inmersión lingüística y que impone el 25% de castellano en todos los colegios de la comunidad. La resolución además dispuso un plazo de dos meses, a partir del que la Abogacía del Estado, como demandante, o cualquier particular que crea que el Govern no aplica la sentencia, podrá pedir al tribunal su ejecución forzosa.
Aunque hasta el momento había habido sentencias puntuales en relación a algunos centros, que el Govern había ido acatando, la novedad ahora es que la medida, que no está avalada por los expertos en Educación ni por el Parlament, deberá aplicarse de una vez al conjunto del sistema educativo.
Movilización contra el PP en Vic
También en la ciudad de Vic se han producido este sábado momentos de tensión cuando varias decenas de personas congregadas en defensa de la inmersión han bloqueado el paso y abucheado al líder del PP catalán, Alejandro Fernández, que tenía previsto celebrar una acto político en la ciudad. Fernández había acudido al municipio después de que el Ayuntamiento de Vic no hubiera dado permiso a su formación para instalar una carpa. Los Mossos d'Esquadra han escoltado al líder del PP, pese a lo que en algunos momentos los congregados han tratado de empujar al político y la comitiva.
Aprovechando que tanto él como Aragonès se encontraban en la misma ciudad, Fernández le ha preguntado ante los medios si “está orgulloso de una Catalunya donde él puede pasear tranquilamente” mientras que Fernández y su partido “no pueden ni montar una carpa”.