A la tercera va a la vencida. La Universidad de Barcelona (UB) ha aprobado finalmente sus presupuestos para el 2013, después de que los dos últimos consejos de gobierno, que tenían este mismo propósito, fueran suspendidos debido a las protestas y el bloqueo por parte de los estudiantes. El grueso de las cuentas aprobadas son, en principio, las que la universidad ya había difundido a principios de abril: suponen un recorte de un 1,5% respecto del 2012. La reducción, sin embargo, no afectará al capítulo de personal, según ha asegurado la universidad.
La principal polémica en torno a las cuentas de la UB tenía que ver con las no renovaciones de profesores lectores y asociados, una medida que desde el rectorado se había anunciado a las juntas de personal y que había generado numerosas protestas. Ahora, sin embargo, la universidad rectifica e informa que se renovarán todas las plazas de los 2.000 asociados que actualmente tienen contrato con la universidad. Y en cuanto a los lectores, para los 52 que finalizan contrato este septiembre sólo se les ofertarán 27 plazas, pero fuentes presentes en el consejo de gobierno aseguran que el rectorado se ha comprometido a buscarles una solución para que se mantengan vinculados a la universidad con un contrato a tiempo completo.
Desde la junta de personal han valorado “positivamente” el posicionamiento del rectorado en contra de cualquier despido, y han pedido que se confirme cuanto antes la nueva situación de los profesores lectores. “Al final todas las luchas suman”, han celebrado desde la junta, considerando como decisivas para este desenlace el conjunto de protestas que ha habido en los últimos meses en la UB.
El consejo de gobierno se ha celebrado esta miércoles en la sede del Consejo Interuniversitario de Cataluña, después de una semana convulsa en el edificio histórico de la UB, en el que los Mossos entraron para desalojadar a los estudiantes que ocupaban pacíficamente el rectorado, una protesta compartida e impulsada también por algunos profesores. La acción debía servir para reclamar al rector mayor transparencia a la hora de plantear los presupuestos y más información sobre la no renovación de docentes de cara al próximo curso. Tras el desalojo, los estudiantes optaron por volver a ocupar el edificio, en este caso la biblioteca, donde han pasado hasta ahora dos noches.
La reducción de un 1,5% del presupuesto se afrontará, tal como anunció la universidad, mediante la racionalización del gasto corriente. La universidad ha aprovechado para recordar que la Generalitat les debe 62 millones de euros, 54 de los cuales corresponden a pagos corrientes y 8 a deuda histórica. Aunque los presupuestos de la Generalitat todavía no se han aprobado, la secretaría de Universidades ya comunicó a los rectores que el recorte para este curso sería de entre el 7 y el 10% respecto a 2012, que se debería sumar al 18% de reducción acumulado desde los inicios de la crisis.
A la tercera va a la vencida. La Universidad de Barcelona (UB) ha aprobado finalmente sus presupuestos para el 2013, después de que los dos últimos consejos de gobierno, que tenían este mismo propósito, fueran suspendidos debido a las protestas y el bloqueo por parte de los estudiantes. El grueso de las cuentas aprobadas son, en principio, las que la universidad ya había difundido a principios de abril: suponen un recorte de un 1,5% respecto del 2012. La reducción, sin embargo, no afectará al capítulo de personal, según ha asegurado la universidad.
La principal polémica en torno a las cuentas de la UB tenía que ver con las no renovaciones de profesores lectores y asociados, una medida que desde el rectorado se había anunciado a las juntas de personal y que había generado numerosas protestas. Ahora, sin embargo, la universidad rectifica e informa que se renovarán todas las plazas de los 2.000 asociados que actualmente tienen contrato con la universidad. Y en cuanto a los lectores, para los 52 que finalizan contrato este septiembre sólo se les ofertarán 27 plazas, pero fuentes presentes en el consejo de gobierno aseguran que el rectorado se ha comprometido a buscarles una solución para que se mantengan vinculados a la universidad con un contrato a tiempo completo.