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Arrimadas da por amortizada Catalunya y deja la campaña a sus segundos

Hasta que no se cumplió una semana entera de campaña electoral, nadie vio a Inés Arrimadas en un acto en Catalunya. Ciudadanos intenta rentabilizar el tirón que tiene su candidata en todo el país para que haga campaña fuera de la comunidad, mientras deja los actos de su demarcación en manos de candidatos de segunda fila.

Arrimadas desembarcó el jueves en Salou (Tarragona) tras una semana frenética en la que dio vueltas por todo el país. Protagonizó actos en Rentería, Salamanca, Alicante, León… que combinó con visitas a Catalunya para ruedas de prensa y entrevistas en los medios. La candidata se volcará ahora unos días en su demarcación –ha realizado actos en Barcelona, Vic y Torroella de Montgrí– antes de volver a Valencia el viernes para el acto de final de campaña junto a Albert Rivera.

“Soy la portavoz nacional del partido en toda España”, respondía Arrimadas el pasado martes en rueda de prensa a las preguntas sobre su ausencia en Catalunya. “Mi imagen está en las banderolas de toda España. Haré campaña con orgullo en Catalunya, pero también en el resto del país”.

Hasta su llegada a Salou, Arrimadas había dejado la mayoría de los actos del partido en manos de candidatos que no son cabeza de cartel. Casi todos los lideró Carlos Carrizosa, portavoz en el Parlament que ni siquiera va en las listas. Le acompañaron otros diputados de la Cámara catalana junto al número tres de la candidatura a las generales, José María Espejo-Saavedra, y la número cinco y hasta ahora edil en el Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías.

Ni rastro tampoco en Catalunya de Toni Roldán y de Fernando de Páramo, números dos y cuatro de la lista por Barcelona. Roldán solo ha protagonizado un acto de campaña en Catalunya –el pasado 15 de abril en Barcelona– y estuvo también en el debate de TVE con candidatos catalanes. El resto del tiempo lo ha pasado en debates económicos –es el portavoz del partido en esta materia– y en lugares como Valencia, Sevilla, Gijón, León y Burgos. A Fernando de Páramo, enfrascado en la sala de máquinas de la campaña, no se le ha visto en ningún acto en Catalunya.

“Los periodistas estáis obsesionados con las provincias y demarcaciones, pero para nosotros lo importante es sacar un buen resultado en toda España”, explicaban fuentes de la ejecutiva el pasado domingo. “Hay que ir hacer campaña a todos los lados”, añadían.

Catalunya no es la prioridad

Ciudadanos nació en 2006 en Catalunya como un partido reactivo al nacionalismo y la mayoría de sus cuadros se han formado y fogueado en esta comunidad. En el partido, sin embargo, creen que la prioridad ahora es arrebatarle voto al PP en otras comunidades. Fuentes de la formación aseguran que cuentan con obtener entre 5 y 6 diputados en Catalunya y superar sin problemas a los populares. Los estrategas de la campaña, no obstante, reconocen que los escaños pueden oscilar sobremanera ante la gran cantidad de indecisos y por la penalización de la ley electoral en función de si quedan en tercera o cuarta posición.

Ante la búsqueda de votos en otras provincias, tampoco Rivera se volcará en Catalunya. El presidente del partido solo vendrá una vez este jueves para un acto en Barcelona junto a Arrimadas. El resto de partidos, en cambio, le ha dado mucha más importancia a esta comunidad en la que están en juego 48 diputados. Pedro Sánchez estuvo la semana pasada en Lleida y Badalona y volverá para el acto central de campaña el día 25 en Barcelona. Pablo Casado estuvo en Reus, Tarragona y también estará en la capital catalana el jueves. Pablo Iglesias vendrá el miércoles por primera vez, pero estuvo en un acto en L'Hospitalet la semana antes de que empezara la campaña.

Nadie esconde en el partido que Arrimadas da por amortizada su etapa en Catalunya, donde se erigió en líder de la oposición y ganó unas elecciones autonómicas en diciembre de 2017. “Tarde o temprano iba a dar el salto”, responden desde su formación en el Parlament, sin esconder que el adelanto electoral les ha dejado sin su líder un poco antes de lo esperado.

“He llegado a la conclusión de que con este Parlamento cerrado por el independentismo, con la ley electoral injusta que hace que no tengamos más mayoría en la cámara y con un Govern descontrolado, lo mejor que puedo hacer es intentar gobernar en España”, aseguraba Arrimadas el pasado martes. “Mi intención es seguir defendiendo lo mismo pero con las herramientas del Gobierno de España”, añadía.

A Arrimadas no le gusta que le pregunten por su ausencia en Catalunya. Tampoco por si considera su etapa catalana como algo superado. Tanto en privado como en público –para ella apenas hay diferencia– responde que nadie les plantea la misma cuestión a los candidatos independentistas que se van al Congreso. “Cualquier persona puede presentarse al Congreso para defender a los catalanes”, suele contestar.