El Govern de la Generalitat de Catalunya asistirá, con el presidente Artur Mas a la cabeza, a la Beatificación de los Mártires del Siglo XX, un polémico acto masivo organizado por la Conferencia Episcopal Española este domingo en Tarragona que tiene como objetivo beatificar a 522 víctimas eclesiásticas de la Guerra civil española, muertos a manos de los republicanos. La ceremonia ha encendido los ánimos de algunos vecinos de la ciudad y de colectivos que apuestan por la recuperación de la memoria histórica, que lamentan que no se tenga en cuenta los muertos por la represión franquista, ni que se exija a la Iglesia, organizadora del acto, una disculpa oficial que nunca ha ofrecido sobre su rol activo durante la dictadura.
La asistencia de Mas al acto la ha anunciado este martes el portavoz del Govern, Francesc Homs, que en pocas palabras lo ha justificado afirmando que, al igual que el presidente acude a invitaciones de diversas entidades y asociaciones, así lo hará en este caso. También ha dejado entrever que irá probablemente algún otro consejero, aunque no ha querido dar más detalles.
Homs tampoco ha entrado a valorar el hecho de que Mas coincida domingo en Tarragona con grupos de ultraderecha que llaman a asistir al acto en el marco de una “Gran Fiesta de la Hispanidad en Cataluña”, como se expresa, por ejemplo, la asociación extremista y ultracatólica Cruz de San Andrés, en referencia a un fin de semana que incluirá la manifestación españolista en Barcelona el 12-O y la beatificación “de los nuevos 522 mártires de la persecución marxista”.
“Es triste que se encuentre con el sector más reaccionario de la Iglesia”
La Coordinadora por la Laicidad y la Dignidad, una plataforma vecinal tarraconense que se ha constituido precisamente para oponerse a la ceremonia, encuentra “muy mal” que Mas participe en un acto de estas características. Una de sus portavoces, Teresa Fortuny, considera “muy triste que [el presidente] se encuentre con el sector más reaccionario de la Iglesia”, un sector en el que colocan sin dudar a la conferencia episcopal: “no solo porque no ha condenado el franquismo, sinó pero también por sus ataques pasados y presentes a la lengua, o al pueblo catalán, o a la libre decisión sobre el propio cuerpo de las mujeres...”
Fortuny no entiende el gesto de Mas, sobre todo “cuando las víctimas de la represión franquista aún buscan a sus familiares en las cunetas”. Además, añade que algunas entidades y personas católicas de base se oponen también a la beatificación.