La asociación Llibres Lliures Catalunya, una entidad creada hace cinco meses para difundir el hábito de leer, ha decidido llevar su proyecto cultural más allá de las fronteras del distrito de Sant Martí y extenderlo al resto de Barcelona. Su peculiar sistema de acceso a la lectura con un fondo gratuito de unos 10.000 títulos ha resultado ser un éxito y ahora busca una nueva sede más céntrica y grande. “Estamos mirando alguna cosa por el barrio del Raval y la intención es mantener también este local abierto, todo dependerá de los gestos”, explica Óscar Boada, coordinador de la asociación.
En el local que la entidad tiene en la calle Cantabria 72 entran cada mes una media de unos 3.000 libros y salen unos mil aproximadamente. La mayoría de los ejemplares provienen de donaciones particulares y la temática va desde la ficción al ensayo pasando por la literatura infantil y especializada. Se pueden llevar todos los libros que quepan en una mano y cada uno lleva un sello que recuerda que “este es un libro libre. No se compra ni se vende” para evitar la reventa.
A parte de libros, la asociación también participa en ferias de entidades, hace donaciones a comedores sociales y organiza actividades culturales complementarias, como talleres de fotografía y de teatro, clubs de lectura y de coleccionismo de marca páginas, tertulias literarias, recitales de poesía y cuenta cuentos. Todas las actividades están dirigidas por 25 voluntarios y los precios son simbólicos. Ahora, en plena expansión, también están preparando una web y una revista literaria online.
Este proyecto cultural se nutre básicamente de las aportaciones de 150 socios –que pagando 12 euros al año- y de las propinas que deja la gente que visita el local del barrio de La Verneda. La iniciativa se inspira en la idea que puso en marcha hace dos años en Madrid la asociación Grupo 2013 y en Cataluña no existe ninguna entidad similar, aunque ya se está preparando una parecida en El Vendrell (Tarragona). En Sevilla y Málaga también se pueden encontrar libros gratuitos.