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La automovilística china Chery cierra su llegada a España en la antigua planta de Nissan en Barcelona

ACN

Barcelona —

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Chery se convierte en la primera empresa automovilística china que ensamblará sus coches en España. Este martes se ha confirmado su acuerdo con la empresa catalana Ebro EV-Motors para recuperar la actividad de la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. 

Ambas firmas han anunciado la creación de una 'joint venture' con participación mayoritaria de Ebro para fabricar vehículos Omoda y Ebro en la fábrica barcelonesa. El pacto se ha dado a conocer este martes después de meses de intensas negociaciones y varios viajes a China por parte de las autoridades y de la empresa, y se sellará oficialmente el viernes en un acto en la Zona Franca. La previsión es que los primeros coches empiecen a fabricarse a finales de 2024.

Ebro es la primera marca local que logra firmar un acuerdo con un fabricante chino para la fabricación de vehículos en España. El acuerdo permitirá la reindustrialización de la planta de Zona Franca, propiedad de EV-Motors. El acuerdo se concretó esta semana en Wuhu en negociaciones con el CEO de Ebro, Pedro Calef, y el vicepresidente ejecutivo de Chery, Guibing Zhang. 

Aunque por ahora no se han dado cifras, algunas previsiones apuntaban a que Chery podría fabricar 50.000 vehículos al año de su marca Omoda en Catalunya.

El acuerdo llega después de que, a principios de marzo, se anunciaran cambios en la estructura del Hub Tech Factory, la empresa que está reindustrializando la antigua Nissan conjuntamente con Silence. EV Motors asumió el 100% de las acciones después de adquirir el 40% que tenía la empresa QEV. La operación se cerró con un pago de 12 millones de euros supeditado al éxito del proyecto.

La decepción de Great Wall Motors

La reindustrialización de Nissan es un proceso que se lleva arrastrando tres años, desde que en mayo del 2020 la empresa japonesa anunció que cerraría las tres fábricas que tenía en Catalunya. Tras 95 días de huelgas y protestas, sindicatos y compañía llegaron a un acuerdo para el cierre en agosto de 2020 que situaba el final definitivo de la producción a finales de 2021.

En paralelo, las instituciones, la empresa y los sindicatos formaron una mesa para atraer proyectos para emplear a más de 1.300 trabajadores despedidos que optaron por reindustrializarse. El proceso estuvo lleno de obstáculos y retrasos. Muchas propuestas pasaron por la mesa , entre ellas la de los chinos Great Wall Motors, que eran los favoritos para instalarse. El 'no' de la multinacional asiática fue “el momento más duro” para los integrantes de la reindustrialización, según explicaron después.