El Ayuntamiento de Barcelona denuncia a un policía y a un guardia civil por difundir un bulo xenófobo
El Ayuntamiento de Barcelona ha llevado ante la Fiscalía a cuatro usuarios de Twitter, entre ellos a un policía y a un guardia civil, por difundir un bulo xenófobo sobre el falso empadronamiento en la ciudad de 1.600 ciudadanos marroquíes para recibir ayudas sociales. El consistorio considera la difusión de la noticia falsa como un delito de incitación al odio.
El caso denunciado no es la primera 'fake new' xenófoba que llega a la Justicia. El pasado mes de noviembre, un guardia civil aceptó quince meses de cárcel por publicar en Twitter un vídeo falso que atribuía a un menor inmigrante no acompañado la autoría de una agresión en Barcelona que en realidad había sucedido en China.
Según la denuncia de la oficina contra la discriminación del Ayuntamiento, a la que ha tenido acceso elDiario.es, el falso mensaje “representa una incitación al odio, el rencor y la animadversión hacia la comunidad magrebí por razón de su origen, atribuyéndoles de forma directa y masiva la comisión de una estafa que afecta al conjunto de la ciudadanía”.
El mensaje falso denunciado por el consistorio, difundido tanto en catalán como en castellano a través de whatsapp así como en redes sociales, empieza anunciando un “nuevo escándalo de la alcaldesa de Barcelona y su equipo de gobierno”. En realidad es una 'fake new', no un escándalo.
Continúa el mensaje explicando que “hace pocos días” la Guardia Civil entró un piso de un barrio barcelonés porque en él figuraban 1.600 empadronados pese a que solo cinco vivían allí. A renglón seguido, el mensaje viral lanza un ataque xenófobo al asegurar que 1.595 de los 1.600 empadronados en Barcelona “viven en Marruecos pero cobran todas las ayudas que dá el Ayuntamiento y pueden votar por correo”.
“Si Colau gana las próximas elecciones municipales ya podrá empezar a pensar de dónde vienen los votos”, apostilla el mensaje, que además de la tradicional diatriba xenófoba sobre las ayudas que reciben los migrantes (sin tener en cuenta que, de percibirlas, lo hacen por su bajo nivel de renta y no por su origen), introduce un vínculo electoral inexistente con la alcaldesa a poco más de dos meses para los comicios.
El concejal de derechos de Ciudadanía de Barcelona, Marc Serra, enmarca el mensaje falso en “una estrategia de desinformación global y organizada que ha llegado a Barcelona”.
Según la denuncia, esa conexión con el voto a Colau supone un “indudable contenido calumnioso” hacia la alcaldesa. Los tuiteros que difundieron el bulo, agrega el consistorio, “eran conocedores de la absoluta falsedad del mensaje por su total inverosimilitud”, ya que no iba acompañado de ninguna noticia ni referencia periodística que permitiera atribuirle un mínimo de credibilidad.
Los tuiteros que difundieron el bulo “se ampararon en un nocivo y estigmatizando rumor falso, que los magrebíes se empadronan de forma fraudulenta en domicilios para obtener ayudas económicas”, remarca la denuncia.
La difusión de este bulo, argumenta el Ayuntamiento, no pueda quedar amparada bajo la libertad de expresión ya que supone “un menosprecio y una humillación” para la comunidad magrebí e incluye “mensajes discriminatorios y que promueven la violencia” entre el colectivo de personas extranjeras.
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