El Ayuntamiento de Barcelona ha ordenado paralizar las obras a los propietarios del local que debía albergar los primeros minihabitáculos del proyecto de pisos-colmena. La inspección municipal ha visitado el local, ubicado en la calle Constitució 114, y han constatado que estaban realizando obras de adecuación del espacio sin tener permisos específicos para ello. Poco después, la Guardia Urbana les ha comunicado que deben parar los trabajos.
A principios de septiembre la web Haibu 4.0 empezó a difundir su intención de crear en Barcelona varios pisos-colmena, es decir, locales que albergaran cubículos para vivir en ellos de 2,2 metros de largo por 1,2 de alto. La noticia causó un gran revuelo y rechazo por parte del consistorio, aunque lo cierto es que detrás del proyecto había entonces solo un único local vacío y un grupo de personas que ni siquiera se habían constituido como empresa, tal como desveló eldiario.es.
Colau avisó de que estas colmenas incumplirían el reglamento de vivienda y los mínimos requisitos para obtener una cédula de habitabilidad. También informó el consistorio que no había recibido solicitud alguna por obras.
Ahora la inspección ha concluido que no habían llevado a cabo la comunicación de obras que corresponde a los trabajos que tienen que ver con cambios de distribución del local. Los mismos propietarios les han reconocido que estaban desarrollando las actividades para instalar pronto los polémicos cubículos.
“El Gobierno ya ha manifestado en reiteradas ocasiones que un tipo de alojamiento como este no se ajusta a los requisitos mínimos de habitabilidad que exigen poder vivir con dignidad y condiciones adecuadas”, ha insistido este viernes la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, en la rueda de prensa en la que ha dado la noticia. Ha informado también que si no acatan la orden de cese de obras, se procederá a precintar el local.
Pese a las inconcreciones y contradicciones del proyecto, sus impulsores vienen insistiendo en su voluntad de poner en marcha los minihabitáculos. Con esta finalidad han publicado en su cuenta de Instagram fotos de lo que sería un prototipo de tamaño real, algo más que la maqueta que enseñaron a los medios de comunicación en su día. Ese cubículo lo instalaron en sus oficinas, que se encuentran en el espacio de coworking Regus, en la calle Tarragona.
Su web, creada el pasado 27 de julio, da cuenta de los servicios que supuestamente tendría el local, como cocina, baños o wifi, así como las normas de convivencia. Tenían previsto cobrar a partir de 200 euros al mes a los inquilinos, aunque ni siquiera dejaban claro si lo harían vía contrato de alquiler.