Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Un servidor es de esos del procés. Quiero decir que estoy metido tal y como se suelen meter los periodistas en los procesos políticos de todo tipo. Con entusiasmo vital pero con una inevitable distancia intelectual que el oficio lleva incorporada.

Este blog es pues el relato de estos meses de participación política con ojos de periodista. No se preocupen que sí se puede hacer. Muchos periodistas en la historia han tomado partido sin que eso fuera (necesariamente) una pérdida de su objetividad o de su capacidad de análisis. Pienso en Gaziel o Pla, colaboradores estrechos de Cambó. O en George Orwell o Hemingway que nunca trataron de explicar la Guerra Civil desde ambos bandos sino que escribieron y lucharon en defensa de uno.

Ahora que ya me he comparado con los grandes, ya puedo volver a la realidad. Para que ustedes se hagan una idea general de mi posición, soy miembro numerario de la ANC, participo activamente en la asociación Súmate y, de vez en cuando, los amigos de la CUP tienen la paciencia y la misericordia de invitarme a hablar en sus actos. El retrato, bastante nítido, pretende ser sólo el marco en el que se desarrollarán las crónicas que, no necesariamente, tratarán de las entidades antes citadas.

El momento es histórico, no hay duda. Y un servidor desde la modestia de su crónica personal aspira al menos a traer reflexiones y experiencias para todos aquellos que lo viven intensamente, de manera distante o como un estorbo que estorba toda discusión política.

Espero no causar más molestias que beneficios con las crónicas que, de aquí hasta el nueve de noviembre (y más allá), tengo la intención de ofrecerles.

El Shock Catafilàctic

Antonio Baños

4

Sobre este blog

Un servidor es de esos del procés. Quiero decir que estoy metido tal y como se suelen meter los periodistas en los procesos políticos de todo tipo. Con entusiasmo vital pero con una inevitable distancia intelectual que el oficio lleva incorporada.

Este blog es pues el relato de estos meses de participación política con ojos de periodista. No se preocupen que sí se puede hacer. Muchos periodistas en la historia han tomado partido sin que eso fuera (necesariamente) una pérdida de su objetividad o de su capacidad de análisis. Pienso en Gaziel o Pla, colaboradores estrechos de Cambó. O en George Orwell o Hemingway que nunca trataron de explicar la Guerra Civil desde ambos bandos sino que escribieron y lucharon en defensa de uno.

Ahora que ya me he comparado con los grandes, ya puedo volver a la realidad. Para que ustedes se hagan una idea general de mi posición, soy miembro numerario de la ANC, participo activamente en la asociación Súmate y, de vez en cuando, los amigos de la CUP tienen la paciencia y la misericordia de invitarme a hablar en sus actos. El retrato, bastante nítido, pretende ser sólo el marco en el que se desarrollarán las crónicas que, no necesariamente, tratarán de las entidades antes citadas.

El momento es histórico, no hay duda. Y un servidor desde la modestia de su crónica personal aspira al menos a traer reflexiones y experiencias para todos aquellos que lo viven intensamente, de manera distante o como un estorbo que estorba toda discusión política.

Espero no causar más molestias que beneficios con las crónicas que, de aquí hasta el nueve de noviembre (y más allá), tengo la intención de ofrecerles.

La nostra terra és redimida. El gran moment és arribat. Fora els ultratges. Lluny la mentida

A la vida d’un servidor, un parell de coses li han portat problemes de forma persistent. Son els gintònics i l’optimisme. El primer dels factors avui dia es troba absolutament hipsteritzat i barcelonitzat i qualsevol passarell es vanta de beure'n un, fins i tot amb verdures, pilota i carn d’olla. L’optimisme, però, encara és una malura secreta vergonyant i profundament anticatalana.

Per això, fer un text optimista sobre dia negre del Procés, sobre el gran shock catafilàctic, la diada de la al·lèrgia catalana, el jorn del rampell i el renec, pot semblar una inadmissible frivolitat “antiprocessal” (contra el Procés, vull dir). I si així encara pensa el lector, hauré de tornar a la meu problema número u.