El Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado en las últimas semanas la compra de dos bloques de viviendas para hacer alquiler social, uno de ellos un emblemático edificio del Raval propiedad del fondo buitre Blackstone y que fue símbolo contra los desahucios. El otro inmueble, comprado también a través de la fórmula de tanteo y retracto, está en la recientemente peatonalizada calle Consell de Cent. En total, son una veintena de pisos.
La adquisición del bloque de Blackstone, en la calle Hospital, ha costado dos millones de euros, mientras que la de Consell de Cent, en el Eixample, 1,8. Entre 2015 y 2023, durante el mandato de Ada Colau, el consistorio ha adquirido un total de 1.600 viviendas y 51 edificios. La inversión total ha sido de 200 millones de euros, contando el valor de compra más las rehabilitaciones necesarias.
El edificio de Blackstone se trata de una finca de nueve viviendas, donde en cuatro de las cuales ya viven familias en situación de vulnerabilidad, después de que el Ayuntamiento llegara hace cuatro años a un acuerdo con la propiedad para que pudieran quedarse a cambio de pagar un alquiler social y asequible. Las otras cinco viviendas, que actualmente se encuentran vacías, se destinarán al parque de alquiler social municipal, también para familias vulnerables.
El edificio de Consell de Cent, situado entre las calles de Calàbria y Viladomat, es una propiedad vertical en manos de una familia y tiene once viviendas, todas ocupadas por familias que viven en alquiler, dos de ellas con una renta antigua. El importe de la compraventa ha sido de 1,8 millones a los que hay que sumar 547.794 euros para rehabilitar el bloque. El coste total de la operación es de 2,4 millones.
Según el consistorio, esta estimación sale de la inspección realizada por los servicios técnicos del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación (IMHAB), que han concluido que el edificio se encuentra en buenas condiciones generales, pero a la vez han detectado deformaciones en los suelos de la mayor parte de las viviendas, las instalaciones eléctricas son obsoletas y es necesaria una revisión de las instalaciones de agua.
Asimismo, indican fuentes del Instituto Municipal de Vivienda que el importe final en este caso es un 27,12% inferior a la media de las transmisiones por compraventa de inmuebles en la zona izquierda del Eixample, situada en los 4.775,20 euros por metro cuadrado.