El Ayuntamiento de Barcelona ha retirado 600 licencias de pisos turísticos de la ciudad porque sus propietarios engañaron al consistorio al solicitarlas. La mitad de las licencias retiradas se otorgaron en las 72 horas previas a la entrada en vigor de la suspensión de estos permisos en mayo de 2014 y corresponden a pisos que aseguraban tener cédula de habitabilidad cuando en realidad no disponían de la misma.
La teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, ha explicado que la retirada se debe a que los solicitantes engañaron al consistorio para poder obtener esas licencias, asegurando que los pisos tenían la necesaria célula de habitabilidad y, en algún caso, incluso que las viviendas estaban construidas, cuando no era así.
El consistorio hará llegar estos casos a la Fiscalía, ya que considera que los propietarios incurrieron en falsedad documental para lograr las licencias. Los otros 300 pisos turísticos dados de baja corresponden a viviendas que incumplían la normativa, bien porque los propietarios dividieron la vivienda de forma ilegal o bien porque su titular no coincidía con el de la actividad.
Sanz ha anunciado también que se harán llegar los casos a Fiscalía porque hubo falsedad documental y además, se sancionará a los solicitantes de 143 de estas licencias, ya que no disponen de célula de habitabilidad. Con estas 300 nuevas retiradas, el consistorio ha dejado sin efecto en los últimos cinco años un total de 597 licencias de viviendas turísticas por anomalías.
“A la ciudad no se la puede engañar, el Ayuntamiento estará siempre vigilante y atento para que no se cometan actividades ilegales”, ha aseverado Sanz, que ha defendido que la medida ayudará a rebajar la subida de los alquileres en la ciudad provocada por la oferta turística.