Barcelona rompe las relaciones institucionales con Israel hasta que se respeten los derechos humanos en Gaza

El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado “romper” relaciones institucionales con el gobierno de Israel, así como el hermanamiento con Tel-Aviv, hasta que “se restablezca el respeto al Derecho Internacional” en Palestina. Lo ha hecho mediante una propuesta pactada entre el PSC y los Comuns y que ha contado con los votos favorables de ERC.
Ambos grupos habían presentado mociones propias, pero han acabado acordando un texto conjunto que incluye cláusulas contractuales para que Barcelona deje de trabajar con empresas pro israelíes. Incluso se incluye que la Fira de Barcelona no pueda acoger “pabellones de Israel” ni empresas armamentísticas, así como que el puerto no permita atracar a barcos con armas destinadas al gobierno israelí.
La propuesta también denuncia los miles de muertos en Gaza y el bloqueo de la ayuda humanitaria, así como la expansión de los asentamientos en Cisjordania y la anexión de territorios palestinos. De la misma manera, denuncia el desplazamiento forzado de la población, la destrucción “sistemática” de viviendas o el “bloqueo” de energía, agua, alimentos y medicinas.
La teniente de alcalde Maria Eugènia Gay se ha referido a la situación en Gaza como una “barbarie” y como una “herida abierta, un desafío frontal a los valores occidentales que está siendo absolutamente insoportable”. Ha añadido que Barcelona, con esta proposición, “contribuye a la presión internacional que tiene que poner fin a esta masacre” y al “abismo moral en el que ha caído el gobierno de Netanyahu”.
Por su parte, la líder del grupo municipal de los Comuns, Janet Sanz, ha asegurado que es “insoportable” que “no pase nada frente al genocidio en Gaza”. La concejala ha lamentado que la situación sólo se sostiene con la “complicidad” de la comunidad internacional.
El texto propuesto asegura que la ocupación se está realizando con “prácticas segregadoras y de castigo colectivo equiparables al régimen de apartheid”. Y condena la “violencia” de los colonos israelíes igual que condena también el antisemitismo y la islamofobia. Con todo, exige un “alto al fuego inmediato y permanente” e reclama a las Naciones Unidas “mecanismos eficaces” para “perseguir los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos”.
El consistorio también se compromete a instar a la Generalitat y al Gobierno a tramitar un embargo de armas urgente y sanciones a personas físicas y jurídicas vinculadas a la ocupación.
En lo referente a la contratación pública, la moción incluye cláusulas “de carácter esencial” para garantizar que no se opere con ninguna empresa que “haga operaciones financieras, inversiones, compras, contrataciones y otras actividades” contrarias al Derecho Humanitario. En este sentido, se garantiza que no habrá ninguna relación municipal con las empresas identificadas por la ONU que “operan ilegalmente en asentamientos israelíes, con consecuencias sobre los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales del pueblo palestino”.
“Se deben revisar todos los contratos, porque no es compatible defender los derechos humanos y seguir trabajando con empresas que colaboran con el régimen sionista de Israel”, ha añadido Sanz.
De esta manera se concreta la moción aprobada a finales de noviembre de 2023, en la que se “suspendían” -que no rompían, como se ha aprobado ahora- las relaciones con Israel y el consistorio se comprometió a desarrollar una cláusula para evitar contratar a empresas que aparecieran en las listas de la ONU. Pero esa cláusula no se llegó a aplicar nunca.
Así, también queda formalmente roto el hermanamiento con Israel, ya que en la anterior resolución esta temática no aparecía explícitamente. Con todo, se cierra el debate sobre el vínculo con Tel-Aviv, que se inició en febrero de 2023. La entonces alcaldesa Ada Colau decidió romper de manera unilateral (vía decreto de alcaldía) el hermanamiento que une la capital catalana con la ciudad de Tel Aviv. Pero la decisión duró apenas siete meses, hasta que el nuevo edil restableció el vínculo.
Collboni tomó la decisión sólo un mes antes de los hechos del 7 de octubre, que dieron inicio a la ofensiva israelí en Gaza y, a partir de entonces, diversos movimientos sociales y algunos representantes públicos afearon al consistorio que no volviera a suspender el hermanamiento. Dos meses después, el Ayuntamiento de Barcelona rectificó y aprobó una declaración institucional que dejaba en stand by las relaciones institucionales entre Barcelona y el gobierno de Israel.
Tal como ya pasó en estas votaciones pasadas, la proposición de este viernes ha contado con los votos en contra de PP y Vox, que han considerado el resultado como un “grave error”. Por su parte, Junts se ha abstenido, al tachar a los partidos impulsores de la rotura de las relaciones institucionales de “cínicos” por el redactado del texto y, a pesar de mostrarse de acuerdo con alguna de las premisas, consideran que no considera clara “una condena a Hamás” y que “Israel tiene derecho a defenderse”.
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