Un estudio en un centro de Atención Primaria de Barcelona apunta a que el 5% de su población tiene anticuerpos contra la COVID-19
El primer estudio en España de un equipo de Atención Primaria sobre el estado serológico de la población en cuanto al coronavirus, en este caso centrado en Barcelona, arroja conclusiones poco alentadoras. Sus resultados, centrados en el barrio del Guinardó, apuntan a que solo el 5,47% de la población presenta anticuerpos contra la COVID-19, esto es, que ha pasado la enfermedad y tiene protección –por ahora– frente al virus. El análisis ha ido a cargo del Equipo de Atención Primaria Sardenya, que pertenece al Instituto de Investigación Biomédica Sant Pau (IIB).
La investigación, que permite captar una primera fotografía del impacto del virus en la capital catalana, se ha realizado sobre una muestra representativa por edades de 311 vecinos el barrio del Guinardó, concretamente del área de salud del centro. Los resultados son preliminares y tienen sus limitaciones (no han sido publicados en ninguna revista científica ni se han sometido a una validación externa), pero los autores los han hecho públicos este domingo para aportar algo de luz a una de las principales incógnitas de la epidemia, el número de población que se ha contagiado y que, por lo tanto, ha desarrollado anticuerpos contra el virus.
La principal conclusión del trabajo del EAP Sardenya es que se está muy lejos de la llamada inmunidad de rebaño, que requeriría como mínimo un 60% de la población contagiada y que impediría el avance del virus. Cabe recordar además que, por lo que se sabe hasta ahora del virus SARS-CoV-2, no se puede afirmar que los anticuerpos otorguen una inmunidad completa ni duradera.
Si el 5,47% al que apunta el estudio del EAP Sardenya, 17 positivos de una muestra de 311, se extrapolase al conjunto de la ciudad, significaría que el 90.000 de los barceloneses ha desarrollado estos anticuerpos. Aun así, con los datos oficiales de contagios hay que precisar que la incidencia del virus en la zona del Guinardó es superior a la media de la ciudad, con lo que la prevalencia en el conjunto de Barcelona podría ser inferior.
Según el estudio, el porcentaje de población con anticuerpos es superior entre la mujeres (6,36%) que entre los hombres (4,35%), mientras que por edades, el estudio revela que los más mayores tienen más posibilidades de haberse contagiado de la COVID-19.
Los resultados obtenidos en Barcelona se sitúan en la línea de otros estudios internacionales que muestran bajos niveles de anticuerpos de la ciudadanía frente al virus. Los autores hacen referencia a dos investigaciones del estado de California y el condado de Los Angeles en los que la protección se situaba entre el 2,4 y el 4% de la población; en Ginebra (Suiza), estaba en el 5,5%, mientras que los porcentajes más elevados de población con anticuerpos se registraron en Wuhan (China) entre un millar de trabajadores asintomáticos (9,6%) y en la ciudad alemana de Heinsberg (14%), muy golpeada por la epidemia.
La muestra de los vecinos del Guinardó la configuran tanto personas mayores como adultos y menores, seleccionadas al azar, cuya edad media es de 44 años. El 56% son hombres y el 44% mujeres. Los autores del informe explican que la mayoría de participantes estaban asintomáticos en el momento de realizar la prueba.
Los tests de coronavirus resultan imprescindibles para el control de la pandemia, como ha insistido en varias ocasiones la Organización Mundial de la Salud (OMS). A diferencia de las pruebas PCR, que sirven para diagnosticar la enfermedad, el caso de los tests anticuerpos permiten saber en tan solo 10-15 minutos si una persona ha pasado la COVID-19, pero no si está enferma en ese momento, puesto que los comienzan a producirse a partir del sexto día de inicio de síntomas. Son estos tests los que está usando ahora el Ministerio de Sanidad para un estudio en 36.000 hogares cuyos resultados deben ayudar a guiar la desescalada en España.
La investigación del EAP Sardenya, efectuada entre el 21 y el 27 de abril, está liderada por el doctor Carles Brotons. En ella han colaborado, además del IIB Sant Pau, el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), el Instituto de Investigación en Atención Primaria IDIAP Jordi Gol y la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC).
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